“La voz que clama en el desierto”. Esta frase es muy apropiada en estos momentos en que celebramos el nacimiento de un Avatar, le digo Avatar, porque dominaba los cuatro elementos de la naturaleza, y que dejo perplejos a los seres humanos de esos tiempos con sus acciones y palabras de Luz. No lo aceptaron, y aunque actualmente se calcula unos dos mil millones de seguidores, los que lo comprenden son muy pocos. Si lo comprendieran, estaríamos seguros de la seguridad en este plano. Se llega al colmo, de que hacen guerras en nombre del Maestro Jesús, del amor y de su bondad. Este periodo del año, en que celebramos el Solsticio de Invierno, y el nacimiento del Avatar, Maestro Jesús, es propicio para la introspección y auto evaluación del mensaje que nos dejo el Maestro. Sabemos que el 25 de diciembre no es el día del nacimiento del Maestro Jesús, pues se confunde con la Epifanía (los cristianos recuerdan la visita que los magos le hicieron a Jesús en su nacimiento) celebrada en los meses de abril y mayo, pero no hay un registro fidedigno que lo acredite como tal. Fue en el Siglo IV, Cirilo de Jerusalén (Obispo de la Iglesia de Alejandría – en el año 385 como obispo gobernó la diócesis de Alejandría en Egipto), y el Papa Julio I, hicieron una investigación y el resultado fue determinar el 25 de diciembre, solsticio de invierno, como natalicio del Maestro Jesús. Muchos dioses paganos tenían esta fecha como su natalicio de dioses solares: Adonis, Baco, Osiris, Apolo, etc. en honor a ellos se celebraban los misterios de Egipto y Grecia. Los historiadores de las religiones, dicen que el mito del signo celestial de la Virgen y el niño existen desde hace miles de años, se pierde en la noche de los tiempos. En esta época del año es mayor la oscuridad en la tierra. Después la Luz disipa las Tinieblas, a medida que pasan los días el poder del Sol es latente. Mitra, fue un Dios muy importante, que renacía en el solsticio de invierno, su fiesta en Roma se llamaba “Natalia Solís Invicti”, o el “Nacimiento del Sol Invencible”: originario de Persia, y se extendió por Roma, Egipto, Asia Menor y Grecia. Mitra nació en una caverna, el veinticinco de diciembre de una madre virgen. Nació como hombre para redimir los pecados del mundo, era conocido como “El Salvador”, el Hijo de Dios, enseño la doctrina del amor y de iluminación, murió y fue llevado a una tumba de donde resucito al tercer día. Ahora bien, si miramos la navidad desde el punto de vista Iniciático, la veremos con la verdadera cara de esta magna fecha, y el motivo que celebramos. El solsticio de invierno sucede cuando la tierra esta más cerca del sol, los rallos espirituales llegan directamente, estimulando la espiritualidad. Las fuerzas espirituales están en su flujo mayor, y termina con la muerte iniciática, y esto libera al ser humano de las trabas de la materia, manifestándose una subida de nivel de estado de consciencia. Para poder llegar a este nivel, hay que deslastrarnos de lo más inútil del mundo profano, que nos impide avanzar en el sendero iniciático. El flujo más alto de las actividades espirituales está en la noche del 24 y 25 de diciembre. La concepción marco el inicio del descenso del espíritu al cuerpo material. Cuando este Gran Espíritu llega al cuerpo material, con el objeto de guiarnos en el sendero de la Luz, nosotros, en lo terrenal realizamos una iniciación, donde nos deslastramos del mundo profano, tenemos una muerte iniciática, simbólica, para poder comprender al que descendió al mundo terrenal. La muerte consiste en deslastrarnos de los pensamientos que nos atan a este plano, el salir de la Gruta, de las tinieblas, salimos hacia libertad, hacia la Luz, hacia nuestro segundo nacimiento, si lo comprendemos, todo depende de nuestro nivel de estado de consciencia. Esta fiesta navideña, es la ratificación del amor, la bondad y la comprensión entre todos los seres humanos. El Avatar, Maestro Jesús, tiene varias Iniciaciones, desde su nacimiento hasta su muerte física. Primera Iniciación: el nacimiento, en una gruta. Los masones sabemos, que en este lugar morimos al mundo profano. Segunda Iniciación: Bautismo, por Juan el Bautista. Es la incorporación del alma de Cristo en su cuerpo. En la Gruta: purifico, mente, cuerpo y deseos. El que siga el sendero de Luz, cumple con este paso para llegar a la Luz. Tercera Iniciación: La visita de los Reyes Magos, quienes representan, los tres reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral. Cuarta Iniciación: la Transfiguración, en este momento, Moisés y Elías se hacen parte del Maestro Jesús (atma, Budi y Manas). Los tres Apóstoles dormidos, los tres cuerpos que han sido vencidos: cuerpo de los deseos, la mente y cuerpo físico. Quinta Iniciación: Pasión, Crucifixión y muerte Iniciática. Cuando el Avatar se une al cuerpo físico de este plano, muere al mundo espiritual y cuando sale del cuerpo físico, nace al Plano espiritual. El sacrificio de estar en este plano es necesario, para nuestra evolución espiritual. Este nacimiento nos lleva a un momento de meditación profunda sobre nuestra misión en este plano. Siguiendo con este profundo analices Iniciático sobre la Navidad, vamos a reflexionar sobre el simbolismo que rodea el nacimiento del Avatar: María: es símbolo del amor espiritual, el útero Universal, El Yin. José: El Yan. Simboliza nuestro trabajo de conocernos a nosotros mismos. La Gruta o Roca: Representa nuestro Templo Interior. Oculta al mundo profano. En este plano material, no hay espacio para lo sagrado, y así lo demostrado el mundo profano con su comportamiento ante los seres de Luz que nos visitan. El Buey y la Mula: como animales representa lo pasional. En el simbolismo antiguo, es la energía sexual. El Burro: Representa el Ego, la ignorancia y el fanatismo. Pastores: Representan la Fe, según la iglesia, es creer en lo que no vemos, porque Dios lo ha revelado. Los Reyes Magos: Los Iniciados. La Estrella: el hombre iniciado, al Maestro, la Luz interior. El Maestro Jesús: No es un fundador de religiones, es un Símbolo Cósmico. Es uno que trascendió la dualidad, trascendió este plano y sus leyes. Es el más alto Nivel de Consciencia trascendental, El Cristo, el Iluminado. Ilumina las Tinieblas, es manantial de energía Pura, por eso lo dijo el Maestro Jesús: “Yo soy el camino, la Verdad y la Vida”. (Juan 14:6 – Reina Valera 1960). Por eso celebramos, simbólicamente la Navidad Iniciática, no religiosa.
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