Varios miles de manifestantes de los conocidos como «chalecos amarillos» se manifestaron este sábado en diferentes ciudades de Francia, pese a la prohibición del gobierno de toda reunión de más de 100 personas para luchar contra la expansión de la pandemia del coronavirus.
La principal manifestación sucedió en la ciudad de París, donde un grupo de varios cientos de manifestantes recorrieron avenidas del sur de la capital como cada sábado desde noviembre de 2018.
La manifestación, que no había recibido la autorización de las autoridades francesas, estuvo rodeada de un nutrido grupo de antidisturbios y acabó con enfrentamientos entre radicales y las fuerzas del orden, que utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos.
La policía realizó casi 1.200 controles, recibió 76 denuncias y registró 52 arrestos, indicó la Prefectura.
Los portavoces del movimiento de los «chalecos amarillos» habían pedido a través de las redes sociales «responsabilidad» frente a la crisis sanitaria que atraviesa el país.
Las manifestaciones se produjeron también en otras ciudades del país, que todavía no ha declarado el estado de urgencia y que mantiene abiertos todos los establecimientos comerciales, pese a haber registrado ya al menos 79 muertos y 3.661 contagiados por coronavirus, según el último balance facilitado.
Además, Francia celebra mañana elecciones municipales, que el gobierno decidió mantener después de que los expertos consideraran que no aumenta el riesgo de extensión de la enfermedad.