Jordan Goudreau, un militar retirado estadounidense que recibió tres veces la Estrella de Bronce por su valentía en Irak y Afganistán, se atribuyó junto al capitán venezolano Javier Nieto Quintero los hechos ocurridos este domingo en Macuto, estado Vargas, como parte de lo que denominaron la Operación Gedeón.
Goudreau, nacido en Canadá, fue médico en las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos. Es reconocido por ser un talentoso mercenario, con una gran puntería y talentoso luchador de artes marciales mixtas.
En 2013 lo investigaron por presuntamente estafar al Ejército con 62.000 dólares en estipendios para vivienda. Goudreau dijo que la investigación fue cerrada sin que le levantaran cargos, según la agencia AP.
Tras retirarse en 2016, trabajó de contratista de seguridad privada en Puerto Rico después del huracán María. En 2018 abrió su propia compañía, Silvercorp USA, una empresa de seguridad privada ubicada en Florida.
Silvercorp ofrece operaciones en más de 50 países, con un equipo de asesores formado por ex diplomáticos, estrategas militares experimentados y directores de corporaciones multinacionales, aunque se desconoce el nombre de alguno de ellos.
Entre sus trabajos más destacados, la empresa de Goudreau encabezó equipos de seguridad internacional para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Su interés en Venezuela
En febrero de 2019, Goudreau trabajó en la seguridad del concierto Live Aid, organizado por el multimillonario británico Richard Branson, que se realizó en la frontera entre Venezuela y Colombia con el fin de recaudar fondos de ayuda humanitaria.
De allí nació su interés por Venezuela. Drew White, un ex socio de negocios en Silvercorp, aseguró que Goudreau regresó del concierto con el interés de aprovechar el mandato del presidente Donald Trump para derrocar a Nicolás Maduro.
El militar retirado conoció en Colombia a Cliver Alcalá, general de división retirado de la FANB, que Estados Unidos acusó el mes pasado de ser uno de los arquitectos de una conspiración narcoterrorista que presuntamente enviaba 250 toneladas de cocaína a Estados Unidos cada año.
Antes de esto, Alcalá había surgido como un enérgico oponente de Maduro y afirmó que varias docenas de hombres vivían en tres campos que mantenía en la península semidesértica de La Guajira.
Goudreau le dijo a Alcalá que su compañía podía preparar a los hombres para el combate y calculó un presupuesto de alrededor de un millón y medio de dólares para una operación relámpago.
El plan, según fuentes de AP, era que algunos combatientes cruzarían la frontera en un convoy fuertemente armado y avanzaría hasta Caracas en 96 horas.
Pero las autoridades colombianas estaban al tanto de sus movimientos y no los apoyaron, al igual que políticos prominentes de la oposición en Venezuela y exilados en Bogotá. Al parecer, algunos de ellos compartieron sus hallazgos con funcionarios de Estados Unidos.
El militar no pudo recaudar fondos para financiar su operación y el complot se desmoronó a principios de marzo cuando uno de los combatientes voluntarios fue arrestado después de cruzar la frontera hacia Venezuela desde Colombia.
Poco después, la policía colombiana detuvo un camión que transportaba un cargamento de armas nuevas y equipo táctico con valor de unos 150.000 dólares. Alcalá dijo ser el propietario de las armas poco antes de rendirse para enfrentar los cargos de tráfico de drogas, y dijo que pertenecían al pueblo venezolano.
El golpe de Macuto
El capitán venezolano Javier Nieto Quintero y el militar retirado estadounidense Jordan Goudreau difundieron un video el domingo en el que aseguraron que el intento de incursión a través de las costas venezolanas fue real.
Aseguró que hay hombres y mujeres arriesgando sus vidas por la libertad de Venezuela y de los presos políticos.
El capitán pidió a todos los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que se sumen a la Operación Gedeón para lograr la captura de Nicolás Maduro.
Resaltó que en el país se han agotado todas las opciones electorales, democráticas, políticas y económicas que se han intentado para concertar una solución a la crisis.
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