Puede que Maduro, acosado en las calles por muchedumbres que parecen presagiar su salida, se haya convencido de que era tiempo de buscar que Estados Unidos levantara la recompensa de 15 millones de dólares por su cabeza como jefe del Cartel de los Soles acusado de “narcoterrorismo” desde marzo de 2020.
Su jefe de campaña, Jorge Rodríguez, ha dicho que ambas partes se comprometieron a “trabajar de forma conjunta para ganar confianza y mejorar las relaciones” en la reanudación de conversaciones anunciadas por el propio Maduro a comienzos de julio, “luego de pensarlo durante dos meses”.
Sin embargo, se comprende que cuando un asunto como este se presenta con tales abstracciones -teniendo como telón de fondo las presidenciales de este 28 de julio-, es que la causa verdadera debe ser otra.
Sugestivamente se trata de las mismas conversaciones entre Washington y Caracas que comenzaron en secreto a finales del año pasado en Qatar e incluyeron el canje de presos que favoreció a Alex Saab, y que ahora procura “buscar nuevos acuerdos”.
Desde marzo de 2022, cuando una delegación de la Casa Blanca viajó a Caracas para reunirse con Maduro, este manifestó que todos los puntos estaban sobre la mesa.
No parece haber quedado duda al respecto después de que Biden liberó a los narcosobrinos. Y al testaferro de Maduro Alex Saab, que junto con su socio colombiano Álvaro Pulido -un antiguo narcotraficante-, pudo internarse también en el negocio de la droga, campo donde la especialización del régimen deja suponerlo.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un organismo independiente de la ONU, advirtió en un informe en Viena en marzo de 2020 sobre las operaciones de mafias para inundar de drogas Estados Unidos y Europa con la complicidad de militares y civiles del régimen venezolano agrupados en el Cartel de los Soles.
El narcotráfico desde Colombia, dice el documento de la JIFE, cuenta con luz verde de militares en territorio venezolano. Eso apunta a la inepta cúpula castrense que arrastró al suplicio a jóvenes soldados frente a los rivales del socio del régimen Iván Márquez en la desastrosa guerra de guerrillas de 2021 en Apure por el negocio de la droga.
Perplejo ahora por los gritos que en las calles lo persiguen con el clamor de libertad, Maduro parece aferrarse a un probable futuro de inmunidad negociada frente a la recompensa de 15 millones de dólares para capturarlo. Uno de sus acusadores en la causa del Cartel de los Soles fue el entonces fiscal adjunto Brian Benczkowski, que llevó el caso de Joaquín “el Chapo” Guzmán.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional