OPINIÓN

Mina mata

por Ambiente: situación y retos Ambiente: situación y retos

Por Dr. Pablo Kaplún Hirsz

(En el marco del Día Mundial del Ambiente)

De А – Trabajo propio, de Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=473620 Foto tomada de un pequeño charco del elemento mercurio. Liberación al dominio público. Este mercurio está en proceso de ser eliminado adecuadamente, por lo que nada terminará en un vertedero. No es lo normal que ello suceda en la Guayana venezolana, sino todo lo contrario.

La verdad que hay nombres en la historia que parecieran ponerse completamente adrede. Minamata es una ciudad japonesa que se hizo célebre por el síndrome neurológico que allí se detectó, el cual explicamos a continuación.

Leo: “La enfermedad de Minamata es un síndrome neurológico grave y permanente causado por un envenenamiento por mercurio. Los síntomas incluyen ataxia, alteración sensorial en manos y pies, deterioro de los sentidos de la vista y el oído, debilidad y, en casos extremos, parálisis y muerte.

La enfermedad de Minamata se denomina así porque la ciudad de Minamata, Japón, fue el centro de un brote de envenenamiento por metilmercurio en la década de los años cincuenta. En 1956, el año en que se detectó el brote, murieron aproximadamente 45 personas. Las mascotas y los pájaros del lugar mostraban síntomas parecidos.

La enfermedad de Minamata es un padecimiento grave, irreversible y a menudo mortal causado por exposición prenatal a niveles altos de metil- mercurio. Entre 1932 y 1968 la empresa química Chisso producía acetaldehido y cloruro de vinilo, usando como catalizadores sulfato y cloruro de mercurio.

Entre 1953 y 1965 se contabilizaron 111 víctimas y más de 400 casos con problemas neurológicos. Madres que no presentaban ningún síntoma dieron a luz niños gravemente afectados.

En 1968, el gobierno japonés anunció oficialmente que la causa de la enfermedad era la ingestión de pescado y de marisco contaminado de mercurio provocado por los vertidos de la empresa petroquímica Chisso. Se calcula que entre 1932 y 1968, año en que cambió el proceso de síntesis por otro menos contaminante, se vertieron a la bahía 81 toneladas de mercurio.

Las víctimas no serían indemnizadas hasta 1996. El caso constituye uno de los llamados «cuatro grandes procesos» de la responsabilidad medioambiental en Japón. Su característica más importante radica en la admisión del uso de la prueba epidemiológica como prueba del nexo causal entre el consumo de los alimentos contaminados y la enfermedad.

En el año 2001 se habían diagnosticado 2.955 casos de la enfermedad de Minamata. De ellos, 2.265 habían vivido en la costa del Mar de Yatsushiro. Los pacientes pueden solicitar compensaciones económicas y ayudas para los gastos médicos. Para reducir la preocupación de la gente, el gobierno japonés también ofrece exámenes médicos a los habitantes del área afectada”.[1]

Convenio de Minamata, hora de ratificar y aplicar

Debido a la extensión y gravedad de problemas generados por la utilización de mercurio o compuestos donde este líquido metal está presente, tal como acabamos de ver, la ONU, tras intensos debates y negociaciones, adoptó el llamado “Convenio de Minamata”  en la Conferencia de Plenipotenciarios en 2013 en Kumamoto, Japón, y entró en vigor en agosto de 2017.  El objetivo de este tratado global es proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropógenas de mercurio y compuestos de mercurio. Incluye disposiciones en materia de información pública, educación ambiental, fomento de la participación y fortalecimiento de capacidades.

Este convenio fue firmado por muchos países, dado el gran consenso general que suscitó. Entre los firmantes está Venezuela, mas no entre los países que ratificaron tal instrumento, por tanto no se le considera Estado parte del convenio. Entre los países latinoamericanos solo Guatemala y Venezuela no lo han ratificado. Si se firmó es porque el gobierno venezolano ha entendido la gravedad del asunto, si no se ratificó es exactamente por lo mismo; no obstante, hay que reclamar a las 2 AN; no ha sido ratificado ni por la elegida en 2015 ni por la votada en 2020. Es al Poder Legislativo al que compete ratificar los tratados firmados por la República, al hacerlo se vuelven Ley Nacional y, por tanto, aplicable.

La ONG Clima 21 twitteó en estos días intensamente frases de este estilo: “El mercurio mata, en las minas de oro venezolanas se utiliza sin control”. Con esto se refería a que, entre las medidas que supuestamente en el Arco Minero del Orinoco se iban a implementar para lograr la anunciada “minería ecológica”, se iba a prohibir el uso del mercurio y promover su sustitución por cianuro u otros aditivos de menor impacto en la salud humana y ambiental que el líquido metal. Sí, aunque cianuro nos suene más a veneno, debe haber cantidades realmente significativas en el agua para que impacte tan gravemente como el mercurio, que resulta peor que el otro, aunque en realidad nuestras comunidades indígenas no merecen recibir ni el primero ni el segundo. El tesoro de la biodiversidad que ellos protegen vale más que todo el oro de Guayana. Pero no, la realidad allí  es que “las minas matan”.

Se ha comprobado ya la presencia en niveles no aceptables de mercurio en las aguas del Caroní, afluentes y otros ríos venezolanos en cuyas cuencas se practica la minería del oro. Ya comer pescado en el Mercado “Copacabana”, como son los famosos desayunos de Ciudad Bolívar, comerse la “zapoara con to’ y cabeza” como recoge la muy popular canción o simplemente beber agua en Puerto Ordaz es una amenaza para la salud humana y de todo el ecosistema. La contaminación por mercurio ya fue comprobada en 2015 a través del La Contaminación por mercurio en la Guayana venezolana: Una propuesta de diálogo para la acción.(Red Ara-Avina), informes más recientes no hacen sino confirmar y poner en términos más graves lo antes dicho.

Queda entonces como propuesta trascendente para este Día Mundial del Ambiente que, en vez de sesiones solemnes, las AN de este bicéfalo país ratifiquen el Convenio de Minamata. Luego quedará el difícil camino de implementarlo, pero ya se habrá dado, al menos, un paso.

[1] Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Enfermedad_de_Minamata#:~:text=La%20enfermedad%20de%20Minamata%20(%E6%B0%B4%E4%BF%A3,casos%20extremos%2C%20par%C3%A1lisis%20y%20muerte.