Por Dr Pablo Kaplún Hirsz
La Fundación Tierra Viva es una ONG venezolana que es muy hábil en uno de los terrenos difíciles de la educación; el relativo a comunicación.
Con títulos cortos y llamativos logran poner a la gente a pensar, en tiempos dónde en que los humanos andamos muy angustiados por su más simple sobrevivencia. Virus y crisis son los símbolos de estos días.
Una de sus líneas son los «terragramas». Esto lo ha asumido fundamentalmente el equipo de Valencia de esa ONG, siendo su creador el joven biólogo Javier Rodríguez Irigoyen y la ilustradora Emily Ayala. Hay terragramas relativos al cambio climático y el efecto invernadero, tal como requiere el mundo de hoy, especialmente cuando comienza la COP26 en Glaswgow. Al ello alude el que encabeza este escrito.[1]
Otros refieren a cosas como más básicas, aparentemente menos importantes pero que no lo son, como puede verse en las imágenes colocadas más abajo como lo son especies invasoras que ponen en jaque a los ecosistemas e incluso la vida humana misma. Se hace mención a la «palometa peluda», al “pez león” la «rana toro», y al «tejedor africano».
De este último transcribo un texto que, por corto y preciso, termina siendo tremendamente pedagógico: “Las aves llamadas ‘tejedoras’ son originarias del África subsahariana y algunas especies de Asia y Australia. Cuando alcanzan una gran capacidad reproductora, y esta se sale de control, pasan a ser especies ‘invasoras’. Pero si además son capaces de establecer poblaciones en ambientes habitados por el hombre, se convierten en ‘plagas potenciales’.
El tejedor africano, en su lugar de origen, es considerado perjudicial para los cultivos de palma aceitera y arroz. En países donde ha sido introducido y se reproduce descontroladamente en la naturaleza puede atacar otros como sorgo, maíz y frutales. También pueden causar la muerte de árboles y palmas por la utilización intensa de las hojas para la elaboración de los nidos.
Resulta necesario diseñar una metodología para controlar la población de esta especie sin olvidar un programa de educación ambiental, y conocer la época de reproducción como base para crear un plan de erradicación de la misma».
La nuevas plataformas y redes sociales pueden servir para transmitir información y promover acciones en pro del conocimiento y la diversidad biológica del país. Eso es lo que intenta hacer Fundación Tierra Viva con sus terragramas.
Más terragramas en las cuentas de Instagram[2] y Twitter @tierravivavzla
[1] https://www.instagram.com/tierravivavzla/?hl=es
[2] Ver http://valenciatierraviva.blogspot.com/2019/10/terragramas-n-ii-039-050.html?m=1