La gráfica es una composición confusa y difusa que mezcla la UCV con un segmento borroso de un video que me enviaron de las elecciones en la UCV, donde los estudiantes expresan a viva voz: “Fuera el chavismo, de la universidad”
Citaré a Alí Primera porque soy profundamente democrático y respetuoso del pensamiento de cada uno de los venezolanos. “Esa vaina sí que no”.
La “casa que vence la sombra” -así comienza la segunda estrofa del himno de la Universidad Central de Venezuela. Metáfora referida a la luz necesaria de la enseñanza y la educación. Alegoría para instaurar en cada estudiante, valores morales y ciudadanos que contribuyan a engrandecer este país. Imagen de la siembra de horizontes en cada
persona para que se sienta libre, independiente, respetuosa del idealismo de los demás, pero sobre todo, para que logre oponerse con vehemencia, razón y argumentos a todo brote de autoritarismo y militarismo que nos lleve a ser ciudadanos sevillistas.
La autonomía universitaria nace por decreto ley del 5/12/1958 firmado por el Dr. Edgar Sanabria, presidente de la Junta de Gobierno que entregaría a Rómulo Betancourt las riendas de la primera democracia civil estable durante cuarenta años en este país. Democracia lograda por la unificación de todos los factores que se opusieron al
continuismo del caudillismo y militarismo en Venezuela.
Los premios de consolación más costosos para esa lucha democrática se les entregó a Arturo Uslar Pietri -eterno conspirador antidemocrático y ministro de dictadores- y a los ñángaras del PCV al nombrarlos como rectores universitarios en el 59: Francisco Venanzi-UCV, Pedro Rincón Gutiérrez-ULA, Antonio Borjas Romero-LUZ y Humberto Guigni-UC.
Cultos e inteligentes sí fueron. Leales demócratas ¡no!
La reciente elección de los líderes estudiantiles en la UCV, nos abren un camino de esperanza para la entrega del “testigo” que les dejara la democracia una vez sea restablecida. La confrontación de los equipos conformados en las planchas «Salvemos la UCV» versus «TodosXlaU» no tuvo mayores incidentes más allá de las escaramuzas entre jóvenes deseosos de triunfar.
Miguelángel Suárez y Rosa Cucunuba tienen la gran responsabilidad a partir de ahora, de servir de ejemplo a la masa estudiantil de los valores éticos y morales que definirán el futuro de las próximas generaciones de profesionales.
Debo resaltar lo que a simple vista no se nota. Una gran participación estudiantil, un comportamiento ejemplar para ejercer el voto como un derecho y un deber ciudadano. También que todos y cada uno de los jóvenes participantes ha declarado su afinidad con algún partido político de los que aún no desaparecen en esta patria a pesar de las
circunstancias presentes.
Vente, AD, EC y VP resultaron victoriosos por escaso margen ante sus dignos adversarios de PJ, FV y CEP. Eso es gratificante. La democracia la fortalecen los partidos políticos. Los partidos políticos lo fortalecen, sus buenos militantes. Ese es el país que queremos. Esa es la participación que necesitamos.
No pueden por ningún motivo ni bajo ninguna circunstancia, silenciar algún idealismo porque no les guste o porque personas quienes hayan comulgado con ese idealismo, hayan decepcionado y ofendido a sus representados. ¡No!
La esencia de la democracia es la pluralidad. En todos los sentidos.
@CarluchoOJEDA
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