OPINIÓN

Conversan Joaquín Benítez y Pablo Kaplún: La sustentabilidad ambiental venezolana en el año que se fue

por Ambiente: situación y retos Ambiente: situación y retos

Joaquín Benítez es director de Sustentabilidad Ambiental de la UCAB e Individuo de Número de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat (ANIH)

Pablo Kaplún (PK):  Fíjate, el año pasado, 2024, fue un año en el que el tema ambiental tuvo un papel protagónico. Esto se debió a diversas razones, incluyendo la presencia en plataformas de programas de gobierno que a menudo eran antagónicos, lo que llevó a que el tema se entendiera de maneras muy distintas. Europa, que tenía una visión más consensuada y que se consideraba acertada, al menos para quienes estamos en el ámbito ambiental, también ha visto surgir desavenencias internas, motivadas por algunos populismos que han sido electos. En fin, el panorama es complejo, pero en ese contexto se llevaron a cabo dos conferencias mundiales: una en Cali, Colombia, y otra en Azerbaiyán, relacionadas con la temática ambiental. Se suele decir que estas cumbres son avances, aunque muchas veces después se discute si realmente se logró algo. Sin embargo, constituyen el marco oficial para hacer un balance anual sobre el estado del medio ambiente. Así que, para comenzar, te pregunto: ¿cómo evalúas la relación entre la gestión ambiental en Venezuela y estas cumbres?

Joaquín Benítez (JB): Bueno, antes de responder, creo que es adecuado hacer un ejercicio de memoria sobre las principales noticias ambientales del año en Venezuela y luego las cruzamos con lo que mencionas. 

PK: Perfecto, empecemos por ahí. 

JB: Analizar la situación ambiental de un país como Venezuela es complicado, principalmente porque no hay datos disponibles. En consecuencia, faltan indicadores o, cuando existen, suelen estar en medio de la controversia política, lo que dificulta su manejo. Sin embargo, puedo mencionar que los hechos más preocupantes en el ámbito ambiental están relacionados con la contaminación, especialmente por derrames petroleros que han afectado gravemente ecosistemas acuáticos y terrestres en el país, según reportes de organizaciones no gubernamentales. También es preocupante la contaminación por mercurio en el Arco Minero del Orinoco, generada por la minería artesanal. 

Entre otras cosas, este año se destacó un estudio de Ocean Clean Up, que reveló que Venezuela ocupa una posición relevante en la contribución de plásticos a los cuerpos de agua y al océano. Esto se conecta con la escasa cultura de reciclaje y reutilización en el país, así como con las deficiencias en los servicios de recolección de residuos en las ciudades. Por ejemplo, se estima que solo un cuarto de los residuos recogidos en la ciudad recibe un tratamiento adecuado en rellenos sanitarios. Por supuesto, estamos contando los aportes que hace Caracas, que tiene gran parte de la población del país y que cuenta con un relleno sanitario que más o menos funciona. Esto significa que una gran cantidad de residuos mal manejados termina en vertederos y, eventualmente, en nuestros ríos, convirtiendo al río Tuy en uno de los que más plástico aporta al océano en Latinoamérica. Hay que remarcar que el 30% de los residuos generados en las ciudades queda dentro de las propias ciudades. Por otra parte, una gran proporción de nuestras ciudades no cuenta con servicios de tratamiento de efluentes urbanos, lo que también genera contaminación. Así que, en resumen, los temas clave son la contaminación por petróleo, mercurio, residuos y efluentes urbanos no tratados.

PK: Eso muestra que las tendencias de indicadores ambientales en el país se mantienen respecto al año pasado. ¿Hay algo más que te gustaría agregar desde otro enfoque, como la afectación de ecosistemas?

JB: Sí, definitivamente. Hay que considerar las afectaciones a los ecosistemas debido a la deforestación y la minería no controlada, así como la vulneración de áreas protegidas. Cada vez más, en estas áreas se verifican usos no permitidos, lo que está configurando un panorama desalentador. Un indicador relevante es el trabajo que realiza PROVITA en el que se monitorean la variación de la cobertura vegetal del país. La tasa de deforestación es alarmantemente alta. Venezuela se consolida como un país vulnerable a los efectos del cambio climático, y aunque se están dando algunos pasos hacia la institucionalización en este sentido, aún estamos lejos de poder afirmar que estamos avanzando en cuanto a adaptación al C.C. 

El año antepasado tuvimos la afectación en Las Tejerías; el año pasado fue en Cumanacoa, eventos que evidencian la falta de un sistema efectivo de monitoreo y protección que prepare a la población para reducir su vulnerabilidad. Así que, aunque se están comenzando a armar estructuras institucionales para abordar el cambio climático, el camino hacia la adaptación segura sigue siendo muy largo.

PK: Mencionaste algunos avances en institucionalidad. ¿Podrías detallar cuáles son esos pequeños avances?

JB: Claro, esto está relacionado con lo que se discutió en las COP. En la última COP de cambio climático en Azerbaiyán, uno de los puntos importantes fue la discusión sobre opciones de financiamiento para que los países menos desarrollados puedan desarrollar tanto sus iniciativas de mitigación como de adaptación. Aunque no se han resuelto todas las cuestiones, hay un avance en la disponibilidad de fondos, y ya están surgiendo mecanismos para acceder a ellos. 

Por ejemplo, las contribuciones nacionalmente determinadas (NDC) deben ser más transparentes, y se están convocando talleres para involucrar a la sociedad civil y las universidades en su formulación. La idea es que la responsabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero involucre a toda la sociedad. 

En el último trimestre de 2024 se iniciaron talleres para formular el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, con el desafío de lograr un proceso inclusivo y participativo. Sin embargo, persisten retos, como la necesidad de un encuentro real entre las partes oficiales y la sociedad civil para construir estas iniciativas. Además, estos esfuerzos están siendo acompañados por el sistema de Naciones Unidas  (concretamente el PNUD) y consultores venezolanos altamente capacitados, aunque los talleres han enfrentado problemas de programación y asistencia que limitan su efectividad.

PK: Tengo entendido que este que dices existe un papel importante del CIDIAT en este proceso. ¿Es así?

JB: Sí, efectivamente. La conformación de los equipos de trabajo del MINEC incluye a profesionales del CIDIAT y de la Universidad de los Andes, lo que facilita la interacción y la colaboración. Sin embargo, los retos persisten, especialmente en cuanto a la inclusión del sector privado, que tiene mucho que aportar en estos temas. 

Este año, la agenda ambiental ha sido rica y diversa, con múltiples eventos y discusiones. Las grandes empresas nacionales están mostrando un interés renovado en involucrarse en temas de sostenibilidad y responsabilidad social y ambiental, lo que, aunque motivado por diferentes razones, representa un paso positivo. Es muy relevante también las acciones de los medios de comunicación independientes.

PK: Eso suena prometedor. ¿Has tenido conocimiento de acciones concretas de empresas como Chevron en este ámbito?

JB: Ok, es importante señalar que Chevron tiene una considerable inversión social en el estado Zulia después de que se levantaran algunas sanciones internacionales. Por supuesto, esto es relevante, ya que  se logran financiar diversas obras de carácter social que son bien conocidas en la región. Sin embargo, lo que quería destacar es que, debido a políticas internas corporativas, las empresas están cada vez más interesadas en orientar sus esfuerzos hacia la sostenibilidad.

No quiero dar a entender que esto sea algo masivo, ni que las empresas estén haciendo fila para participar en iniciativas de sostenibilidad, pero definitivamente hay un interés creciente. Esto se debe a que el entorno empresarial global, la competencia y la reputación son factores que están adquiriendo un peso cada vez mayor en la toma de decisiones políticas y corporativas.

No es casualidad que la organización 3M haya identificado el cambio climático como una de las cinco megatendencias actuales. Esto resalta la importancia que se le está dando al tema en el contexto internacional.

Un aspecto que considero relevante es que las grandes consultoras de gestión empresarial y las firmas contables más reconocidas ya han establecido unidades de sostenibilidad para atender a sus clientes. Esto indica que, aunque en nuestro país este tema aún es incipiente, está empezando a integrarse en las discusiones y en las prácticas que se deben implementar.

En resumen, aunque la sostenibilidad en el ámbito corporativo en nuestro país está en una fase temprana, es evidente que se está comenzando a reconocer su importancia y que hay un movimiento hacia la incorporación de estas prácticas dentro de las estrategias empresariales

Ahora, quisiera puntualizar que es erróneo utilizar el término cambio climático como  un sinónimo de ambiente y que no puede utilizarse al cambio climático como un comodín. Hay que tener cuidado con respecto a un uso superficial de los términos que puede llevar a frases hechas como “yo reciclo, yo trabajo contra el cambio climático”, esto si bien termina siendo cierto no refleja aspectos relevantes de la lucha contra el cambio climático.

PK: Hablando de sostenibilidad, tú eres Individuo de Número de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat. ¿Cómo ves el papel de la academia en estos intentos de avance?

JB: La Academia tiene una ley de creación y recibe financiamiento del Ministerio de Educación. Aunque no tiene independencia financiera total, se trabaja de manera colaborativa y con alianzas y mucho trabajo voluntario. La Academia tiene unas 12 comisiones (una de ellas es la Comisión de España, C.A.E.), y varias se conectan con los temas ambientales  (existe la comisión de ambiente) y de infraestructura. En el último año, se ha registrado un aumento en la productividad en cuanto a eventos de divulgación y la generación de pronunciamientos sobre temas relevantes, como el ordenamiento territorial y a situación del dique y obras de infraestructura prevención de inundaciones en la Costa Oriental del Lago. Además, la Academia está contribuyendo a la sensibilización y promoción de una agenda pública en pro de la ingeniería y el hábitat al premiar anualmente libros destacados. Eso supone la persistencia de producción en investigación nacional. 

Como miembro del Comité Directivo de la Academia, te debo decir que la productividad que tiene la Academia en cuanto a eventos de divulgación, foros, simposios, congresos y la capacidad de crear y desarrollar estas iniciativas con otros aliados es importante. Sin embargo, enfrenta retos en términos de alcance y competencia, dado los escasos recursos que tiene. 

También juega un importante rol en la discusión sobre temas ambientales y en particular con relación al Cambio Climático la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela 

PK: Mencionamos antes que la COP 16 sobre Biodiversidad se llevó a cabo en Colombia. ¿Crees que esto generó algún impacto en Venezuela?

JB: Hubo frustración debido a la dificultad para participar pues resultaba muy costoso para los venezolanos ir a allí, pero la Academia trabajó el tema en foros relacionados y se planean eventos adicionales para discutir los resultados de las COP tanto de Azerbaiyán como la de Cali. Hubo interés y seguimiento de lo que se discutió, aunque no puedo mencionar resultados concretos en cuanto a políticas gubernamentales relacionadas con la biodiversidad.

PK: Bien, ¿Pero hay algún hecho positivo que puedas destacar en relación con la biodiversidad en el país?

JB: Sí, Venezuela siempre ha destacado por su proporción de áreas protegidas, superando los estándares establecidos en el Convenio de Montreal. Este es un dato importante, aunque también es cierto que hay retos en cuanto a la conservación y el mantenimiento de estas áreas. Además, se produjo la liberación de tortugas Arrau en programas de conservación y se están realizando esfuerzos de reforestación y erradicación de minería ilegal. Sin embargo, es fundamental enmarcar estos esfuerzos en un contexto donde la tasa de deforestación sigue siendo de las más altas y hay problemas sociales asociados a la minería.

PK: Por último, siendo que eres Director de Sustentabilidad Ambiental de la UCAB. ¿Podrías compartir algún reconocimiento que haya recibido el campus por su gestión ambiental?

JB: Sí, nosotros, al igual que otras cinco universidades venezolanas, participamos de manera voluntaria en el ranking Green Metric, que evalúa campus sostenibles. Hemos estado participando durante seis años. Este año fuimos reconocidos como la primera universidad venezolana en el ranking. Este reconocimiento se refiere específicamente al campus de Caracas. Es importante destacar que este ranking se basa en una verificación independiente de nuestras buenas prácticas. Además, nos sentimos orgullosos de estar entre las 50 mejores universidades de Latinoamérica, habiendo ascendido desde la posición 700 hace seis años hasta el puesto 303 a nivel mundial. Esto refleja nuestro compromiso y esfuerzo constante.

PK: Es interesante que mencionas que el ranking valida lo que hacen.

JB: Sí, efectivamente. Aunque es importante recibir esta validación independiente, hemos aprendido que no trabajamos para el ranking en sí, pero las exigencias de la validación nos ayuda a documentar y presentar de manera clara metódica la información sobre nuestras acciones. Este año, por ejemplo, inauguramos el Aula Abierta, que forma parte de nuestro programa » UCAB Recicla», diseñada para fomentar el reciclaje de residuos generados en la universidad. Esta instalación nos permite manejar mejor los materiales, segregándolos adecuadamente, y también tenemos la capacidad de transformar el plástico recolectado en filamento para las impresoras 3D que utilizan nuestros estudiantes de ingeniería industrial.

PK: Eso suena innovador.

JB Así es. Esta aula no solo es un espacio industrial y de almacenamiento, sino que está conectada visualmente con un aula, lo que permite a los visitantes aprender sobre reciclaje, economía circular y los desafíos que enfrentamos. Hemos tenido interesantes intercambios con miembros de comunidades vecinas que tienen emprendimientos sobre reciclaje, discutiendo sobre cómo profundizar en estos temas. Creemos que el reciclaje debe convertirse en una práctica cotidiana en el país, y no solo en eventos esporádicos.

PK: ¿Y respecto al techo verde que tiene la UCAB?

JB: El techo verde es uno de nuestros hitos más importantes. Su origen fue la idea de crear un espacio que, además de cumplir una función ambiental, nos permita enseñar y sensibilizar. En enero, probablemente en febrero, recibiremos a nuestro visitante número 10,000, lo cual consideramos un hito significativo.

PK: Eso es un hito importante. ¿Hay algo más que te gustaría destacar sobre la Universidad?

JB: Sí, me gustaría mencionar que AB Ediciones, la editorial de la universidad, presentó en la Feria del Libro de noviembre un libro titulado Hacia un mundo mejor, escrito por Antonio Tinoco Guerra. Este libro es relevante porque ofrece profundas reflexiones sobre temas ambientales y políticos, además de incluir una revisión exhaustiva del pensamiento de importantes autores ambientales venezolanos, como Omar Valles y Arnoldo José Gabaldón. Creo que su contenido merece una atención especial.

PK: Interesante. ¿Algo más que quieras añadir?

JB: Sí, en relación a la Academia, a través de la Secretaría Académica de Cambio Climático que actúa en la órbita de Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, se presentó en diciembre el borrador final del Segundo Reporte Académico sobre Cambio Climático en Venezuela. Este es un avance significativo en investigación y compromiso con estos temas. El primer informe se publicó en 2018. Por lo tanto, podemos anticipar que a finales 2025 estará disponible ese reporte, lo cual representa una contribución significativa. Se trata de una revisión muy meticulosa de los principales aspectos relacionados con los impactos, la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático en diversos sectores del país. Además, es importante destacar que se basa en información verificada, extraída de artículos científicos arbitrados. Esto refleja que en Venezuela se sigue investigando de manera rigurosa sobre el cambio climático. 

 

Ambiente: Situación y retos es espacio de El Nacional coordinado por Pablo Kaplún Hirsz

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