El sexo tántrico es una práctica sexual que requiere capacitación, aprendizaje, paciencia y mucha disposición. A su vez, es una nueva tendencia que está cada vez más de moda entre las parejas que quieren salir de la rutina y conectarse de una manera profunda.
En el sexo tántrico se busca el placer a través de la exploración de los sentidos más allá de la simple penetración. Por tal razón requiere ejercicios de respiración y de relajación y que el fin último sea llevar a la pareja al estado máximo de placer.
Lo cierto es que, en esencia, no tiene nada que ver con velas o música. Se trata de una práctica que se basa en el Tantra, una filosofía de vida de origen oriental con más de 4,000 años de antigüedad, que utiliza la energía sexual para conseguir una conexión con uno mismo. La meditación o disciplinas como el yoga están muy relacionadas.
El sexólogo y psicólogo Ezequiel López Peralta habló en el podcast de El Tiempo Sexo en tu oído sobre este tema. De acuerdo a su definición esta es “una práctica de la filosofía Tantra, diametralmente opuesta a cómo tenemos concebido el sexo nosotros en occidente (…) Esta permite generar energía para fines espirituales y buscar un estado de conexión sexual y espiritual con la pareja”.
En este sentido, el sexo tántrico no se basa en unos preliminares y la eyaculación como fin, sino en sentir, pedir lo que se desea, adorar el cuerpo de la pareja, escuchar y permitirse recibir placer.
Diego Jiménez, experto en cursos de Tantra, le dijo a la agencia de noticias Efe que “se trata de que las mujeres tengan el mayor número de orgasmos posibles y el hombre aguante la eyaculación para así poder durar el tiempo que quiera”.
En otras palabras, en el sexo convencional, el hombre siente un orgasmo y simultáneamente eyacula, pero en el sexo tántrico no. Según Ezequiel, se trata de un “orgasmo seco que no requiere de eyaculación (…) el hombre llega a un nivel de control en el puede tener un orgasmo sin eyacular”.
De esta forma se consigue tener un orgasmo controlado por el propio hombre y se impide que se eyacule, por lo que puede continuar con el acto sexual (lo cual permite que la mujer tenga múltiples orgasmos). Para esto es importante practicar y conocer cuál es su punto de no retorno, mediante la masturbación masculina.
Sin embargo, el sexólogo Ruiz Ejarque advierte a Efe que se ha de tener especial precaución con este método ya que “si no se es precavido y se hace sin ningún control puede llevar a una afectación de eyaculación retardada o incluso a pérdidas del apetito sexual. Es decir, que cuando quiera eyacular, ya no pueda. Hay que practicarlo de forma responsable”.
¿Cómo se práctica el sexo tántrico?
“Las personas que practican Tantra son personas que han hecho años de meditación, que saben controlar su respiración, enfocar la mente en lo que ellos quieran y practican distintos tipos de yoga”, explica Ezequiel López Peralta a El Tiempo.
En el sexo tántrico la cama no es el lugar ideal ya que impide muchos movimientos; por tanto, suele practicarse en el suelo encima de una manta.
Con excepción al abrazo tántrico – que consiste en que la mujer abrace al hombre con los brazos y las piernas sentada sobre las rodillas del hombre – no hay más posiciones. No se trata de imitar unas posturas establecidas sino de sentir, estimular y llegar a un equilibrio con la otra persona.
Los juguetes eróticos tampoco suelen utilizarse. “Un vibrador no tendría sentido en el sexo tántrico ya que se trata de sentir un cuerpo con el otro”, aclara a Efe Diego Jiménez.
Durante esta practica se siente cada movimiento, mirada, abrazo, beso, caricia. De hecho, el sexo tántrico es una manera diferente de sentir y de experimentar algo tan universal como es la sexualidad.
Al principio, lo recomendado es hacerlo en compañía de expertos que guíen y le enseñen a la pareja todo acerca de este proceso y los pasos para lograr practicarlo.
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