Como parte del ciclo de conciertos Santiago Sinfónico, el Gobierno de Santiago y la Universidad de Chile presentaron el sábado 27 de enero la obra maestra del siglo XX, Carmina Burana, del compositor alemán Carl Orff.
La Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y el Coro Sinfónico Universidad de Chile, dirigidos por el maestro venezolano Rodolfo Saglimbeni, y Juan Pablo Villarroel, respectivamente, se unieron a las destacadas voces de los solistas Tabita Martínez (soprano), Moisés Mendoza (contratenor) y Patricio Sabaté (barítono).
El concierto final de la famosa cantata del siglo XX, llevado a cabo en Plaza Italia -centro neurálgico de la capital chilena-, reunió a más de 15 mil personas.
El maestro Saglimbeni
Saglimbeni se desempeña como director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile desde septiembre de 2019. Fue ratificado para un nuevo periodo, luego de que los integrantes del conjunto lo respaldaran con su voto de manera casi unánime.
Según la página oficial de la orquesta, tras haber realizado diversas colaboraciones durante las últimas dos décadas, afianzó una una estrecha relación con el conjunto, obteniendo notables resultados. «Sin duda, es un privilegio dirigir una de las más importantes orquestas de toda América, de gran valor artístico, de convicción, una gran familia», señaló el director de origen barquisimetano.
Formado en la Real Academia de Música de Londres, ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera, siendo galardonado con la Orden «Waraira Repano» de la Alcaldía de Caracas y la Orden «José Félix Ribas». Asimismo, le fue adjudicado el título honorario ARAM (Associate of the Royal Academy of Music) por la Real Academia de Música de Londres. En 2014 fue nombrado por el Gobierno de Italia «Caballero de la Orden de la Estrella de Italia» por los logros en el campo de las ciencias, las letras y las artes.
Con amplia experiencia en la docencia, dirección y entrenamiento orquestal, el maestro es desde 1990 tutor del curso de verano de Canford (Inglaterra). Además, desde 1993 es codirector de este centro internacional de enseñanza. En 2013 asumió la dirección de la Facultad George Hurst de la Sherborne Summer School of Music en Inglaterra.
Profesor en la Universidad Nacional Experimental de las Artes, tutor en Fundamusical Simón Bolívar y en la Escuela de Música del Mozarteum de Caracas, fue también presidente de la Federación de Orquestas Sinfónicas Regionales y ha sido miembro de las juntas y consejos directivos de importantes instituciones de Venezuela.
Santiago Sinfónico, un hito
Según recoge la Universidad de Chile, Santiago Sinfónico comenzó en el Parque Juan Pablo II, ubicado en Bajos de Mena, Puente Alto. En este lugar, según sus propios residentes, era la primera vez que recibía un espectáculo como este.
Cuatro mil personas llegaron a este primer encuentro, lo mismo que para el segundo concierto en Estación Central, donde el escenario estuvo instalado en el frontis de la tradicional estación de trenes y paralizó por algunas horas la concurrida Alameda para que el público se detuviera y disfrutara del espectáculo.
La rectora de la universidad, Rosa Devés, por su parte, recordó que «hace un año, cuando la música de la Novena Sinfonía de Beethoven llenó este espacio, y su mensaje de fraternidad alcanzó nuestro espíritu colectivo, nos propusimos volver».
Continuó su mensaje expresando que el emblemático concierto «nos había remecido y supimos entonces que había un bien público que cuidar. Así pues, este año se ha logrado, gracias al trabajo colaborativo con el Gobierno de Santiago, no solo volver aquí, sino también llevar estos conciertos a las comunas de Puente Alto, de Estación Central y de Maipú. Cada experiencia ha sido única, porque cada público y cada lugar tiene su propia identidad, su propia riqueza y nosotros nos desarrollamos como seres humanos siempre en vínculo con los demás», acotó.
Un encuentro que emociona
El gobernador de Santiago, Claudio Orrego, a su vez, señaló que creen en recuperar la ciudad para las personas y que esto se resume en «recuperar los espacios públicos para la gente y no para la delincuencia.
«Eso es lo que queremos hoy día, que la gente disfrute en un espacio público simbólico para Chile, que está siendo remodelado en un trabajo inédito de una de las obras más importantes de la música del siglo XX. La respuesta del público ha sido maravillosa, miles de familias por primera vez en sus vidas han tenido acceso a este tipo de conciertos. Hoy día terminamos con este broche de oro aquí en Plaza Italia», concluyó.
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