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Cumbre de Bakú: nuevas fuentes de financiación sin renunciar a los combustibles

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Por Ambiente: situación y retos

Tras conseguir un buen resumen en el periódico El País de Madrid elaborado por Manuel Planelles sobre lo tratado y acordado en la cumbre anual del clima de la ONU, la COP29, que se ha llevado a cabo en la capital de Azerbaiyán, Bakú, les comparto algunas de las claves que se alcanzaron en dicha reunión mundial. El cierre fue caótico y se extendió más de lo previsto (debía haber finalizado el viernes por la tarde, pero se prorrogó hasta bien entrada la madrugada del sábado al domingo).

El último tramo de las negociaciones fue tan tenso que muchos delegados de los países, así como analistas y activistas, temían que concluyera sin un acuerdo. Sin embargo, al final se logró establecer una nueva meta de financiación climática. No obstante, no se logró renovar el llamado, realizado por primera vez el año pasado en Dubái, para que las naciones avancen hacia la eliminación de los combustibles fósiles, principales responsables de esta crisis. 

 Resumo aquí algunas de las claves de esta conferencia:

¿Dónde está la pasta?

La financiación fue el tema principal de la COP29, siendo este el aspecto que generó mayor controversia en la conferencia. Se ha establecido un nuevo objetivo de financiación climática que tiene como propósito permitir que los países con menos recursos puedan desarrollar sistemas energéticos limpios de gases de efecto invernadero desde cero o transformarlos. También busca fortalecer su capacidad de adaptación ante los efectos del calentamiento global.

El acuerdo establece una meta general de financiación climática de 1,3 billones de dólares para el año 2035. Sin embargo, el aspecto más relevante y específico es que los países más ricos deberán aportar al menos 300.000 millones, a través de ayudas públicas y créditos que incentiven la inversión privada.

Asimismo, se abre la posibilidad de que naciones influyentes que, en el contexto de las negociaciones de la ONU, no se consideran países desarrollados (como China o Corea del Sur), contribuyan de manera voluntaria a la meta general de 1,3 billones.

Adicionalmente, se aclara que todos los proyectos climáticos impulsados por bancos multilaterales de desarrollo, que incluyen tanto naciones occidentales como China y otros países de altos ingresos, podrán contabilizarse para alcanzar el objetivo de los 300.000 millones.

El documento también enfatiza la necesidad de «reformar la arquitectura financiera multilateral» y aboga por eliminar los «obstáculos» que enfrentan los países en desarrollo para recibir inversiones, como son «los niveles de deuda insostenibles».

Descontento

Los 300.000 millones propuestos están muy por debajo de las verdaderas necesidades que enfrentan los países en desarrollo para reducir sus emisiones y protegerse del calentamiento global, del cual no son los principales responsables. En realidad, requieren billones para lograrlo. Durante la sesión de cierre de la cumbre, varios países que podrían beneficiarse de estos fondos, como Cuba, Bolivia y la India, criticaron a los países ricos por su falta de compromiso. La representante de Nigeria ha calificado de “insulto” y “broma” la cifra ofrecida por las naciones desarrolladas.

Javier Andaluz, quien ha estado siguiendo las negociaciones para Ecologistas en Acción desde Bakú, lo expresa de esta manera: «los países desarrollados socavan cualquier credibilidad y abandonan la intención de mostrar solidaridad con los millones de personas que ya están padeciendo las consecuencias de la emergencia climática”. Por otro lado, la Unión Europea sostiene que la meta a la que se han comprometido es un objetivo realista y alcanzable. Recuerdan que los 300.000 millones representan un triplicado del objetivo actual, que es de 100.000 millones anuales.

Tanto unos como otros coinciden en criticar la falta de transparencia en la gestión de las negociaciones por parte de la presidencia, así como el caótico desenlace que casi resultó en el fracaso de la conferencia, con muchos negociadores preocupados por no perder sus costosos vuelos de regreso a casa.

¿Qué pasó con  los combustibles?

En esta COP no se ha logrado reiterar el llamado a que los países avancen hacia el abandono de los combustibles fósiles, algo que se había conseguido por primera vez en 30 años de negociaciones durante la cumbre de Dubái en 2023. Sin embargo, las naciones más dependientes del petróleo, lideradas por Arabia Saudí, han luchado en todos los foros posibles para evitar que se incluya nuevamente este tema.

En la COP29, han tenido éxito en su intento y no se ha alcanzado un acuerdo sobre el texto de transición justa que debía incluir referencias a los combustibles fósiles y a los resultados de Dubái. Esta misma situación ocurrió unos días antes, con la declaración final de la cumbre de líderes del G-20 en Río de Janeiro.

De Bakú a Belén

Este mensaje adquiere relevancia en vista de la próxima cumbre que se llevará a cabo en la ciudad brasileña de Belén. En este encuentro, todas las naciones del mundo deberán presentar sus nuevos planes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los cuales deben contemplar una transición que minimice la dependencia de los combustibles en sus estrategias.

Mercados de carbono

Durante esta cumbre, se ha finalmente alcanzado un acuerdo sobre los mercados de carbono, lo que allana el camino para establecer un sistema internacional que permita el comercio de estos derechos, una aprobación que se había intentando sin éxito desde 2016. Sin embargo, aún se deben desarrollar completamente las normas técnicas para 2025.

En cualquier caso, muchos activistas expresan su preocupación respecto a lo que pueda suceder con estos mercados, que han sido objeto de controversia en los últimos años debido a las dudas sobre sus beneficios reales para el clima. An Lambrechts, de Greenpeace, lo resume así: «Los mecanismos de mercado de carbono acordados en la COP29 no constituyen una auténtica fuente de financiación climática; en cambio, serán una solución ilusoria que la industria de los combustibles fósiles utilizará para compensar las nuevas emisiones que continuará generando».

Puede ser de especial interés para los lectores acceder a este podcast elaborado por periodistas de El País de Madrid.

Ambiente: Situación y retos es un espacio de El Nacional, coordinado por Pablo Kaplún Hirsz

Email: [email protected] Web: www.movimientoser.wordpress.com 

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