Por Clima 21
La política oficial de opacidad informativa bloquea toda información sobre el derrame que se produjo en la costa de Carabobo, a pesar de ello una consulta a expertos permite inferir que este evento puede ser el mayor de los ocurridos desde al menos el 2020 y que la respuesta de los organismos competentes ha sido tardía, escasa, y fuera de los estándares y normas nacionales e internacionales de actuación frente a este tipo de eventos.
En las actuales circunstancias que vive Venezuela es fácil ignorar eventos distintos a los políticos, pero, que igualmente tienen un fuerte impacto sobre los ciudadanos del país y sus derechos.
A pesar de ello, es necesario volver la mirada hacia el derrame que actualmente está afectando las costas de los estados Carabobo, Falcón y Aragua, ya que tiene el potencial de afectar de manera grave la salud ambiental y humana, así como la economía local. Este acontecimiento fue denunciado, en primer lugar, por investigadores venezolanos el pasado 13 de agosto, luego de que fueran detectadas, en imágenes satelitales, una gran mancha de hidrocarburos en la zona marina frente a las costas de Golfo Triste en el estado Carabobo.
Posteriormente, diversos medios de comunicación reportaron la presencia de playas contaminadas y grandes manchas negras en la zona entre Morón y Boca de Aroa. Incluso algunas comentaron la posibilidad de que pudiera afectar territorios fuera del país.
Luego de haber transcurrido tres semanas de que el derrame fuese detectado ¿Qué sabemos de sus características y de las acciones que se deberían haber tomado para actuar frente a este desastre?
En gran medida la sociedad venezolana está totalmente desinformada al respecto, ya que los organismos competentes no han aportado la más mínima información sobre este evento.
Esta política de silencio y opacidad informativa ha sido la norma en la mayor parte de los derrames previos y ya desde el principio del evento actual en Clima21 denunciamos la total ausencia de información oficial.
Dentro de esta situación de desinformación oficial ¿qué es posible conocer de la situación ocurrida y sus posibles impactos?
Para ello se realizó una consulta a expertos. Igualmente se revisó la información aparecida en las noticias que sobre el evento han sido publicadas en las últimas semanas, tanto en portales nacionales, como fuera del país.
Una síntesis apretada de esta pesquisa es la siguiente:
¿Se tiene un estimado de la posible fecha de inicio del derrame?
No hay consenso entre los especialistas consultados a este respecto, ya que no hubo información sobre la presencia de la mancha de hidrocarburos hasta al 13 de agosto. A pesar de ello, la mayoría de los consultados apunta a que pudo iniciarse en algún momento del mes de julio.
¿Se sabe cuál es el origen del derrame?
Las imágenes satelitales apuntan a que el sitio de origen fue la Planta de Refinación de El Palito, en Morón, estado Carabobo. Pero no hay ninguna información oficial que permita asegurar este hecho.
Es importante recordar que la zona ha estado afectada por, al menos, cuatro derrames petroleros importantes desde el año 2020 y que algunos grupos ambientales aseguran que en esas costas han ocurrido al menos 20 derrames desde 2019.
¿Se conoce en qué momento dejó de verterse hidrocarburos al mar?
No existe ninguna información que pueda usarse para afirmar cuándo finalizó el vertido de contaminantes.
Algunos de los especialistas consultados indican que pudo suceder en algún momento de la última semana de agosto, ya que en imágenes satelitales no pudieron ser observadas manchas de hidrocarburos en las cercanías de la Refinería El Palito, pero son muy cautelosos en aseverar este hecho.
¿Se tiene un estimado de la magnitud del evento en términos de la superficie de la mancha de hidrocarburo y la extensión de costa afectada?
Los especialistas consultados tienen estimaciones que oscilan entre los 225 y los 593 km2, de acuerdo con la fecha en que se realizó la medición en las imágenes satelitales.
Sólo como medida comparativa, el menor de estos estimados sería equivalente a un poco más del 65% de la superficie del Lago de Valencia (344 km²).
Asimismo, calculan que el derrame pudo haber afectado cerca de 60 km de línea costera, entre Borburata (estado Carabobo) y Boca de Aroa (estado Falcón). Otras informaciones no confirmadas aseguran que fueron observadas manchas de petróleo en Choroní (estado Aragua).
En función con lo anterior ¿este es el derrame más grande que se ha registrado en al menos los últimos 5 años?
Aun cuando es difícil establecer comparaciones cuando no se cuentan con datos oficiales, todos los investigadores consultados consideran que el actual puede ser el mayor de los ocurridos desde al menos el 2020.
Es necesario indicar que hasta donde es posible conocer, el derrame del 2020 ocupó cerca de 85 Km2, el del 2023 unos 100 km² y el actual sería entre una vez y media y seis veces mayor que el más grande de los registrados anteriormente.
¿Se conoce si el derrame ha afectado áreas naturales protegidas?
La mayoría de los consultados consideran que sí. Existen reportes e información satelital que indica que al menos puede haber afectado los cayos externos del Refugio de Fauna Silvestre de Cuare (estado Falcón), la costa externa del Parque Nacional Morrocoy (estado Falcón), principalmente desde la Bahía de Morrocoy hasta el Cayo Borracho, así como a algunas de las islas del Parque Nacional San Esteban (estado Carabobo).
¿Es posible hacer alguna estimación sobre el impacto del derrame?
Existe un total consenso entre los investigadores consultados de que sin información técnica adecuada es imposible estimar la magnitud de los daños que pudieron producirse.
Asimismo, subrayan que se requiere la realización de pruebas para medir la presencia de sustancias tóxicas en el agua, personas y tejidos de organismos marinos, así como la respuesta a corto y largo plazo de los ecosistemas acuáticos. Asimismo, mencionan la necesidad de estimar el impacto económico sobre las comunidades locales.
Adicionalmente, uno de los expertos consultados señaló que sería necesario no sólo medir el impacto del evento actual, sino el acumulado por todos los previos.
A pesar de ello, todos están de acuerdo con que el impacto puede ser muy alto al ser afectados ecosistemas sensibles, de alta importancia ambiental, así como para la salud y economía humana.
Igualmente, todos exhortan a que se realicen estudios interdisciplinarios, no sólo para entender el impacto del actual evento, sino para aprender sobre el mismo y utilizar esta información para disminuir la probabilidad de ocurrencia de otros desastres como el actual.
¿Es posible afirmar que los organismos gubernamentales están actuando de manera efectiva para mitigar el impacto del derrame?
Hasta ahora es prácticamente imposible contestar esta pregunta de manera inequívoca y responsable.
Los investigadores consultados indican que se ha observado actividades de limpieza de algunas zonas costeras, pero no en la escala y con los protocolos esperados.
Igualmente, que algunas de estas labores parecen haber sido realizadas por comunidades locales y alcaldías, los cuales no cuentan con formación, equipos de protección, ni procedimientos adecuados para la realización de estas labores de manera segura y eficiente.
Igualmente, mencionaron comentarios realizados por pobladores locales sobre haber observado el uso de algún tipo de sustancia química en la zona del derrame. Hasta el momento ha sido imposible asegurar la veracidad de esta información.
Además, opinan que el absoluto silencio y el bloqueo comunicacional atenta contra la realización de una labor mucho más efectiva, que cuente con la participación de expertos, organismos internacionales especializados y las propias comunidades locales. Así como impide salvaguardar la salud y derechos de los pobladores en las zonas afectadas.
Finalmente, la mayoría considera, que la respuesta gubernamental ha sido tardía, escasa, y fuera de los estándares y normas nacionales e internacionales de actuación frente a este tipo de eventos, así como contrario a los convenios internacionales firmados por el Estado venezolano.
A partir de la información aportada por los investigadores y medios de comunicación resulta evidente que el Estado venezolano de nuevo viola los derechos humanos de los ciudadanos incluyendo el de la salud, ambiente sano, trabajo digno, desarrollo y los derechos a la información ambiental y la participación en asuntos ambientales.
Reiteramos nuestra exhortación a que la industria petrolera nacional inicie una transformación hacia una acción y desempeño eficiente, responsable y con total apego a las normas legales nacionales y convenios internacionales en materia de ambiente y derechos humanos.
Asimismo, que el Estado venezolano desarrolle políticas efectivas que permitan avanzar hacia un país en el que su desarrollo y prosperidad esté fundamentado en el uso del patrimonio natural del país de manera participativa, responsable y respetuosa.
Por lo contrario caminaremos en la oscuridad hacia la destrucción y la miseria.
Ambiente: Situación y Retos es un espacio de El Nacional, coordinado por Pablo Kaplún HIrsz
www.movimientoser.wordpress.com , email: movimientodeseraser@gmail.com