Se dice por allí que la bitcoin volvió a desplomarse. Pero en esta oportunidad ha sido un desplome no en picada sino en cámara lenta. Lo cierto del caso es que perdió 27,30% de su valor en el mercado en 27 días, al pasar de 67.566,83 dólares (8 de noviembre) a 49.119,61 dólares (5 de diciembre).
Tanto la bitcoin como el Índice CMC Crypto 200 (CMC200) y el índice Standard & Poor’s 500 (SP500) alcanzaron un máximo el 8 de noviembre de 2021.
A partir de ese máximo, los 3 mencionados comenzaron a descender pero el SP500 revirtió su descenso alcanzando un nuevo máximo 10 días después, el 18 de noviembre. No así la bitcoin y el índice CMC200, que continuaron descendiendo en precio. El SP500 se les unió en descenso a partir del 25 de noviembre.
El co-movimiento en precios de la bitcoin y de los dos índices mencionados -visto en el coeficiente de correlación de Pearson- no es de extrañar pues a partir de mediados de agosto 2021 comenzaron a moverse «juntos» y ya para el 5 de diciembre el cuantificado era de +0,71 entre el CMC200 y el SP500 y de +0,48 entre la bitcoin y el SP500. Debo mencionar también que el coeficiente de correlación entre la bitcoin y el CMC200 fue, para esa fecha del 5 de diciembre, igual a +0,93.
Más todavía, para 198 observaciones entre el 4 de diciembre de 2020 y el 5 de diciembre de 2021, la covarianza normalizada entre los cambios diarios en precio entre la bitcoin y el SP500 arrojó el valor de +1,79 que no es una magnitud tampoco de extrañar dado que las estadísticas descriptivas de esas 198 observaciones indican que la variación promedio diaria del precio de la bitcoin fue 3,5 veces mayor que la homologa del SP500 mientras que la desviación estándar de las variaciones de precio diarias de la bitcoin fue 5,5 veces mayor que la del SP500.
De paso, las estadísticas descriptivas no solo sirven para caracterizar los movimientos del precio o del retorno diario del activo en cuestión, sino que ayudan a tomar la decisión de definir y colocar las órdenes “stop loss” que evitan que la posición en dicho activo se desinfle.
También y para el lunes 6 de diciembre, fecha en que escribo el artículo, los índices de sentimiento de mercado relacionados con la bitcoin estaban en sus mínimos: el Bull & Bear de Augmento en 0,108 y el Fear & Greed Index en 16, ambos ubicados en sus quintiles inferiores: pesimismo del bueno.
Cuando uno revisa las tendencias de búsqueda de la palabra «Omicron» en la herramienta Google Trends -en el mundo y en Estados Unidos- encuentra que la misma se comienza a mencionar a partir del 26 de noviembre de 2021 con un grado de importancia de 16 sobre 100 en el mundo y de 24 sobre 100 en Estados Unidos, es decir, mayor en Estados Unidos.
Google gestiona miles de millones de búsquedas al día y en el caso de Google Trends y para poder gestionar rápidamente la solicitud, utiliza un muestreo aleatorio de las búsquedas, misma que permite ver un conjunto de datos representativo que a su vez permite encontrar la información solicitada en cuestión de minutos. Lo anterior posibilita la siguiente conjetura que explicaría el descenso en precio de los mercados a partir del 8 de noviembre por el tema de la variante omicron: ya había conocimiento de la nueva variante pero tal información no fue representativa para Google Trends sino hasta el 26 de noviembre. De hecho, omicron del covid 19 fue calificada “variante de preocupación” ese mismo día.
Hay trabajos interesantes y recientes que explican que el auge (y caída) en los precios de la bitcoin reviste características tanto endógenas como exógenas. Las endógenas derivadas del auto-refuerzo del pastoreo cooperativo y los comportamientos imitativos de los actores del mercado (herd behavior) y las exógenas impulsadas por eventos que incluyen, por ejemplo, adquisiciones y adopciones a gran escala por parte de instituciones reconocidas (o el rechazo de gobiernos), así como también el impacto en las finanzas de las empresas de esquemas de vacunación y aparición de nuevas variantes de covid 19.
La correlación y la diversificación son tan importantes que fueron un tema central de uno de mis artículos para El Nacional, aquel titulado «Diversificación», del pasado 11 de junio.
El motor de la diversificación es la inversión en activos no correlacionados entre si y quien ni siquiera se enteró de que la bitcoin, el resto de las criptomonedas y el mercado estaban juntos en un cuasi paroxismo correlacional, pues hoy tiene un boquete de un poco más de un cuarto de valor del que tuvo hasta el 8 de noviembre.
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