El término “sostenibilidad” es ya parte de los dichos cotidianos. Políticos, periodistas y gente común hablan del tema a diario. Allí cabe todo desde el “greenwhasing” al compromiso real frente al deterioro ambiental generalizado. Geografía Viva, la ONG venezolana de educación ambiental que desarrolla proyectos de “agricultura sostenible” en los Andes venezolanos ha decidido hacer suyo una definición amplia elaborada por “Eos Data Analytics”.
Por el valor que tienen los consensos colectivos, procedemos hoy a extraerlo aquí, en la seguridad de que generaremos con la publicación del mismo, una rica discusión entre los lectores de nuestro espacio, entre los que hay muchos ingenieros agrónomos.
El texto dice así: «El concepto de agricultura sostenible puede definirse como un sistema de prácticas agrícolas ecológicas basado en innovaciones científicas a través de las cuales es posible producir alimentos saludables con prácticas respetuosas para el suelo, aire, agua, y respetando los derechos y salud de los agricultores».
La agricultura sostenible persigue satisfacer las necesidades humanas de alimentación saludable mediante los siguientes principios básicos: la mejora de la calidad en el medio ambiente, la preservación de los recursos naturales, el uso eficiente de los recursos agrícolas y de las fuentes de energía no renovables, la adaptación a los ciclos naturales biológicos, así como el apoyo al desarrollo económico rural y a la calidad de vida de los agricultores.
Para conseguir una agricultura sostenible los agricultores deben:
- Anticiparse a los cambios: reconocer, aceptar, planificar y actuar en consecuencia.
- Reconocer e identificar recursos y limitaciones: crear estrategias para utilizar los recursos y superar las limitaciones.
- Maximizar la calidad en todas las etapas de la actividad agrícola, no conformarse con productos o servicios de calidad subóptima.
- Tener en cuenta que las granjas sostenibles son ante todo y principalmente negocios, en los cuales el beneficio obtenido se puede reinvertir internamente o para otros fines sociales u otras metas ambientales.
- Asumir los riesgos necesarios, incurrir en deudas asumibles e invertir considerando oportunidades y dificultades, tanto en el medio como en el largo plazo”.
Ojalá este consenso alcanzado por Geografía sea avalado por los más calificados agrónomos y especialistas que leen este espacio.
Ambiente; Situación y retos es un espacio de El Nacional coordinado por Pablo Kaplún Hirsz
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