Más de 416.000 migrantes irregulares han ingresado a Honduras en lo que va de 2023, una cifra récord que duplica la cantidad de extranjeros que entraron al país durante 2022 y que muestra la crisis migratoria en América, que ha «rebasado» las capacidades de los Estados.
Según cifras del Instituto Nacional de Migración de Honduras a las que tuvo acceso este miércoles EFE, entre el 1 de enero y el 22 de octubre 416.438 migrantes habían entrado al país centroamericano de manera irregular.
La gran mayoría de los viajeros son venezolanos, cerca de 182.000, haitianos (52.454) y cubanos (60.923). Les siguen los ecuatorianos, con 38.239, colombianos (9.262), chinos (7.462) y senegalés (7.7.179), según cifras del INM.
El creciente flujo migratorio ha llevado al límite las capacidades de los Estados de Centroamérica, región que cruzan los migrantes, muchos de ellos niños e inclusos bebés, en su ruta hacia Estados Unidos, enfatizó Valladares, que instó a los países a «ir más allá» del Pacto Mundial sobre Migración.
Crisis migratoria rebasa capacidades de los Estados
Para la experta hondureña en temas migratorios Sally Valladares es «evidente la crisis migratoria que existe» y lamentó que los países de tránsito «ya no tienen respuestas» porque sus capacidades para atender a estas personas han sido «rebasadas».
Valladares dijo a EFE que es «urgente buscar soluciones» para atender las causas de la migración irregular y advirtió que, si Guatemala o México bloquean el ingreso de migrantes, Honduras podría afrontar una «migración estacionaria».
Abogó por un «diálogo certero y de alto nivel, un diálogo más allá del discurso» y que contribuya a «la búsqueda de soluciones y la generación de respuesta» frente a la crisis migratoria.
En el diálogo deben participar altos representantes de países de origen, tránsito y destino de los migrantes, señaló la experta, que recordó que continúa la migración de hondureños y pidió a las autoridades «no descuidar» esta problemática.
Honduras aplica política de protección hacia los migrantes
Según el director del INM, Allan Alvarenga, el Gobierno hondureño busca garantizar un «trato digno» a los migrantes que ingresan al país a través de políticas de «protección» y no de «contención».
El Gobierno está aplicando una «política de protección» a los migrantes y «no una política de contención», así como una estrategia para fortalecer los Centros de Atención al Migrante (CAM) para dar una «atención integral» a los extranjeros que transitan por Honduras en su viaje hacia Estados Unidos, señaló Alvarenga a periodistas.
«Lo que se busca es garantizar (a los migrantes) un trato digno durante su estadía y tránsito en el país», subrayó el director del INM, que reconoció que la cifra de personas que han ingresado a Honduras este año es «bastante alta».
El Gobierno hondureño, añadió, pretende además «fortalecer la capacidad de respuesta» del Instituto Nacional de Migración y otras instituciones para hacer un «abordaje no solo de migración, sino también uno estratégico con otros actores fundamentales».
Alvarenga instó a las organizaciones internacionales y locales a continuar con «el apoyo y buenas respuestas» para abordar la migración desde un «enfoque más humanista»
Ante una cifra histórica, las autoridades de Honduras estiman que podría llegar a medio millón el número de personas que ingresen este año al país, muy por encima de las 188.858 registradas en 2022 y las 17.590 de 2021.
Cerca del 20 % de los migrantes que ingresaron este año a Honduras son menores de edad, en su mayoría niños, de acuerdo con los datos oficiales.
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