Un estudio realizado por un grupo de científicos del Colegio Imperial de Londres, reveló que los ronquidos afectan la salud, al elevar la presión arterial de la persona que los escucha toda la noche.
Se monitoreó a 140 voluntarios que vivían en hogares cerca de Heathrow y otros tres aeropuertos europeos. El estudio descubrió que los ronquidos tienen el mismo impacto en la presión arterial de una persona, que el ruido de un avión que vuela bajo o un camión que retrocede en la calle. De hecho, el tipo de sonido de los ronquidos o su origen no son importantes, lo que en verdad importa es el volumen, el cual afecta a la salud.
En otras palabras: cuanto más fuerte sea el ruido, mayor será el aumento de la presión arterial en 0.66 mm Hg por cada aumento de 5 decibelios. Así que los ronquidos aumentan la presión arterial y, por ende, incrementan el riesgo de padecer hipertensión para quienes los escuchan. Además, la presión alta es un factor de riesgo para enfermedades cardíacas, demencia, infartos y enfermedades renales.
Si la persona que ronca es la pareja y el problema no se soluciona, se pueden presentar peleas e inconvenientes en la relación. Estos causarán en la persona estrés, ansiedad o, incluso, problemas gastrointestinales. Si las discusiones sobre el tema son constantes, el sistema inmune también podría verse afectado.
Entre otras consecuencias negativas de los ronquidos están:
- Mala calidad de sueño
- Cambios de humor e irritabilidad
- Mala concentración y pérdida de memoria
- Depresión, ansiedad y estrés
- Hipertensión
- Problemas renales y cardiovasculares
- Defensas débiles
- Obesidad
- Demencia
- Infartos y accidentes cerebrovasculares
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