La avena se considera uno de los alimentos más saludables del mundo. Gracias a su alto contenido en fibra, proteínas y minerales, el consumo de este cereal se extendió e incluso adopto distintas formas, como el agua de avena.
Para prepararla, se necesita una taza de avena, un litro de agua, extracto de vainilla, canela en polvo y endulzante al gusto. Hay que remojar las hojuelas de avena durante toda la noche previa a la preparación, para que su digestión sea sencilla; después hay que desechar el agua de remojo y colocarla en una licuadora.
Es necesario verter el resto de los ingredientes y mezclarlos hasta que se incorporen. Así de fácil se obtendrá esta bebida llena de nutrientes. A continuación, los efectos de tomar agua de avena en ayunas.
Uno de los componentes principales de la avena es un tipo de fibra soluble denominada betaglucano, responsable de la mayoría de los beneficios de este cereal para la salud. Si este compuesto se disuelve en agua, aumentan sus propiedades, indica la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética.
Una investigación publicada por The American Journal of Clinical Nutrition demostró que el betaglucano del agua de avena reduce el colesterol LDL (malo) y el colesterol total.
Del mismo modo, los antioxidantes de la avena previenen la oxidación del colesterol LDL, por lo que evita la inflamación en las arterias, disminuye el riesgo de infartos y de accidentes cerebrovasculares.
El betaglucano también es bueno para los niveles de azúcar. De acuerdo con la Escuela de Salud Pública de Harvard, la avena evita los aumentos bruscos de glucosa en la sangre después de cada comida.
En adición a esto, una publicación de la revista Nutrients concluyó que los alimentos o bebidas con avena consumidos en ayunas reducen significativamente los niveles de glucosa en personas con diabetes tipo 2.
Además de los polifenoles, un artículo de Nutrition Reviews explica que la avena contiene antioxidantes exclusivos llamados avenantramidas. Estas sustancias dilatan los vasos sanguíneos, mejoran la circulación y disminuyen la presión arterial.
A su vez, este cereal reduce 21% el riesgo de sufrir padecimientos cardiovasculares, señala una revisión de estudios en The American Journal of Cardiology.
Según la Escuela de Salud Pública de Harvard, la fibra presente en la avena regula los movimientos del intestino e incrementa el contenido de agua en las heces, por lo cual previene el estreñimiento.
De igual manera, el betaglucano aumenta la diversidad de la microbiota intestinal. Estas bacterias saludables evitan problemas digestivos como la diarrea, la colitis ulcerosa, el síndrome de intestino irritable o la enfermedad de Crohn. Asimismo, fortalecen el sistema inmunológico para descomponer sustancias tóxicas, procesan carbohidratos complejos, vitaminas y aminoácidos.
Un estudio publicado en Nutrition Reviews indica que la viscosidad del betaglucano ralentiza el proceso digestivo y la absorción de nutrientes. Como tu estómago tarda en vaciarse, la sensación de saciedad se extiende por más tiempo.
Por su parte, una investigación de Nutrition Research probó que este tipo de fibra libera péptido YY, hormona que controla el apetito y disminuye el consumo excesivo de calorías. Por ello, en conjunto con otros hábitos saludables, el agua de avena podría ayudarte a bajar de peso.
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