Heidi Van Roekel realiza videos instructivos de arte para publicarlos en YouTube cuando se siente abrumada por las noticias sobre la pandemia del coronavirus. Bill Webb sale a pasear en su bote. Stacy Mitchell busca algo por televisión, lo que sea que la haga reír.
Paradójicamente, Kevin Reed, un diseñador de software de Kenmore, Washington, se ha sometido a un maratón de The Walking Dead después de desconectarse de las noticias. Prefiere ver una historia ficticia sobre zombis que comen carne humana en lugar de una pandemia en la vida real.
No es de sorprender que exista interés por ver los medios noticiosos cuando hay una historia que afecta directamente a tanta gente. Ya sea que se hayan contagiado, perdido el empleo o se encuentren confinados en sus hogares. Un sondeo del Centro de Investigación Pew realizado la tercera semana de abril reveló que 88% de los estadounidenses dijo seguir noticias sobre el coronavirus ya sea muy de cerca o bastante.
Pero eso cobra un precio. La encuesta también halló que 71% de los estadounidenses afirma necesitar alejarse momentáneamente de las noticias. Ver cualquier otra cosa. Hacer otra cosa. Darse un pequeño respiro.
“Hace una semana y media tuve que moderarme”, afirmó Webb, un escritor y consultor que vive en Sarasota, Florida. “Pienso que llega a ser abrumador. Uno está sentado en su hogar y no hay nada que pueda hacer respecto a la situación”.
Mitchell, que brinda asesoría de recursos humanos desde Dayton, Ohio, dijo que suele ver el programa Today por las mañanas, las noticias vespertinas de la cadena televisiva. Trata de seguir lo que dice el gobernador de su estado, Mike DeWine, al menos cuando comienza a dar sus sesiones informativas. Pero llegó un momento en que se sintió abrumada.
“Fue sólo una sobrecarga de covid-19”, declaró Mitchell. “Sentí mucha ansiedad. Tuve un fuerte ataque de ansiedad y decidí que ya no iba a ver más de ese tema”.
Qué dice la ciencia
La ciencia los respalda. Roxane Cohen Silver, Dana Rose Garfin y E. Alison Holman, investigadoras de la Universidad de California en Irvine, investigan al respecto. Las expertas han estado analizando los efectos de un seguimiento prolongado de malas noticias desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El grupo escribió un artículo para la revista Health Psychology en febrero, antes que el coronavirus alterara la vida de muchos estadounidenses, en el que advierten sobre este efecto.
La gente que mira demasiadas noticias deprimentes puede tener pesadillas, sentimientos de ansiedad y síntomas de trastorno por estrés postraumático, dijo Silver. A la larga, tiene más probabilidades de padecer alteraciones cardiovasculares.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional