Por Pablo Kaplún Hirz
El jueves 31 de agosto de 2023 se cumplieron 100 años del natalicio de don Mario Kaplún, quien dio la vida a este cronista. Poco tiempo antes, el pasado 14 de mayo, fue lo propio con Ana Hirsz, mi madre, su eterna compañera. Por ello se acaba de inaugurar una muestra en Montevideo, Uruguay, al tiempo que todo el año se les han estado rindiendo homenajes en varias partes del mundo.
No fueron militantes declarados de la causa medioambientalista, pero me inculcaron un montón de valores que fueron claves en mí para ser lo que soy al respecto.
Recuerdo particularmente una anécdota que fue la posición de mi viejo con respecto al nombre Geografía Viva. Mi viejo fue fiel seguidor de Freinet: una idea fuerza por la cual mi viejo es conocido es por ello. La convicción de que para estimularte a leer y escribir sea tu pasión por comunicar a otro ser humano similar en edad a ti o, explicado de otra manera, el mecanismo que creó el referente francés de que una niña o un niño se interesaran por comunicarse con otros coetáneos que lo llevó a crear periódicos escolares donde se publicaban fundamentalmente escritos cuyos autores eran niños y estaban dirigidos a otros semejantes, es la central idea freinetiana o también el hecho de que los niños/as aprendieran a manejar una imprenta.
Fue por la proximidad que mi viejo me trasmitió de Freinet que yo conocí a otro seguidor de él que se llamó Raoul Faure, quien escribió el libro Medio local y Geografía Viva (1979). De ahí y del escritor uruguayo Juan José Morosolli se deriva el nombre del principal emprendimiento que he hecho en mi vida: crear la ONG Geografía Viva.
Sobre el nombre elegido para la ONG , mi viejo fue también clave. Acostumbrados como estamos en el mundo del inmediatismo de que todos son siglas, a la ONG nosotros le pusimos el acrónimo de “Geo-Vi”. Mi padre fue categórico al respecto: “Geografía Viva es una hermosa idea, pero si la escondes en una sigla no va a decir nada a la gente. No es un nombre largo como para no decirlo completo. Por esa opinión tajante fue que hoy se hable de la idea completa y no de la sigla.
Interesante la posición de mi viejo: no siempre es bueno hacer acrónimos con los nombres, esto es una de las ideas rompe convencionalismos que mi padre tenía respecto a la comunicación. De este último concepto hay otra idea bonita de mi viejo; “comunicación es una calle ancha y abierta por la que amo transitar, se cruza con compromiso y hace esquina con comunidad”. ¡Salú, viejos queridos!