Cada vez son más los adeptos a la dieta alcalina, un régimen que busca crear, a través de la ingesta de determinados alimentos, el balance en los niveles de PH en el cuerpo.
Sus promotores dicen que se trata de uno de los métodos más conocidos para la revitalización del cuerpo. Además permite alcanzar y mantener el peso ideal y tener una piel lozana y radiante.
¿Cuáles son los insumos que se deben consumir y cuáles evitar en esta dieta, y cuáles son sus principios? Antes que nada, se debe saber que el PH es una escala que mide el nivel de acidez o alcalinidad. El cuerpo tiende naturalmente a ella. Sin embargo, algunas comidas como la carne, las frituras, las gaseosas, los lácteos y las comidas rápidas lo «acidifican».
¿Qué sucede entonces?
El doctor Alessandro Lanata, especialista en medicina integrativa del centro Health by New Leaf, explica:»“Para balancear este exceso de acidez, el organismo toma elementos de los huesos y músculos. Cuando tenemos una dieta ácida se produce la desmineralización de nuestros huesos, que se traduce en una baja de su densidad y luego en osteoporosis. En el caso de los músculos, se generan atrofias. Además, un medio ácido es un medio propenso para la generación de cáncer».
Otros efectos muy poco agradables son: fatiga crónica, irritabilidad, dolores de cabeza, inflamación en los ojos, encías sensibles, caries, gastritis, úlceras, piedras en los riñones, alergias, piel seca, hongos, calambres, osteopenia u osteoporosis, artritis, gota e insomnio.
¿Qué comer en una dieta alcalina?
Expertos recomiendan evitar las gaseosas y los jugos de caja. Se debe beber más agua (filtrada) y utilizar la menor cantidad de azúcar posible. El plato de comida debe tener 51% vegetales (de ser posible, crudos) y el resto se debe dividir en tres partes:
- Un tercio de proteínas (pescado, pollo orgánico, vegetal)
- Un tercio de carbohidratos (papa, yuca, maíz)
- El otro tercio en grasas mono insaturadas (aceitunas, almendras, aceite de oliva, aguacate).
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