La humanidad se enfrenta a unos desafíos sin precedentes, no porque la historia no esté llena de desastres, guerras, pestes y tragedias, sino porque antes eran locales, nacionales o continentales, en cambio ahora son globales, y cualquier problema que toque ciertos intereses o realidades, el asunto se hace mundial.
El “Efecto Mariposa”, que alude a la teoría del caos y a la teoría de sistemas, dice que el aleteo de una mariposa en un lugar puede sentirse al otro lado del mundo. Pequeños cambios pueden provocar efectos enormes e inesperados, dada la complejidad de las relaciones existentes. Eso que se refería fundamentalmente a la naturaleza, ahora se aplica a la humanidad entera, dado el proceso de globalización.
Por eso prácticamente todo el mundo está de acuerdo que acciones puntuales afectan a todo el planeta, todo está relacionado y muchas veces una acción aparentemente inocua en algún lugar remoto, le cambia la vida a todo el mundo. Basta el ejemplo del COVID-19, pues lo que comenzó en diciembre de 2019 en el mercado de Wuhan, en China, con 7 individuos infectados de una neumonía desconocida, llegó a paralizar todo el mundo, con casi 800 millones de personas contagiadas en 260 países y más de 7 millones de muertos. Las consecuencias familiares, sociales, económica y políticas aún se sienten.
Por ello los temas de pobreza y hambre, salud y educación, ambiente y clima, economía y finanzas, la política y todo lo demás no se pueden tratar unilateralmente, pues todo en el mundo de hoy está interrelacionado. Acciones individuales y locales cuentan, si están en sintonía con las acciones globales. Y las acciones globales cuentan si toman en cuenta las particularidades individuales y locales. Nada sencillo.
En este marco general, la Organización de las Naciones Unidas, creada por todos los países para enfrentar estos asuntos, ha sido rebasada por las implacables realidades, como lo reconoce el propio sistema. Varias cumbres llevan abordando el tema, son muchos los llamados de su secretario general para su necesaria transformación, pero ninguna iniciativa seria y profunda se presenta, en parte por los propios enredos burocráticos internos, y en gran parte porque los intereses en juego no lo permiten, aunque el desastre esté a la vista.
La Cumbre del Futuro abordará los temas sustantivos los días 22 y 23 de septiembre, con unas “jornadas de acción” los días 20 y 21 de este mismo mes. La Cumbre está reservada a los jefes de Estado, asesores y expertos; las Jornadas a la sociedad civil, el sector privado, el mundo académico, las autoridades locales y regionales.
En la Cumbre que se celebrará en la sede de la ONU en Nueva York para afirmar el cumplimiento de los compromisos asumidos y asumir nuevos desafíos para lo cual se firmará un documento que se considera fundamental, se trata del “Un Pacto para el Futuro” conciso y orientado a la acción, que ha tenido una larga preparación. Tiene una introducción y cinco capítulos que tratan sobre: 1. El desarrollo sostenible y la financiación para el desarrollo; 2. La paz y la seguridad internacionales; 3. La ciencia, la tecnología y la innovación y la cooperación digital; 4. La juventud y las generaciones futuras; y 5. La transformación de la gobernanza global.
En todo se tendrá en cuenta la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y su promesa de no dejar a nadie atrás, el compromiso de poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo, combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales y crear las condiciones necesarias para un crecimiento económico sostenible, inclusivo y sostenido, una prosperidad compartida y el trabajo decente para todos, teniendo en cuenta los diferentes niveles nacionales de desarrollo y capacidad, así como de hacer realidad los derechos humanos de todas las personas y alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”.
Sus tres considerandos iniciales dan el tono del documento:
“1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno, en representación de los pueblos del mundo, nos hemos reunido en la Sede de las Naciones Unidas para proteger las necesidades e intereses de las generaciones presentes y futuras a través de las acciones de este Pacto para el Futuro.
2. Estamos en un momento de profunda transformación global. Nos enfrentamos a riesgos existenciales y catastróficos crecientes, muchos de ellos causados por las decisiones que tomamos. Otros seres humanos están soportando un sufrimiento terrible. Si no cambiamos de rumbo, corremos el riesgo de caer en un futuro de crisis y colapso persistentes.
3. Sin embargo, éste es también un momento de esperanza y oportunidad. La transformación global es una oportunidad para la renovación y el progreso basados en nuestra humanidad común. Los avances en el conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación podrían suponer un avance hacia un futuro mejor y más sostenible para todos. La elección es nuestra”.
Los resultados de esta Cumbre y del Pacto pueden sumarse a los débiles resultados de las anteriores cumbres y de los pactos firmados. Puede el sistema de Naciones Unidas restaurar la confianza perdida y demostrar que la comunidad internacional sirve a los intereses de la humanidad y del planeta, o seguir en manos de una realidad donde priva la codicia de uno pocos, con todas sus consecuencias.
Pacto para el Futuro – Versión 24 de agosto de 2024
Proyecto de decisión presentado por la Presidencia de la Asamblea General Alcance de la Cumbre del Futuro La Asamblea General, reafirmando la Carta de las Naciones Unidas y recordando su resolución 76/307, de 8 de septiembre de 2022, relativa a las modalidades de la Cumbre del Futuro, en la que decidió que la Cumbre aprobaría un documento final conciso y orientado a la acción titulado “Un Pacto para el Futuro”, acordado previamente por consenso mediante negociaciones intergubernamentales:
a) Decide que el alcance de la Cumbre del Futuro comprenderá los elementos que siguen y que se reflejarán en el documento final, titulado “Un Pacto para el Futuro”, el cual constará de una introducción y cinco capítulos, como se indica a continuación:
Capítulo I. El desarrollo sostenible y la financiación para el desarrollo;
Capítulo II. La paz y la seguridad internacionales;
Capítulo III. La ciencia, la tecnología y la innovación y la cooperación digital;
Capítulo IV. La juventud y las generaciones futuras;
Capítulo V. La transformación de la gobernanza global.
b) Decide también que en los capítulos pertinentes del Pacto para el Futuro se tendrán en cuenta la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible1 y su promesa de no dejar a nadie atrás, el compromiso de poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo, combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales y crear las condiciones necesarias para un crecimiento económico sostenible, inclusivo y sostenido, una prosperidad compartida y el trabajo decente para todos, teniendo en cuenta los diferentes niveles nacionales de desarrollo y capacidad, así como de hacer realidad los derechos humanos de todas las personas y alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.
c) Reitera la solicitud que hizo a su Presidencia en el párrafo 16 de la resolución 76/307 de que nombrara cofacilitadores a más tardar el 31 de octubre de 2023, uno procedente de un país desarrollado y otro procedente de un país en desarrollo, y decide que el resto del proceso preparatorio intergubernamental de la Cumbre consistirá en consultas para determinar los temas y la organización de los diálogos interactivos y en negociaciones para concluir el documento final con tiempo suficiente para las sesiones de negociación, y solicita a los cofacilitadores que, en consulta con su Presidencia, designen, según sea necesario, parejas de coordinadores para capítulos o elementos específicos, integrada cada una por un coordinador procedente de un país desarrollado y otro procedente de un país en desarrollo, teniendo en cuenta el equilibrio de género.
d) Solicita a su Presidencia que nombre, a más tardar el 31 de octubre de 2023, dos parejas de cofacilitadores, uno de un país desarrollado y otro de un país en desarrollo por cada pareja, teniendo en cuenta el equilibrio de género, que se encargarán de facilitar la celebración de consultas intergubernamentales abiertas, transparentes e inclusivas, como parte del proceso preparatorio de la Cumbre del Futuro, en relación con un pacto digital global y una declaración sobre las generaciones futuras, que se anexarán al Pacto para el Futuro si se acuerdan a nivel intergubernamental.
e) Decide que no se celebrarán reuniones del proceso preparatorio de la Cumbre en paralelo para garantizar un proceso bien coordinado y racionalizado y que en el proceso preparatorio de la Cumbre se evitarán solapamientos y duplicaciones con los procesos intergubernamentales existentes. 2/2 23-16535
- Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno, en representación de los pueblos del mundo, nos hemos reunido en la Sede de las Naciones Unidas para proteger las necesidades e intereses de las generaciones presentes y futuras a través de las acciones de este Pacto para el Futuro.
- Estamos en un momento de profunda transformación global. Nos enfrentamos a riesgos existenciales y catastróficos crecientes, muchos de ellos causados por las decisiones que tomamos. Otros seres humanos están soportando un sufrimiento terrible. Si no cambiamos de rumbo, corremos el riesgo de caer en un futuro de crisis y colapso persistentes.
- Sin embargo, éste es también un momento de esperanza y oportunidad. La transformación global es una oportunidad para la renovación y el progreso basados en nuestra humanidad común. Los avances en el conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación podrían suponer un avance hacia un futuro mejor y más sostenible para todos. La elección es nuestra.
- Creemos que hay un camino hacia un futuro mejor para toda la humanidad, incluidos quienes viven en la pobreza y en situaciones vulnerables. A través de las acciones que tomamos hoy, decidimos encaminarnos en ese camino, luchando por un mundo seguro, pacífico, justo, igualitario, inclusivo, sostenible y próspero, un mundo en el que el bienestar, la seguridad y la dignidad humanos y un planeta saludable están asegurados.
- Esto requerirá un nuevo compromiso con la cooperación internacional basada en el respeto del derecho internacional, sin el cual no podemos gestionar los riesgos ni aprovechar las oportunidades que enfrentamos. Esta no es una opción sino una necesidad. Nuestros desafíos están profundamente interconectados y exceden con creces la capacidad de cualquier Estado por sí solo. Sólo pueden abordarse colectivamente, mediante una cooperación internacional sólida y sostenida guiada por la confianza y la solidaridad en beneficio de todos y aprovechando el poder de quienes pueden contribuir de todos los sectores y generaciones.
- Reconocemos que el sistema multilateral y sus instituciones, con las Naciones Unidas y su Carta en el centro, deben fortalecerse para seguir el ritmo de un mundo cambiante. Deben ser aptos para el presente y el futuro: eficaces y capaces, preparados para el futuro, justos, democráticos, equitativos y representativos del mundo actual, inclusivos, interconectados y financieramente estables.
- Hoy prometemos un nuevo comienzo en el multilateralismo. Las acciones de este Pacto tienen como objetivo garantizar que las Naciones Unidas y otras instituciones multilaterales clave puedan ofrecer un futuro mejor para las personas y el planeta, permitiéndonos cumplir nuestros compromisos existentes y al mismo tiempo afrontar desafíos y oportunidades nuevos y emergentes.
- Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable de actuar de conformidad con el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas y sus propósitos y principios.
- También reafirmamos que los tres pilares de las Naciones Unidas –desarrollo sostenible, paz y seguridad, y derechos humanos– son igualmente importantes, están interrelacionados y se refuerzan mutuamente. No podemos tener uno sin los demás.
- Reconocemos que el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones es un objetivo central en sí mismo y que su logro, sin dejar a nadie atrás, es y siempre será un objetivo central del multilateralismo. Reafirmamos nuestro compromiso duradero con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aceleraremos urgentemente el progreso hacia el logro de los objetivos, incluso a través de medidas políticas concretas y la movilización de financiamiento significativo para los países en desarrollo, con especial atención a las oportunidades para los jóvenes y las necesidades de quienes se encuentran en situaciones especiales. La pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, sigue siendo el mayor desafío mundial y su erradicación es un requisito indispensable para el desarrollo sostenible.
- El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental se encuentran entre los mayores desafíos de nuestro tiempo, cuyos impactos adversos los sienten de manera desproporcionada los países en desarrollo y aquellos en situaciones vulnerables. Nos comprometemos a acelerar el cumplimiento de nuestras obligaciones en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París1. Reafirmamos el objetivo de temperatura del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales y proseguir esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, reconociendo que esto afectaría significativamente Reducir los riesgos e impactos del cambio climático. Subrayamos la urgencia y la importancia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en esta década crítica para mantener el equilibrio mundial.
- Para cumplir nuestra promesa fundamental de proteger a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, debemos respetar el derecho internacional, incluida la Carta, y hacer pleno uso de todos los instrumentos y mecanismos establecidos en la Carta, intensificando nuestro uso de diplomacia, comprometernos a resolver nuestras disputas pacíficamente, abstenernos de la amenaza o el uso de la fuerza o actos de agresión, respetar la soberanía y la integridad territorial de cada uno, defender los principios de independencia política y autodeterminación, fortalecer la rendición de cuentas y poner fin a la impunidad. Dado que los desafíos y riesgos para la paz y la seguridad internacionales adoptan formas más peligrosas, en ámbitos tradicionales y nuevos, nuestros esfuerzos deben seguir el ritmo.
- Cada compromiso de este Pacto es plenamente coherente y está alineado con el derecho internacional, incluido el derecho de los derechos humanos. Reafirmamos la Declaración Universal de Derechos Humanos y las libertades fundamentales allí consagradas y colocaremos el pleno disfrute de los derechos humanos y la dignidad en el centro de nuestras acciones para implementar el Pacto. Respetaremos, protegeremos, promoveremos y cumpliremos todos los derechos humanos, reconociendo su universalidad, indivisibilidad, interdependencia e interrelación, y seremos inequívocos en lo que defendemos y defendemos: la libertad frente al miedo y la libertad frente a la miseria para todos.
- Reconocemos que nuestros esfuerzos por reparar la injusticia y reducir las desigualdades dentro y entre los países para construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas no pueden tener éxito a menos que intensifiquemos nuestros esfuerzos para promover la tolerancia, aceptar la diversidad y combatir todas las formas de discriminación, incluido el racismo. la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y todas sus formas y manifestaciones abominables y contemporáneas.
- Ninguno de nuestros objetivos puede lograrse sin la participación y representación plena, segura, igualitaria y significativa de todas las mujeres y niñas en la vida política y económica. Reafirmamos nuestro compromiso con la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, con acelerar nuestros esfuerzos para lograr la igualdad de género, la participación de las mujeres y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en todos los ámbitos y con la eliminación de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres y las niñas.
- Reafirmamos nuestra promesa, asumida con ocasión del septuagésimo quinto aniversario de las Naciones Unidas, de revitalizar la acción mundial para garantizar el futuro que queremos y responder eficazmente a los desafíos actuales y futuros, en asociación con todas las partes interesadas pertinentes. Reconocemos que el bienestar de las generaciones actuales y futuras y la sostenibilidad de nuestro planeta dependen de nuestra voluntad de actuar. Para ello, en este Pacto nos comprometemos a sesenta acciones en las áreas de desarrollo sostenible y financiación para el desarrollo, paz y seguridad internacionales, ciencia, tecnología e innovación y cooperación digital, juventud y generaciones futuras, y transformación de la gobernanza global.
- Avanzaremos en la implementación de estas acciones a través de procesos intergubernamentales pertinentes y establecidos por mandato, cuando existan. Revisaremos la implementación general del Pacto al comienzo del octogésimo tercer período de sesiones de la Asamblea General a través de una reunión a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno. Confiamos en que para entonces estaremos bien encaminados hacia el futuro mejor y más sostenible que queremos para nosotros, nuestros hijos y todas las generaciones que vendrán después de nosotros.
Acción 1. Tomaremos acciones audaces, ambiciosas, aceleradas, justas y transformadoras para implementar la Agenda 2030, alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y no dejar a nadie atrás.
- Reafirmamos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible son integrales, de gran alcance y centrados en las personas. Reiteramos nuestro firme compromiso de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 y revitalizar la asociación global para el desarrollo sostenible, trabajando en estrecha colaboración con todas las partes interesadas relevantes. Reconocemos que la Agenda 2030 es universal y que todos los países en desarrollo, incluidos los países en situaciones especiales, en particular los países africanos, los países menos adelantados, los países en desarrollo sin litoral, los pequeños Estados insulares en desarrollo, así como aquellos con desafíos específicos, incluidos los países de ingresos medios. y los países en situaciones de conflicto y post conflicto, necesitan asistencia para implementar la Agenda. Reafirmamos la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, incluidos todos sus principios.
Decidimos: (a) Intensificar nuestros esfuerzos hacia la plena implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Agenda de Acción de Addis Abeba y el Acuerdo de París. (b) Implementar plenamente los compromisos de la Declaración Política acordada en la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2023. (c) Movilizar y entregar recursos e inversiones significativos y adecuados de todas las fuentes para el desarrollo sostenible. d) Eliminar todos los obstáculos al desarrollo sostenible y abstenerse de ejercer coerción económica.
Acción 2. Pondremos la erradicación de la pobreza en el centro de nuestros esfuerzos para lograrla.
- Introducción de los cofacilitadores al borrador cero del «Pacto para el Futuro” A continuación, se ofrece un resumen de los puntos clave presentados en cada capítulo del Pacto, seguido de las reacciones de los Estados miembros al borrador cero. Chapeau «La Cumbre del Futuro debe aportar soluciones multilaterales para un mañana mejor». – Antje Leendertse, Representante Permanente de Alemania y cofacilitadora de la Cumbre del Futuro Los cofacilitadores trataron de redactar un «chapeau» (introducción) que pudiera leerse como un texto independiente, de una visión de futuro compartida y centrada en las personas. Debería contener un lenguaje «menos ONU» y más accesible para llegar a un público más amplio. Los temas del aprovechamiento de la cooperación, la confianza y la equidad para crear un sistema multilateral revigorizado con la ONU en su centro fueron centrales en todas las presentaciones del Borrador Cero, que el borrador de Chapeau trató de resaltar. La embajadora Leendertse también señaló cómo muchos Estados miembros propusieron desarrollar mecanismos para revisar la aplicación del Pacto antes de que finalice la 78 sesión de la Asamblea General, con el fin de garantizar que se cumplan los compromisos adquiridos en el Pacto. Capítulo 1: Desarrollo sostenible y financiación del desarrollo La cofacilitadora destacó que este capítulo se basa en la Declaración Política sobre los ODS adoptada en la Cumbre sobre los ODS de septiembre de 2023, que hace hincapié en la necesidad de acelerar la plena aplicación de la Agenda 2030. Los aportes de los Estados miembros exhortaron a adoptar medidas prácticas para garantizar el progreso en la consecución de los ODS, así como a la ampliación de la financiación para el desarrollo, como el aumento de la asistencia oficial al desarrollo y la ejecución del Estímulo de los ODS, propuesto por el Secretario General. Varias propuestas al Borrador Cero subrayaron la importancia de incluir los impactos del cambio climático como un factor central en todos los futuros esfuerzos humanitarios y de desarrollo, dada su naturaleza creciente. En consecuencia, este capítulo contiene referencias al Fondo de Pérdidas y Daños y a una transición para abandonar los combustibles fósiles. También reafirma, basándose en los aportes de los Estados miembros, que deben abordarse todos los obstáculos que impiden el desarrollo sostenible, incluido el uso de medidas coercitivas unilaterales, una cuestión que preocupa en muchos aspectos del multilateralismo Capítulo 2: Paz y seguridad internacionales Al resumir el enfoque del Capítulo 2, la cofacilitadora destacó que el llamamiento a hacer pleno uso de las herramientas de paz y seguridad de la ONU era un tema común a todos los aportes de los Estados miembros a este capítulo. Aumentar el papel de la ONU en los procesos de mediación surgió como una cuestión clave para varios Estados miembros, pero sigue siendo una incógnita cómo hacer que este componente sea viable en el marco del Pacto. Abordar las causas profundas y los factores que propician todas las formas de violencia ocupó un lugar destacado en las propuestas, al igual que abordar las interrelaciones entre paz, desarrollo y derechos humanos. Este capítulo también incluye referencias a la puesta en práctica de los programas Mujer, Paz y Seguridad y Juventud, Paz y Seguridad; muchos de sus componentes reflejan la Nueva Agenda para la Paz del Secretario General. Debido a la amplitud de prioridades que abarca este capítulo (mediación, prevención, consolidación de la paz, lucha contra el terrorismo, desarme/no proliferación), la cofacilitadora hizo hincapié en que este capítulo podría tener una extensión considerable. Capítulo 3: Ciencia, tecnología e innovación (CTI) y cooperación digital Dado que el Pacto Mundial Digital (que se propone como un anexo al Pacto) abordará la mayoría de las cuestiones pertinentes a este capítulo, la cofacilitadora informó brevemente sobre el mismo. Hizo hincapié en que este capítulo reconoce el potencial de las nuevas tecnologías para acelerar los ODS, como la utilización de las CTI para abordar cuestiones relacionadas con la salud, el cambio climático y la seguridad alimentaria. Todas las aportaciones relativas al Pacto Mundial Digital se dirigirán a los cofacilitadores del Pacto Mundial Digital, Anna Karin Eneström, Representante Permanente de Suecia, y Chola Milambo, Representante Permanente de la República de Zambia, para su negociación por separado. Capítulo 4: Juventud y generaciones futuras Basándose en los aportes al borrador cero recibidos y en consultas previas, la cofacilitadora destacó cómo se había ampliado este capítulo para incluir elementos socioeconómicos como el derecho de los jóvenes y de las generaciones futuras al pleno empleo y a la educación, fundamentales para el bienestar de ambos grupos. En este capítulo también se abordan cuestiones relativas a la salud mental, sexual y reproductiva, así como el aumento de la participación de los jóvenes en los procesos de toma de decisiones, tanto a nivel internacional como nacional. Las contribuciones también señalan que las necesidades y los derechos de los niños son independientes de los de los jóvenes y las generaciones futuras. Al igual que el capítulo anterior, este capítulo es relativamente corto debido a que las Generaciones Futuras se abordarán en un anexo separado, dirigido por Brian Christopher Manley Wallace, Representante Permanente de Jamaica y Yoka Brandt, Representante Permanente del Reino de los Países Bajos.
Capítulo 5: Transformar la gobernanza mundial. Garantizar que el sistema multilateral esté mejor equipado para abordar los problemas y desafíos surgió como un tema central en todas las aportaciones. La cofacilitadora enumeró que esto incluye la reforma de las principales entidades de la ONU, como la Comisión de Consolidación de la Paz, así como la puesta en marcha de un mecanismo para hacer frente a las crisis mundiales. Otro elemento clave muy destacado en todas las propuestas del Borrador Cero son los pasos tangibles para reformar la arquitectura financiera internacional: propuestas como la redistribución de los Derechos Especiales de Giro en el FMI y la reforma de los Bancos Multilaterales de Desarrollo. Este capítulo también aborda el establecimiento de un marco de métricas alternativas para medir el desarrollo que complementen o vayan más allá del PIB. Otras propuestas incluyen el fortalecimiento de los mecanismos existentes, como la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y los instrumentos de derechos humanos. Para concluir sus observaciones sobre el Capítulo 5, la cofacilitadora declaró: «Por último, pero no por ello menos importante, hemos escuchado alto y claro, que la reforma del Consejo de Seguridad tiene que ser una prioridad para la Cumbre del Futuro». Añadió que la reforma del Consejo de Seguridad será el tema central del proceso de negociación intergubernamental de junio dirigido por Austria y Kuwait, y que los Estados miembros deben evitar duplicar procesos paralelos. El texto presentado en el Borrador Cero incluye un lenguaje inicial que indica la intención de reforma, ya que esperan recibir una propuesta o texto consensuado del proceso de la IGN que podría entonces utilizarse como base para posteriores negociaciones del Pacto.
Como Gandhi dijo, es más que probable que «la tierra proporcione lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre».
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