El 20 de agosto reportaron como desaparecida a Yolennys Hermelinda Jiménez Castillo, venezolana de 39 años de edad, en el departamento de Casanare, Colombia. Después de seis días de búsqueda encontraron el cuerpo de Jiménez desmembrado y sepultado en la fosa de una finca ganadera en Tilodirán, municipio Yopal, al este de Bogotá.
De acuerdo con declaraciones de Yaily García, familiar de la víctima, para el medio El Nuevo Oriente de Colombia, la muerte de Yolennys Jiménez fue un feminicidio. Indicó que dar con el paradero de la víctima fue posible gracias a la ayuda de un grupo de personas que se dispuso a encontrarla. Denunció que no recibieron ayuda de las autoridades.
García aseguró que el cadáver presentaba avanzado estado de descomposición. Y por la forma en que encontraron los restos, afirmó que se trató de un acto vengativo a manos de su expareja y empleador, Luis Alberto Rivera.
«Su asesino se ensañó de tal forma con ella que no quería dejar rastro, no quería dejar evidencia. No quería que ella siguiera viviendo», añadió García.
Añadió que la mujer y su expareja llevaban un año separados, pero él llamaba constantemente y le pedía a Jiménez reiniciar la relación.
«Nosotros clamábamos ayuda a las autoridades»
El lunes 21 de agosto, la hija de Yolennys Jiménez se dirigió a la Fiscalía para presentar la denuncia sobre la desaparición de su madre. Una comisión de la policía la acompañó a la finca donde vivía su expareja. Los funcionarios hicieron allí una breve inspección, pero no encontraron evidencias del asesinato.
El coronel Efraín García, comandante de la policía en Casanare, se refirió a la desaparición de Yolennys Jiménez sin mayores detalles durante una rueda de prensa.
«El miércoles nosotros volvimos a la finca. Ese día llega el fiscal con dos personas de la Fiscalía. Ellos toman fotografías porque nosotros les dijimos que nos parecía tener unas pruebas que señalaban que ella había sido asesinada en ese lugar. Una carretilla estaba con rastros de sangre; habíamos encontrado un intento de fosa, palas que no eran herramientas de ese lugar. También teníamos la declaración de un vecino: el domingo él fue a comprar leche y el vecino lo llamó; cuando él salió, vio que tenía la ropa ensangrentada, vio que tenía rasguños frescos en la cara y que tenía moretones, tenía los ojos rojos», describió García.
La familia, tras la evidencia que presentó, se acercó nuevamente a las autoridades para preguntar si el hombre se encontraba detenido. Sin embargo, la respuesta fue negativa, pues no contaban con las pruebas necesarias para detener a un ciudadano.
El grupo pidió apoyo a la Fiscalía para encontrar a Yolennys Jiménez: unidad canina, equipo de búsqueda, una cuadrilla de hombres para encontrarla.
«El señor fiscal nos dijo que no contaban con esos equipos. Y yo le pregunté qué podíamos hacer en ese caso porque nosotros clamábamos ayuda de las autoridades en ese momento porque estábamos desesperados, no hallábamos qué hacer», dijo García.
A pesar de las peticiones de familiares y cercanos a Yolennys Jiménez, el fiscal indicó que una vez que encontraran el cuerpo, llamaran a las autoridades. Para la familiar de la víctima este es un caso de incompetencia.
«Me parece que fue una incompetencia dejarlo en libertad porque lo que hicieron fue darle el aval para que él huyera», señaló García.
La autopsia de Yolennys Jiménez la realizarán en Bogotá
El cuerpo de la venezolana, que residía en Colombia desde hace cinco años, fue trasladado por las autoridades a Bogotá.
La exhumación de los restos desmembrados estuvo a cargo de peritos de la Fiscalía especializados en estos casos de homicidios.
De acuerdo con el medio Blu radio, los expertos adelantaron las diligencias judiciales en el predio donde habrían sepultado a la víctima.
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