Por Antonio De Lisio
El 5 de junio pasado tuve el privilegio de participar en el Foro Economía Sostenible: Ecología, Inclusión y Productividad, organizado por la Causa Я como parte del posicionamiento doctrinario y programático que esta organización está asumiendo, para coadyuvar a la salida a la grave crisis estructural que estamos viviendo. La Causa ha entendido que el país no está para cambios gatopardianos, que se requieren transformaciones políticas, sociales, económicas profundas, que permitan que Venezuela entre al siglo XXI del desarrollo sostenible. Los causaerreistas nos están planteando que para salir del desastre nacional generalizado, estamos obligados a dejar atrás al rentismo extractivista petrolero y minero, al Estado centralista interventor y clientelar, transgresor de los derechos humanos, entre ellos los ambientales. En fin, nos indican que se requiere una Venezuela libre y sostenible en la que ecología, inclusión, producción se conviertan en la triada virtuosa para el país de progreso y seguridad social universal que tanto anhelamos los venezolanos.
Fue un honor compartir el panel con unos venezolanos de altos quilates académicos y profesionales, muy comprometidos y ocupados por el destino del país: Carlota Pérez, Rodrigo Cabezas y Humberto García Larralde. Una reseña de mi presentación titulada “Propuestas de economía ecológica para superar el rentismo extractivista en Venezuela”, está disponible en https://lacausar.org/2021/06/26/antonio-de-lisio/ A continuación una breve síntesis de la misma.
Venezuela está en la obligación de dejar en el pasado el extractivismo petrolero y minero. El país ha pasado de la declinación del modelo durante las últimas dos décadas del siglo XX, al retroceso económico, social, político y ambiental, de las primeros 20 años de este siglo, en especial desde 2013. La regresión se magnifica con megaproyectos como el Arco Minero del Orinoco (AMO), acometida que se contradice con la lista de sectores promisorios para las próximas décadas, que promueve el Programa de Medio Ambiente (PNUMA) de las Naciones Unidas: Agricultura, Foresteria y Pesca Sostenible, Transporte de baja emisiones, Energías Renovables, ecoturismo Reciclaje, bio-materiales, biofarmacia, entre otros. En este sentido, es crucial advertir que en la Reserva Forestal de Imataca, de aproximadamente 30.000 Km2, que hacen parte del AMO, se está propiciando su devastación ecológica, en lugar aprovechar las 51 especies que se han identificado con potencial en el campo de la medicina y la construcción, sectores estos que propician la conformación de biocadenas de producción basadas en Innovación y Desarrollo. Así que debemos denunciar que la extracción minera implica la pérdida de principios activos de base biológica, para la cura contra el cáncer y otras enfermedades
En general se han identificado para todas las biorregiones venezolanas que conforman el territorio venezolano alrededor de doscientas especies que podrían ser la base de la economía ecológica, productiva y no rentística, generadora de empleo decente y no de clientelismo político, que integra la ciencia, la tecnología y no propicia de “fuga de cerebros”, en fin, de un país de oportunidades en el que la necesidad de emigrar sea solo un triste recuerdo.
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