En virtud de los acontecimientos ocurridos en los últimos días tanto en nuestro país como en los Estados Unidos, no puedo dejar de abordar tres aspectos que considero de primer orden; de allí el titular de este artículo, que desglosaré en 3 sub títulos.
1. La presencia de Richard Grenell en Miraflores
Esa fue una visita anunciada, de tal manera que no hubo ninguna sorpresa. Pero la ausencia de una nota oficial del régimen dando cuenta de las materias abordadas entre el diplomático en misión especial y Nicolás Maduro da lugar a todo tipo de especulaciones. Uno podría pensar por lo declarado por Grenell que él le mostró a Nicolás la ¨zanahoria¨ y el ¨garrote¨. La zanahoria que se tomara una foto con él que pudiera utilizarla como quisiera, incluso para advertir a los rusos, chinos, iraníes, cubanos y demás compinches, que ahora su nuevo mejor amigo es Donald Trump, pero hasta ahí; dejando muy claro que su gobierno no lo reconoce como presidente legítimo y que, por el contrario, le ofrecen la ¨zanahoria¨ de que abandone el país y le dan todas las garantías a él y a quienes él señale. Igualmente, el gringo exigió la entrega de 6 de sus compatriotas injustamente encarcelados, lo cual fue concedido, lo que no se sabe es si allí surtió efecto la ¨zanahoria¨ o Richard mostró el ¨garrote¨. Quienes aún estamos en nuestro país, así como los que están fuera queremos saber qué recibió Nicolás a cambio por la entrega de los norteamericanos secuestrados por el régimen, a pesar de que el enviado especial afirmó que solamente la foto con él. La verdad es que yo no creo que Nicolás sea tan flojo y se haya entregado tan rápido; a menos que el ¨garrote que le mostró el gringo era de tales dimensiones que no tuvo opción. O de repente, los gringos son tan diabólicos que pactaron con Nicolás, quédate tranquilo, nos hacemos los locos y con el paso del tiempo logras la legitimidad de ejercicio. ¡Y colorín colorado!
2.- La cancelación del TPS para nuestra gente
Ya en el Registro Federal de Estados Unidos (equivalente a nuestra Gaceta Oficial) se publicó la decisión mediante la cual queda sin efecto la prórroga acordada por el gobierno de Biden. Somos conscientes de que cada gobierno hace uso de su legislación para preservar sus intereses, pero todo acto de gobierno debe ser producto de un severo análisis y rigurosa evaluación de sus causas y consecuencias. Cuando el presidente Trump dijo hace 1 semana que 92% de los venezolanos había votado por él, que le preocupaba su gente, que Maduro era un dictador y que haría todo lo necesario para que regresaran a su país seguros y en libertad, sus palabras generaron en nuestros compatriotas un estado de euforia, que luego se ha convertido en depresión colectiva. Nadie puede digerir que Donald Trump sea tan HP, que para hacer quedar mal al expresidente Joe Biden, sacrifique a toda una comunidad que en 99% está aportando al progreso y al bienestar de Estados Unidos. Si el propósito es causar un daño personal o político a su antecesor, ¿por qué no deroga el decreto mediante el cual Biden blinda a su hijo para que no pueda ser enjuiciado por los supuestos delitos que cometió? O recurrirlo ante la Suprema Corte. Pero, lo peor de todo es que el secretario de Estado, Marco Rubio, afirme en la resolución que deja sin efecto la prórroga del TPS, que en Venezuela han cesado las causas que dieron origen al mismo, porque han mejorado las condiciones de salud, la economía y ha disminuido la inseguridad, si esto lo afirmara algún vocero o fanático de la tiranía, es entendible, pero que lo plasme en un documento oficial quien ayer nomás en su condición de Secretario de Estado, expresó: que el régimen de Nicolás Maduro era enemigo de la humanidad, confirma que a los gringos nos les importa si en un país hay o no democracia, si existen libertades o sus ciudadanos son oprimidos, solo les interesa que los gobernantes hagan lo que a ellos les produzca dividendos. Cuantos compatriotas han perdido familiares por no poder ser atendidos en los centros de salud por carecer de insumos básicos, medicamentos, equipos y hasta de personal, sin mencionar lo deteriorado de la infraestructura. Es posible que la economía muestre algún avance porque Chevron envió a Estados Unidos más de 200mil barriles de petróleo en el mes de enero y ojalá pudiera multiplicarse esa cifra, pero como se puede hablar de avance de nuestra economía, si son millones los venezolanos que solo perciben menos de 3 dólares de salario mínimo al mes, que es compensado con uno que otro bono y sobre todo quienes tienen familiares en el exterior que les envían su remesa que ya no alcanza, porque lo que en diciembre se adquiría con 100 dólares ahora se necesitan 460 dólares según lo afirman especialistas en la materia. Que la inseguridad ha disminuido, son miles los que son victimas del hampa en toda Venezuela por los más diversos delitos. Es verdad que hay cierto alivio porque la mayor parte del Tren de Aragua está en el exterior, pero aquí quedaron los demás trenes tan peligrosos como aquellos, y en las zonas fronterizas actúan impunemente el ELN, las disidencias de las FARC, los carteles del narcotráfico y el desenfreno de los cuerpos de seguridad que matraquean a todo el que pueden. ¿O será que, para Marco Rubio, esto no es inseguridad? Esperamos que en los próximos días los republicanos encuentren otra figura jurídica que brinde protección a los venezolanos.
Los ladrones de allá y los de acá
Desde la semana pasada se ha conocido en la opinión pública la intervención de la USAID, la agencia estadounidense que se encarga de proveer fondos a muchas organizaciones en los más diversos países del mundo, para múltiples propósitos, de los más relevantes, la ayuda a los migrantes de aquellos países donde las libertades están conculcadas, y también para quienes se han quedado en su país, pero se encuentran en condiciones excesivamente precarias. No hay ninguna información oficial del gobierno norteamericano que confirme que el gobierno interino presidido por Juan Guaidó recibió varios miles de millones para ayuda humanitaria de los fondos de la USAID. Sin embargo, los medios oficialistas y los propagandistas que están a su servicio se han esmerado en adelantar una amplísima y sistemática campaña, para hacerle creer a los venezolanos que todos los que no respaldamos a Maduro somos corruptos y que estamos enredados en este desfalco; como que si la corrupción en este país hubiese comenzado con el gobierno interino. La corrupción nació desde la época de la Independencia y no hay un solo gobierno que no haya tenido su escandalo en esta materia. Pero, si algún gobierno no tiene moral para opinar sobre el tema es el que feneció el 10 de enero, solo basta recordar como defendieron a Cruz Weffer, a Rafael Ramírez, a Tareck el Aissami, a Pedro Tellechea y otros cuantos, al final terminaron acusándolos de ladrones, porque ya no les eran útiles, pero no para combatir la corrupción, pues esa es la piedra filosofal de esta banda gubernamental. Por supuesto, que debemos condenar con todas nuestras fuerzas las irregularidades en las que haya incurrido cualquier miembro o no del interinato, que se haya beneficiado indebidamente de esos recursos. No hay ninguna diferencia entre los ladrones de allá y los de acá. Esperamos que la investigación llegue hasta el final y se sancione de la manera más severa a quienes resulten culpables. Sería terrible cambiar una mafia por otra, por eso una vez asumido el nuevo gobierno, tenemos que convertirnos en los más exigentes vigilantes para que la gestión pública se cumpla dentro de la mayor probidad y transparencia
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