Las ondas largas del extractivismo político en Venezuela

Por Vladimir Aguilar (con puntualizaciones de Pablo Kaplún)

Foto: Solidaridad.net[1]

A horas de conocerse el resultado electoral, los ambientalistas reaccionan, de manera diversa. Aquí van unas reflexiones “antes de subirse a los estribos”, como se dice en zonas rurales.

Son reflexiones un poco a flor de piel, pero como se dijo hace poco en esta columna, “todos los políticos necesitan alfabetización ambiental”. Si hubiese sido el compromiso de verdad de algún sector, tal vez hoy otros serían los resultados; uno  a veces se pregunta si así como no importa el ambiente, tampoco interesa mucho la solución de los problemas de fondo de Venezuela. El hecho es que, una vez más, una minoría logra hacerse mayoría por la falta de unión entre sí y poca vinculación del pueblo real. Van aquí unas reflexiones del destacado analista, indigenista y ambientalista que ha colaborado reiteradamente con esta columna; dada la importancia coyuntural del tema le cedimos la oportunidad.

Los resultados electorales nos llevan a las siguientes puntualizaciones:

1. El extractivismo político en Venezuela se desarrolla a través de ondas largas. Primero, cuarenta años de democracia representativa, ahora veintiún años de “democracia bolivariana”.
2. El triunfo del oficialismo es proporcional a la abstención en el país. En consecuencia, la abstención es la gran aliada del gobierno y por eso la estimula y promueve.
3. La división de la oposición es el reflejo de una ausencia de propuesta política para el país, la cual se desdibuja en cada proceso electoral.
4. La fortaleza del oficialismo está en su militancia, que es la que lo mantiene en el poder. Esta oscila entre 15% y 20%.
5. Y ello es el principal logro de Chávez. Que el gobierno tenga el poder siendo minoría.
6. Eso seguirá siendo así mientras la oposición no sea capaz de hablarle claro y de manera transparente a sus electores.
7. A pesar de todo, desunida y con la abstención y la maquinaria del gobierno a cuestas, ganaron tres gobernaciones, una de ellas nada despreciable (Zulia), algunas alcaldías y estuvieron cerca en otras.
8. En y con otras condiciones el cuadro político en el país tendrá irremediablemente que cambiar. Las cosas internamente no andan bien ni en la oposición ni en el oficialismo.
9. El oficialismo mantiene su hegemonía electoral como consecuencia, más de las secuelas de un liderazgo mesiánico, que de nuevas formas de hacer política.
10. La MUD, entre otras cosas, apareció tardíamente en el escenario electoral para liquidar liderazgos regionales emergentes. En el caso del estado Bolìvar, uno de los más afectados por el extractivismo, la Unidad Opositora sirvió para mermar las posibilidades de un candidato que se había mostrado comprometido con el ecologismo.

La gran pregunta es si hay alguna noticia buena que esperar para el ecologismo, con estos resultados en Venezuela. El extractivismo, aun así, tiene grandes problemas para poder seguir funcionando  en Venezuela: la naturaleza, incluidos sus legítimos y originarios ocupantes, los pueblos indígenas no ceden tan fácil; y en el caso de la naturaleza, por lo general logra vengarse. Además, el modo hamponil como se ha impuesto el modelo, termina ni siquiera sirviendo para quienes impulsaron este salvaje proyecto, término que menos le cabe a las comunidades indígenas.

[1]https://solidaridad.net/la-barbarie-depredadora-del-extractivismo-en-venezuela/