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Apuntes para un balance de la COP26: ¿Niñerías?

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Textos organizados y comentados por Pablo Kaplún Hirsz

Llegó la hora de entregar la entrega semanal y todo el mundo está pendiente, ¿la COP26 estuvo bien o estuvo mal? ¿Se logró si quiera algo? A continuación les organizamos a nuestros lectores un interesante seguidilla de textos referidos al tema y algunas reflexiones personales. Es importante tomar en cuenta que este balance se hace con perspectiva internacional, no considerando las particularidades de Venezuela, que son muchas, tanto por su carácter directo en cuanto a emisión de gases de efecto invernaderos como productor de petróleo, el combustible que el mundo dice desear desterrar de la matriz energética y por no contar con una propia estrategia nacional para la adaptación al cambio climático. El balance y el dolor nacional queda entonces para más adelante.

Revisando un periódico muy cercano a El Nacional como lo es El Tiempo de Bogotá, aprecio, cuando quedan apenas horas para cerrar esta columna, un interesante balance elaborado por la experta pluma de  Edwin Caicedo. Por lograr en pocas frases tocar aspectos sustanciales de lo sucedido en Glasgow, Escocia, estas dos últimas semanas, lo citamos:

Un primer balance, cuando faltaba un día para el final.

Edwin Caicedo publicaba “Balance de la COP26, buena pero insuficiente a un día de su final”: “La gran cumbre sobre el cambio climático (COP26) celebrada en Glasgow (Escocia) durante las últimas dos semanas terminará sus negociaciones mañana y presentará el que se espera sea el acuerdo que pueda ayudar a cumplir los objetivos pactados en la COP21, celebrada en París, donde el planeta se comprometió a limitar en este siglo el calentamiento global a menos de 1,5 grados centígrados con respecto a épocas preindustriales.

En un primer intento de borrador presentado  se pidió a los países revisar los objetivos actuales que han sido catalogados como ambiciosos, pero insuficientes. De hecho, según un estudio presentado en el evento, el planeta se dirige “al menos” a un alza de las temperaturas de 2,4 grados centígrados a final de siglo respecto a los valores preindustriales.

El estudio añade que con las políticas actuales, no con las propuestas que se han hecho en el evento y que están aún por materializarse durante los próximos años, el aumento a final de siglo “es aún mayor” y llegaría a 2,7 ºC “con solo una mejora de 0,2 ºC durante el último año y casi un grado por encima de los anuncios netos de cero que han hecho los gobiernos”.

Con los compromisos anunciados desde el pasado abril, los objetivos a largo plazo reducirían el aumento de las temperaturas en 0,3 ºC, hasta los 2,1 grados a final de siglo. Esto se debe “principalmente” a la inclusión de metas de cero emisiones netas por parte de Estados Unidos y China, ahora formalizadas en sus estrategias a largo plazo presentadas a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Si se cumplieran todas las promesas y compromisos de cero emisiones netas hacia 2050, agrega el informe, se podría llegar a un aumento de 1,8 ºC a final de siglo, una estimación que “está lejos de ser una noticia positiva”.

Los compromisos y las promesas en la COP26

Los compromisos y promesas hechos en el evento han generado grandes titulares en la prensa mundial. Países como Brasil, Argentina y la India reforzaron sus objetivos de reducción de emisiones. Un centenar de jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a cesar la deforestación en 2030, entre ellos Brasil –cuya selva amazónica sufre graves estragos por la pérdida de biodiversidad– que dijo que lo haría dos años antes en 2028.

Otros tantos países se han comprometido a emitir un 30% menos de metano, gas con 80 veces más efecto invernadero que el CO2. Una cincuentena de países prometió dejar de usar carbón para producir electricidad y cientos de entidades financieras privadas ofrecieron billones de dólares en créditos” [pero en esto es importante no entusiasmarse pensando que de verdad los países más vulnerables del llamado Sur Global han alcanzado el financiamiento hace tiempo esperado, como se aprecia líneas abajo].

“Además, 31 países, 38 autoridades regionales, 11 fabricantes de vehículos, 27 propietarios de flotas y empresas de movilidad compartida se comprometieron a eliminar los vehículos de combustión para el 2035.

Según adelantó la presidencia británica de la cumbre, el denominado Acuerdo de Glasgow sobre Emisión Cero de Vehículos cuenta con el apoyo de grandes compañías como General Motors, Ford, Mercedes Benz o Volvo. Fabricantes, petroleras y expertos advirtieron que habría que tener en cuenta más tecnologías, como los combustibles sintéticos, para garantizar el éxito de la transición.

China y Estados Unidos anunciaron  también un plan conjunto para «reforzar la acción climática» en la próxima década, un hecho catalogado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, como un «paso importante en la buena dirección».

“Hemos progresado en algunas cosas más de lo que podía imaginar hace dos años, pero está lejos de ser suficiente”, consideró Helen Mountford, del World Resources Institute.

La falta de ambición de la COP26

Diversas organizaciones ecologistas han asegurado que el primer borrador de acuerdo para la COP26 de Glasgow presentado ayer miércoles es “insuficiente y poco sólido”, por lo que todo indica que habrá que “seguir peleando” para alcanzar un acuerdo ambicioso.

Irene Rubiera, delegada de Ecologistas en Acción en Glasgow, dijo que ‘si este borrador de acuerdo se convierte en el resultado final de la cumbre, la comunidad internacional habrá perdido otra vez la oportunidad de tomar medidas que cumplan con las indicaciones científicas, en un momento clave de la lucha contra la emergencia climática’.

Por su parte, Greenpeace señaló en un comunicado que ‘este borrador del texto final no es un plan para resolver la crisis climática, es un acuerdo para que todos crucemos los dedos y esperemos que salga lo mejor posible”.

En su opinión, «el texto debe ser más sólido en materia de financiación y adaptación», además de incluir «cifras reales de cientos de miles de millones para que los países más ricos apoyen a las naciones menos desarrolladas”.[1] Los apuntes previamente citados no eran hechos al verdadero cierre que, finalmente, la noche del sábado 13, llegó. “Pùblico.es” tituló rato antes: “El fin de las subvenciones a los combustibles fósiles enquista la COP26, que alarga las negociaciones para un acuerdo final”.[2] La misma fuente destaca el sábado 13 que “la presidencia de la Cumbre del Clima de Glasgow, la COP26, ha publicado los últimos borradores” [BORRADORES QUE AL CIERRE DEFINITIVO YA SABEMOS QUE FUERON EL CONTENIDO DE LAS PROPIAS DECLARACIONES Y ACUERDOS DE GLASGOW] tras (..) [dilatadísimas]  negociaciones. El resultado apenas supone una mejora en la ambición respecto a los anteriores documentos, pues mantiene el mismo lenguaje ambiguo y débil sobre el fin de la financiación de los combustibles fósiles.

El texto presentado por la presidencia de la COP no mejora el polémico borrador que se publicó el viernes. Se sigue sin apostar por una referencia clara al fin de la financiación de gas, petróleo y carbón. De esta forma, se mantiene la idea de eliminar de manera gradual las subvenciones en combustibles fósiles que sean «ineficientes», una palabra que deja la puerta abierta a las economías petroleras y carboneras para seguir explorando y explotando yacimientos. El único punto añadido en este párrafo es una escueta alusión a la necesidad de ‘aumentar las medidas de eficiencia energética’.

Por lo que respecta a la financiación y cooperación de los países desarrollados con los que están en vías de desarrollo, apenas hay novedades. En materia de adaptación, el Fondo Verde sigue sin recibir la financiación adecuada y acordada en París en 2015. Este fondo es una herramienta con la que los países ricos se comprometían a contribuir económicamente para garantizar que las regiones más vulnerables a la crisis climática pudieran transformar sus economías y hacerlas más resilientes. El objetivo era que las grandes potencias sumaran 100.000 millones de dólares anualmente desde 2020, pero la cifra está cerca de 20.000 millones por debajo. En uno de los borradores  se exhorta a los países a duplicar la aportación, pero apenas hay avances, en tanto que se emplaza a 2022, en el marco de la COP27 de Egipto, a revisar este punto” [ENTENDEMOS QUE ESTO QUEDÓ ASI].

Por lo que se refiere a los mecanismos de pérdidas y daños –el otro gran punto caliente de las negociaciones– los países ricos siguen sin arrimar el hombro. Según se interpreta del” [TEXTO FINAL], se hace un llamamiento a las Partes a seguir dialogando para conseguir esclarecer cómo finalmente las naciones desarrolladas ayudarán a que los países del Sur Global a afrontar las pérdidas y daños económicos derivados de fenómenos climáticos extremos como sequías, olas de calor o inundaciones. Este último grupo de países está reclamando una estrategia a largo plazo basada en la aportación de unos 1.300 millones por año a partir de 2025.

El debate sobre la creación de un mercado internacional de carbono también sigue demasiado verde y con numerosas opciones diferentes abiertas en el texto. Este punto lleva siendo pospuesto, cumbre tras cumbre, al menos desde 2018 y no sería de extrañar que Alok Sharma, el presidente de la COP26, hiciera lo propio, dejando el debate para la cumbre de 2022.

Se espera que a lo largo de la mañana se convoque un plenario final donde los países debatan por última vez de cara a la publicación del acuerdo de Glasgow. Según las intenciones de la presidencia de la COP, el encuentro debería terminar en la tarde del sábado, pero no se puede descartar una nueva prórroga”[3]. NO HUBO NUEVA PRÓRROGA.

Preguntas sobre balance energético en temas de automóviles eléctricos.

Luego de citar las diversas fuentes, el coordinador de este espacio, Pablo Kaplún en parte inspirado por su amigo  cercano, el pensador ecologista Alfonso del Val, se hace una pregunta ¿si resulta que el principal responsable del cambio climático no es el CO2 sino el metano, realmente es inocua la participación de los grandes fabricantes de automóviles que se rasgan vestiduras en favor de los carros eléctricos, sin aclarar qué va a pasar con la chatarra de los convencionales basados en combustibles fósiles de hoy? ¿Qué contaminación generan las baterías de los carros que se comprometen a fabricar? ¿Esa contaminación no cuenta? ¿No corresponde hacer un balance energético integral que dé respuesta a ello? Obviamente  el comentario del metano y el CO2 es un simplísimo, pero la preguntas  formuladas en este párrafo en cambio no lo son.

¿Niñerías?

Finalmente vale destacar lo citado por  Dayana Méndez Aristizábal en el “OK Diario de Madrid”, que aporta el artículo titulado “La COP26 y la «infantilización» de la crisis climática”. Greta y sus numerosos seguidores otra vez se han vuelto a hacer sentir. Ella y lo que representa, nos recuerda siempre lo que los niños, niñas y adolescentes, en otros tiempos en Venezuela organizaban al presentarse ante los poderes públicos para reclamar sus derechos. Greta suele ser criticada por ser objeto de supuestas manipulaciones…ya otros columnistas de este mismo espacio hicieron oír sus voces respecto a la necesidad de que se les respete a estos jóvenes por reclamar algo que es justo. Independientemente de quién esté de acuerdo o no con ella y sus coetáneos luchadores importa mucho la necesidad de hacer notar que esta generación merece y necesita líderes de talla internacional: ¿no lo vivió así cada generación?  Apunta  la columnista antes citada que “cuando hablamos de ‘infantilizar’ en un sentido peyorativo realmente nos estamos olvidando de lo que son en verdad los niños, auténticos sujetos de derechos y agentes de cambio. Hemos ignorado que pueden cuestionarlo todo, incluso su seguridad medioambiental”[4]. Igualmente, con este calificativo de “infantiles” se procuró banalizar las multitudinarias protestas en las calles que acompañaron toda la cumbre, no solo protagonizadas por adolescentes.

La pregunta que queda en el fondo es si niños, niñas o adolescentes son realmente los simplistas o  los “infantiles” son los políticos que piensan que con declaraciones y medidas efectistas se puede encarar uno de los más graves problemas que afronta la humanidad hoy.


[1] Hasta aquí lo citado de Edwin Caicedo EDWIN CAICEDO |@Caicedoucros REDACTOR MEDIOAMBIENTE | @ElTiempoVerde Con información de EFE y Afp https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/cop26-buena-pero-insuficiente-balance-a-un-dia-de-su-final-631457

[2] Tomado de: https://www.publico.es/sociedad/subvenciones-combustibles-fosiles-enquista-cop26-alarga-negociaciones-acuerdo-final.html

[3] Tomado de: https://www.publico.es/sociedad/nuevo-borrador-prorroga-cop26-accion-climatica-global-acerca-abismo.html

[4] @YayisMendezA https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/cop26-infantilizacion-crisis-climatica_129_8470876.html

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