¿Cuántas veces se ha dicho que una buena ingesta de vitamina C ayuda a prevenir resfriados? Sin embargo, muchos no saben si están ingiriendo la cantidad correcta de este nutriente que es necesario para reforzar el sistema inmunológico.
Así, probablemente las personas se toman un jugo de naranja algún día de la semana, o quizá cometen el error de ingerir más vitamina C de la necesaria.
De acuerdo con información del Departamento de Salud Estadounidense, la vitamina C actúa en el cuerpo como antioxidante, ya que ayuda a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía.
Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta.
El cuerpo, sostiene el Departamento de Salud de Estados Unidos, necesita vitamina C para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas.
Según el sitio MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los suplementos de vitamina C en realidad no reducen el riesgo de contraer un resfriado común, aunque las personas que ingieren estos complementos alimenticios podrían tener síntomas más leves o resfriados ligeramente más cortos. Tomar un suplemento después de que la persona empezó a padecer un resfriado, parece no servir, agregan los especialistas.
El cuerpo por sí solo no puede producir ácido ascórbico ni almacenarlo, por lo que es importante incluir en la dieta diaria diversos alimentos que incluyan esta sustancia orgánica.
Por otro lado, tampoco es correcta la ingesta desmedida de vitamina C, ya que su exceso podría ocasionar diarrea, náuseas, vómitos, ardor de estómago, calambres abdominales dolor de cabeza e insomnio, según la Fundación Mayo, dedicada a la educación médica y a la investigación.
La cantidad de vitamina C que necesita ingerir una persona cada día depende de su edad, según los expertos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Un niño de entre 1 y 3 años de edad requiere 15 miligramos diarios de vitamina C, mientras que las adolescentes de entre 14 y 18 años necesitan ingerir 65 miligramos diarios, en tanto que un varón de entre 14 y 18 años necesita 75 miligramos diarios.
Una mujer adulta precisa 75 miligramos diarios de vitamina C, mientras que un hombre adulto necesita cada día 90 miligramos de este ácido ascórbico.
En el caso de las embarazadas, cada día son 85 miligramos diarios de vitamina C lo que requieren, mientras que si están lactando, la dosis necesaria es de 120 mg.
Los fumadores, según los expertos en salud, necesitan añadir 35 miligramos a los valores anteriormente indicados, ya que como mencionamos anteriormente, el humo de los cigarros expone a los fumadores a los radicales libres.
No solo las frutas contienen vitamina C, el ácido ascórbico también está presente en los vegetales. Así, para ingerir vitamina C, el Departamento de Salud estadounidense recomienda consumir frutos y jugos de cítricos como naranja y toronja, y verduras como brócoli, papas y tomates.
Un jugo de toronja de 100 gramos contiene 38 mg de vitamina C, en tanto que 100 gramos de brócoli contienen 87 mg de vitamina C. Unos 100 gramos de papa hervida contienen 19.7 mg de vitamina C
Las autoridades estadounidenses de salud advierten que al cocinar los alimentos o almacenarlos por tiempo prolongado, podría disminuir el contenido de vitamina C, aunque es probable que si se preparan al vapor o el microondas, la pérdida de vitamina C podría ser menor.
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