Hugo «el Pollo» Carvajal fue detenido el 9 de septiembre por la Policía Nacional de España en un apartamento en Madrid. El exjefe de inteligencia evadió la justicia por casi dos años con ayuda de operaciones estéticas, pelucas y disfraces.
Carvajal llegó a España en 2019 bajo otra identidad, como parte de un plan preconcebido para no regresar a Venezuela. Tanto su exmujer como su familia actual ya se habían afincado en Madrid cuando él decidió irse. Pero la acogida no fue como esperaba.
Estados Unidos cursó orden de extradición a España por delitos de narcoterrorismo y Carvajal fue detenido por orden de la Audiencia Nacional. Permaneció en prisión provisional por riesgo de fuga, hasta que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal rechazó su entrega y calificó su situación en términos de persecución política, dejándole en libertad.
En noviembre de 2019, la Fiscalía Antidroga recurrió y el Pleno acabó revocando la resolución, por lo que debía ser arrestado para proceder a la extradición.
Carvajal se enteró de lo que sucedió por la prensa un sábado, antes de que aquel fallo le fuese notificado. Para cuando llegó la notificación ese lunes, se había fugado. Esto ocasionó un fuerte desencuentro diplomático entre España y Estados Unidos.
Durante el año y 10 meses que estuvo oculto, se movió en varios lugares Madrid, según revelaron fuentes al diario ABC de España. En las últimas semanas, hubo rumores de que el alto jerarca del chavismo estaba negociando su entrega con Estados Unidos.
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El pasado 17 de junio, la Administración de Control de Drogas (DEA) emitió una carta a las Fuerzas de Seguridad españolas para informales que Carvajal estaba oculto en un apartamento de Madrid tras realizarse una operación de cirugía estética y camuflarse con pelucas.
La carta, a la que tuvo acceso el diario El Mundo, señaló que el exfuncionario venezolano estaba viviendo en un departamento de la zona de Arturo Soria junto a la venezolana Carolina Viloria Palacio.
«Se sabe que Carvajal utiliza pelucas y disfraces para pasar desapercibido y que se ha hecho cirugía plástica para ocultar su aspecto físico», dice el texto.
La DEA también informó a la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado de la Policía Nacional de España que Hugo «el Pollo» Carvajal había llenado de plantas la terraza del inmueble de la calle Torrelaguna para ocultarse.
Los agentes derribaron la puerta blindada del apartamento, que también tenía el piso fortificado. Cuando accedieron a la vivienda, encontraron al fugitivo en la última de las habitaciones de la casa. Allí se había encerrado, armado con un cuchillo, en un intento desesperado por evitar su arresto.
En las imágenes que publicó la Policía Nacional en redes sociales, se observa al hombre de 61 años contra una estantería.
¿De qué se le acusa?
Hugo Armando Carvajal es uno de los fugitivos más buscados por la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) señaló a Carvajal como protector de cargamentos de cocaína que la guerrilla colombiana de las FARC pasaba a territorio venezolano para posteriormente llevarlos a Estados Unidos. La acusación agrega que también le proveía armamento al grupo insurgente.
Además, está acusado de permitir el establecimiento de bases guerrilleras en zonas del estado Apure y de entregar documentación a miembros de las FARC para acreditarlos como funcionarios gubernamentales. Esto con el fin de que ingresaran y salieran de Venezuela con facilidad.
Estados Unidos ofreció incluso una recompensa de 10 millones de dólares por información sobre su paradero.
La investigación contra Carvajal es de larga data. Ya en 2014 había sido detenido en Aruba (territorio de ultramar holandés frente a las costas venezolanas) a petición de Estados Unidos, que pretendía su extradición. De inmediato, Caracas exigió a Países Bajos su liberación alegando su estatus diplomático. Después de varias horas de fuerte tensión entre ambos países, Países Bajos liberó a Carvajal.
Dos años después, Carvajal demandó a un grupo de periodistas y dueños de medios de comunicación, entre ellos El Nacional, por difamación agravada continuada por haber reseñado su detención en Aruba.
Los demandados fueron los periodistas Patricia Poleo, Hernán Lugo Galicia, Javier Ignacio Mayorca, Gustavo Azócar, Sofía Nederr, Ricardo Guanipa e Ibsen Martínez. También se incluyó a los dueños de Globovisión (Juan Domingo Cordero y Raúl Gorrín) y El Nacional (Miguel Henrique Otero).
Otros demandados por Carvajal son el coronel retirado Julio Rodríguez Salas, vinculado con el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, y el exgobernador del estado Monagas José Gregorio Briceño, que rompió con el chavismo.
En julio de 2019, el Pollo Carvajal negó en una entrevista a El Mundo todas las acusaciones en su contra: «Jamás he tenido relación alguna con ninguna red de narcotráfico. Durante mis años como director de Contrainteligencia militar combatí el narcotráfico cuando me fue posible».
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