Cada persona tiene necesidades de sueño distintas. Según diversos estudios, para un adulto oscilan entre las seis y las diez horas diarias. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, reducir una sola hora de sueño de las necesarias según la edad dificulta la concentración y contribuye para que aparezcan enfermedades neurológicas y metabólicas. De hecho, la falta de sueño puede interferir en la regulación adecuada del ritmo circadiano, pero lo cierto es que un buen sueño es imprescindible para la salud.
En este sentido, existen algunos factores asociados con no dormir bien, entre los cuales se destacan, por ejemplo, dormir con el celular o usarlo antes de acostarse.
Investigadores del Instituto de Farmacología y Toxicología y Neurociencias de Atlanta determinaron que los dispositivos electrónicos son un impedimento potencial para conseguir el descanso que necesita el cuerpo.
La luz azul
Por otra parte, un estudio publicado en Journal of Behavioral Addictions determinó que la luz de color azul de las pantallas, el sonido o la vibración de estos, así como las ondas de radiofrecuencia que emiten los celulares, pueden alterar la calidad del sueño. Dormir con el celular o usarlo antes disminuye la producción de la hormona que induce el sueño (melatonina).
El ritmo circadiano, también conocido como reloj biológico, está controlado por la luz y otros estímulos. En esencia, es esta la que regula la segregación de la melatonina, por lo que durante el día no se segrega mientras que apenas comienza la luz rojiza del atardecer comienza su producción por la glándula pineal. La hormona alcanza sus picos de segregación en la oscuridad de la noche. Para los especialistas, allí es donde radica el problema de la luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos electrónicos.
Estudios demostraron que este es el origen de las consecuencias negativas de utilizar el celular antes de dormir. Sin embargo, el Centro de Investigación Lumínica de Nueva York tiene las conclusiones más rigurosas, al comprobar que la luz artificial es capaz de suprimir la secreción de la hormona del sueño. Incluso investigaciones de la misma entidad sugieren que la intensidad del rango de longitud de onda de esa luz interrumpe su ciclo de secreción.
Además, estas conclusiones explican que, debido a los estímulos lumínicos y sonoros, el cerebro no logra entrar en estado de relajación. Este estado se da cerca de 45 minutos después de que llegue la oscuridad, según los picos de melatonina.
Graves consecuencias de dormir con el celular
No dormir bien –ni en la calidad de sueño esperada ni en las horas necesarias– puede tener ciertas consecuencias perjudiciales para la salud. En primera medida, si no hay un descanso adecuado, las hormonas que regulan el apetito (grelina y leptina) pueden presentar un desequilibrio. Este causaría la sensación de querer comer en mayores proporciones y, a falta de ejercicio físico, ocasiona aumento de peso.
Por otro lado, dormir con dispositivos electrónicos hace que el cerebro se mantenga activo en la noche. Eso causa que al otro día el nivel de productividad disminuya considerablemente.
Además, un equipo de expertos de la Universidad de Toledo (Ohio) estimó que la luz azul de los teléfonos podría dañar los ojos. Esto último está relacionado con la degeneración muscular de estos órganos.
De este modo, cabe resaltar que los expertos recomiendan dejar de utilizar los dispositivos electrónicos al menos 30 minutos antes de irse a dormir. Asimismo, se debe bajar el brillo de la pantalla y utilizar el modo nocturno de los móviles que cambian la luz azul a tonalidades rojas.
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