OPINIÓN

Pantanal en llamas y denuncias yukpas

por Ambiente: situación y retos Ambiente: situación y retos

Siempre llega a esta columna voluminosa información semanal, la cual tratamos de difundir, pues es nuestro deber. Hoy quisiéramos destacar la información y opinión de un destacado experto uruguayo sobre El Pantanal, esa enorme extensión que discurre entre Brasil (en su mayor parte) y Bolivia y  Paraguay y luego una denuncia de las comunidades yukpa de nuestro olvidado extremo occidente venezolano.

Pantanal en llamas

Por Hernán Sorhuet Gelós

Como establece la dinámica de las estructuras ecosistémicas, los biomas regionales están íntimamente relacionados entre sí.

A la tragedia ambiental ocurrida recientemente en el Amazonas a causa de la interminable sucesión de incendios, se le suma ahora el gran Pantanal.

Desde febrero el más grande humedal del planeta padece similar devastación, sufriendo enormes pérdidas materiales y de su biodiversidad (una de las más ricas el planeta).

La inusual falta de agua parece ser el factor principal para la acción de oportunistas que aprovechan la situación para tratar de cambiar el uso de la tierra de manera ilegal y extrema.

La estación húmeda, de abundantes lluvias, se extiende anualmente desde noviembre a mayo. Para tener una idea de la magnitud de este extraordinario fenómeno natural, en ese inmenso territorio (más de 300 mil kilómetros cuadrados) el nivel del agua sube unos 3 metros, desbordando todos los ríos y anegando un 80% de su extensión; se comporta como un enorme delta interno por la confluencia de varios ríos, entre los que sobresale el Paraguay.

Foto definida como “ilustrativa” en comunicado del Senado Paraguayo (2019) http://www.senado.gov.py/index.php/noticias/noticias-comisiones/4109-comunicado-sobre-incendios-forestales-en-alto-chaco-y-pantanal-paraguayo-2019-09-12-10-21-20#

Queda claro que lo que está ocurriendo allí se debe a varios factores.

Estamos en un año extremadamente seco, con escasísimas lluvias, temperaturas muy elevadas y baja humedad en el aire. Por lo tanto, no ocurrieron las esperadas inundaciones.

No se sabe cuánto ha incidido en este inusual comportamiento lo ocurrido en la vecina Amazonia. Pero está claro que lo ha hecho. El comportamiento hídrico de la gran selva sudamericana resulta esencial para el régimen anual de lluvias del Pantanal y la Cuenca del Plata. Las perturbaciones que la escalada de incendios le provoca, inevitablemente impactan en el resto de la región.

Los fuegos en el Pantanal comenzaron en febrero, época en que debió estar cubierto de agua.

Muchas personas inescrupulosas percibieron esta situación como una oportunidad para deforestar y arrasar quemando grandes extensiones de la vegetación natural.

La mayor parte de este humedal se localiza en territorio brasileño (estados de Mato Grosso y Mato Grosso del Sur); el resto pertenece a Bolivia y Paraguay.

Está claro que el Pantanal no concita la atención internacional que logra la Amazonia en los grandes medios y gobierno influyentes, lo cual al parecer se refleja en una reacción proporcional de la opinión pública, de las autoridades estadales, federales y nacionales.

Hay que puntualizar que la vulnerabilidad del Pantanal también se explica por el hecho de que 95% de su superficie está en manos privadas y solamente 5% está protegida.

Es evidente que la situación deja el descubierto una peligrosa fragilidad en la gestión del Pantanal.

Lo que allí ocurre está en las antípodas del concepto de sostenibilidad recomendado para dirigir cualquier gestión de los recursos naturales y, en especial de los patrimonios de diversidad biológica de los países.

Una vez más los hechos encienden las alarmas en Suramérica. El futuro de nuestra región debe construirse sobre la exuberante riqueza natural que aún sobrevive, utilizando el conocimiento científico, el sentido común, y las oportunidades de desarrollo de calidad superior que nos ofrece la conservación como buque insignia del siglo XIX.

Una propuesta de los cacique yukpa al MINPPI en la gobernación

Sociedad Homo et Natura

El Ministerio de Agricultura y Tierra con la Gobernación del Zulia de Arias Cárdenas elaboraron dos documentos que aún posee el cacique Sabino Romero Martínez en los que se establece la situación real de cada hacienda entregada, sus costos y sistema de asesoría técnica. Cuántas vaqueras por arreglar, cuántos rollos de alambres de púas hay que comprar y grapas, tipo de pasto, etcétera.

Ese dinero para desarrollar las haciendas entregadas luego del asesinato de Sabino lo propuso el mismo presidente Chávez. Pero murió, y Maduro, ignorante de todo, al ser aprobado el dinero al fin por la Asamblea Nacional, se lo entrega a una recién llegada al cargo de ministra del MINPPI. Ignorante y sin consultar al liderazgo yukpa, malgastó el dinero. Compró unas vacas y las entregó a diestra y siniestra entre algunas comunidades. Craso error. No hubo asesoramiento técnico. Ni mejoramiento de vaqueras y potreros. Muy pocas comunidades aún las mantienen y las cuidan; otras se las comieron o vendieron. Casi todos los hijos de Sabino hoy venden queso en Machiques o Maracaibo.

No se ha hecho un balance de la entrega de ese ganado.

Hoy el presidente Nicolás Maduro habla de un Banco Agrícola para otorgar créditos y de una empresa denominada “Agro Sur” que venderá los insumos y luego comprarle la producción a los empresarios del campo, o la burguesía revolucionaria de la que habla el ministro Wilmer Castro Soteldo.

Preguntamos por qué no se incluye a los yukpa en este circuito agropecuario con los campesinos y campesinas, o sea a la ”Gran Misión Agro Venezuela” que coordina Castro Soteldo.

¿Por qué no se rescatan las miles de hectáreas de café que tienen las comunidades indígenas yukpa en las altas montañas de la Sierra de Perijá?

Todos los años las familias yukpa producen miles de sacos de caraotas, maíz, jojotos, ocumo, batata, auyama; miles de litros de leche; kilos de queso y carne de res, cerdo, oveja, gallina, etcétera, etcétera. Los intermediarios y los transportistas los arruinan. Están solos con sus enemigos.

Maduro Moros no tiene una política para los indígenas. No existen. Deben desaparecer. Dedicarse a mineros, peones de haciendas, a incorporarse a las guerrillas, a pordioseros… Criollizarse

MINPPI, MIUVEN y la Gobernación del Zulia les cierran las puertas, tal como el pasado martes ocurrió en la visita a la Residencia Oficial y en la gobernación de Omar Prieto Fernández, donde hubo enfrentamiento con policías y golpes.

Incluso, la secretaria de la gobernación (omitimos nombres porque la idea no es difamar, solo denunciar), hoy en campaña a diputada a la Asamblea Nacional, les dijo en la reunión anterior que no los quería ver más por la gobernación. Y los policías amedrentaron a los choferes de las dos busetas alquiladas. Si regresan van presos.

El MINPPI y la Gobernación del Zulia solo atiende a indígenas cuando les conviene, ¿se llama esto racismo?