Apóyanos

Lo que debemos comer para prevenir la depresión

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Se dice que las enfermedades mentales están alcanzando grandes niveles los últimos dos años de lucha contra el coronavirus, sobre todo la depresión, que a estas alturas es uno de los problemas mentales más habituales en el mundo.

¿Qué papel juega la alimentación en su prevención? Es de sobra conocido que una mala alimentación es un factor de riesgo fundamental para las denominadas enfermedades no trasmisibles.

Estas son responsables de 7 de cada 10 muertes en el mundo. De ellas, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las principales.

Pero la cosa no queda ahí. Los nutrientes participan en las funciones biológicas y, como tal, intervienen en el funcionamiento del sistema inmune, el sistema nervioso, la producción de energía y un largo etcétera.

Por eso, la alimentación también afecta la salud mental. Ya en 2014 había indicios de que una dieta saludable estaba asociada a un menor riesgo de sufrir depresión. En 2018 nuevos estudios confirmaron esta relación.

En aquella ocasión se basaba en el seguimiento de los pacientes durante varios meses o incluso años. No solo esto, sino que la mejora de la dieta reduce los síntomas depresivos, según un conjunto de ensayos clínicos con una cantidad más que notable de participantes. Es interesante que los resultados parezcan ser mejores en mujeres.

Dieta mediterránea

Entre las dietas saludables que han demostrado una asociación con la depresión está la dieta mediterránea. La adherencia a esta dieta parece conferir cierta protección frente a la depresión, de acuerdo con una revisión de 2019. En ese momento, los resultados parecían depender del tipo de estudio.

Desde entonces, varias investigaciones confirmaron la relación positiva de la dieta mediterránea con menor riesgo de depresión. Una de ellas llevada a cabo por la Universidad de Navarra en 2019. Y otra, más reducida, en Holanda en 2020.

La dieta mediterránea se basa en fruta, verdura y hortalizas, aceite de oliva, legumbres, frutos secos al natural, pescado/marisco y carne blanca. El estudio de estos grupos de alimentos indica que el consumo de algunos de ellos se asocia con menor riesgo de depresión (fruta, frutos secos, verduras, hortalizas y cereales integrales, y también pescado).

Por el contrario, los alimentos ultraprocesados se relacionan con incremento del riesgo de síntomas depresivos, según un estudio en Francia. Otro trabajo en Brasil los asocia con un aumento del estrés.

Según la clasificación Nova (sistema de clasificación de alimentos de la OMS, con base en su grado de procesamiento), los ultraprocesados son alimentos elaborados mediante el uso de varios procesos industriales, que suelen llevar, habitualmente, combinaciones de azúcar, aceites/grasas o sal añadidos.

Además, contienen aditivos para prolongar su duración o hacerlos más apetecibles. Algunos ejemplos son bebidas refrescantes, snacks, margarina, cereales de desayuno, platos preparados, galletas o barritas energéticas.

Está demostrado que las dietas ricas en frituras, carne procesada, lácteos altos en grasa, cereales refinados y postres dulces se relacionan con el aumento de los síntomas depresivos. Y algo similar ocurre con la comida rápida y la bollería industrial.

Beneficios del omega 3

En cuanto a los nutrientes, los que han estudiado son los ácidos grasos omega 3, EPA y DHA. Estos se obtienen principalmente de pescados y mariscos, con mayor concentración en el pescado graso. Se ha visto que los niveles de ambos están disminuidos en pacientes con depresión.

Además, el tratamiento con omega 3 de pacientes mejora los síntomas propios de la depresión, incluyendo el insomnio, la ansiedad, los sentimientos de culpabilidad o las ideas suicidas.

Otro nutriente relacionado con depresión es el zinc, presente principalmente en legumbres, frutos secos, cereales integrales y carne. Se comprobó que los pacientes con depresión tienen niveles menores de este mineral en la sangre. Además, se describió una asociación entre el grado de deficiencia de zinc y la gravedad de la depresión.

Algunas vitaminas se relacionan asimismo con depresión, especialmente por su déficit. Estas son las vitaminas B3, B6, B8, C y el ácido fólico. La vitamina C se encuentran en fruta y verdura frescas; mientras que el ácido fólico en verduras y también en legumbres, cereales integrales, frutos secos y huevos.

En cuanto a las vitaminas B3, B6 y B8 se obtienen de huevos, carne, pescado y cereales integrales.

Dieta sana para un cerebro sano

Hay muchas razones para convertir la alimentación saludable en una de las prioridades. Un menor riesgo de mortalidad, de diabetes o de padecer algunos tipos de cáncer son las más conocidas.

Pero conviene tener también presente su efecto protector frente a la depresión. Algo especialmente importante si se tiene en cuenta que la OMS calcula que afecta a 264 millones de personas en el mundo. En 2020 se diagnosticaron cerca de 2 millones de casos de depresión en España, con el doble de incidencia en mujeres.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional