Los venezolanos después de veinticinco años de lucha, gracias al liderazgo de María Corina Machado, hemos logrado encaminarnos en la ruta hacia la democracia y la libertad. María Corina supo conectar con la ciudadanía, tomando el liderazgo de la oposición, desplegando una estrategia para cumplir con los venezolanos y la comunidad internacional, honrando todas las exigencias del Acuerdo de Barbados y otras sugerencias de la comunidad internacional. Ahora bien, a pesar de las innumerables murallas, bloqueos y trampas empleadas por la dictadura y los aliados del régimen, María Corina, de manera estrictamente democrática, logró el triunfo de Edmundo González Urrutia. Le toca el turno a la comunidad internacional, que cumpla de manera real con sus promesas, que si la oposición hacía todo dentro de los parámetros democráticos, recibiría todo el apoyo que fuera necesario para lograr la necesaria transición y así poder cumplir con el mandato popular expresado el 28 de julio de 2024.
Como es de todos conocido, gracias a la estrategia denominada 600K, la oposición logró recopilar todas las actas en tiempo real antes de que el Consejo Nacional Electoral tratara inútilmente de cambiar los resultados con las mismas trampas con las que por tantos años engañó a los venezolanos y a la comunidad internacional. De nada valieron los anuncios del CNE y del Tribunal Supremo de Justicia, ambos aliados de la tiranía, haciendo malabarismos engañosos, que solo les creyeron los miembros de la dictadura y sus acólitos más cercanos.
Los gobiernos que dicen llamarse democráticos tienen una gran responsabilidad sobre lo que pase en el país. Han utilizado el tema de Venezuela en discursos ante los organismos internacionales e incluso en las campañas electorales, como es el caso de Estados Unidos. La candidata Kamala Harris declaró recientemente: “Nosotros no vamos a utilizar nuestra fuerza militar ahí”. Y continuó diciendo que para hacer respetar la voluntad del pueblo venezolano han implementado sanciones, en entrevista concedida a Telemundo noticias. En estos años de la actual administración, Estados Unidos ha desarrollado una política bastante débil hacia la dictadura, aunque sí es cierto que han aplicado sanciones personales y que organismos como la DEA han puesto precio sobre varios miembros del régimen. Por otra parte, ha habido un doble discurso porque también se produjo la liberación de los narcosobrinos y Alex Saab, en pleno juicio por blanqueo de dinero. Esos angelitos del mal fueron entregados al régimen de Venezuela, supuestamente por negociación de los dos gobiernos, para que el de Maduro cumpliera con el Acuerdo de Barbados, pero como siempre desde Miraflores se burlaron de la administración de Biden y Harris.
En esta época de elecciones, por supuesto que el régimen debe estar ligando que triunfe la candidata Kamala Harris, con la esperanza de que podrán seguir esquivando las sanciones de una u otra forma. Los resultados de las elecciones de Estados Unidos son cruciales para el futuro de Venezuela, y el candidato Donald Trump, con la experiencia de su primer gobierno, arrinconará a las dictaduras venezolana, cubana y nicaragüense. Además, está la dupla de los senadores federales, Marcos Rubio y la reelección de Rick Scott, ambos defensores por conquistar la democracia en Venezuela. Miraflores debe estar muy preocupada porque el mundo se le vino encima. Por todas partes, gran cantidad de gobiernos democráticos, congresos de diferentes países, la OEA, la ONU y recientemente el Grupo IDEA, que en palabras de Vicente Fox dijo: “Desde el momento mismo en que Nicolás Maduro fue proclamado inconstitucionalmente como presidente, desconociendo los verdaderos resultados de las elecciones del 28 de julio, se convierte automáticamente en un dictador”. Estas declaraciones fueron dadas en el IX Diálogo Presidencial Democracia, Ciudadanía, Migración y Venezuela 2024, celebrado recientemente en Miami por lo tanto tenemos que motivar para que los puedan ejercer el derecho a votar lo hagan pensando en el futuro de la región.
El régimen cada vez se está quedando más aislado. Sus amigos lo han dejado huérfano, y esto quedo demostrado en la Cumbre de los BRICS, donde Lula le negó la participación a la misma. Maduro dio pena ajena, deambulando por los pasillos como un arrocero tratando de colarse en la reunión, y cada vez que salía algún mandatario, corría de manera desperada para tratar de lograr algún acercamiento. La respuesta es clara, falta poco para una sentencia internacional y los miembros de los BRICS lo saben, todos los presidentes trataron de evitarlo y si no tuvieron más remedio que saludarlo, lo hicieron de manera nada amigable y el lenguaje no verbal demostró que no se sentían cómodos con alguien que está siendo cuestionado a nivel mundial. En otras palabras, incluyendo los aliados de la tiranía ya saben que Edmundo González Urrutia es el presidente electo de Venezuela.
El futuro del régimen luce bastante oscuro y aún queda algún tiempo para el 10 de enero de 2025. Las evidencias contra el régimen se han vuelto cada vez más sólidas y aunque la dictadura trate de aparentar que todo está bien, lo cierto es que ya deben estar haciendo sus maletas para tratar de escapar y es posible que los tiempos y los hechos no favorezcan a los miembros del régimen.
“Quien expresa su admiración por tiranos, es porque aspira a serlo él mismo”, Quinto Horacio Flaco.
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