El director general de Wimbledon, Danny Macklin, renunció a su cargo después de que se filtraran unos comentarios machistas y abusivos hacia una compañera de trabajo.
A Macklin lo grabaron con un micrófono oculto en su oficina mientras insultaba a Rebecca Markham, directora de servicios de apoyo y entradas. La llamó «puta» y le aseguró que le gustaría matarla.
El micrófono lo puso en la oficina del director de Wimbledon, Matthew Wells, un veterano militar de guerra que trabaja en el club como jefe de seguridad. Las grabaciones se publicaron en el diario británico The Times esta semana. En junio, Macklin y Markham aparecieron juntos en una campaña promovida por el club para luchar contra el racismo. En enero, el director pidió a los aficionados que pararan con los cánticos machistas en la grada.
El Wimbledon anunció la marcha de Macklin a principios de mes, pero no comentó las causas, que se expusieron ahora por The Times. El club, que milita en League Two (Cuarta división inglesa), sí publicó este martes un comunicado condenando los comentarios del director.
«El Wimbledon trata de ser un club responsable, inclusivo y moderno. Por lo tanto, tiene la obligación de actuar apropiadamente y ser un ejemplo. Este comportamiento no es tolerable y no representa nuestra cultura. Una vez conocimos este asunto, actuamos en concordancia con nuestras responsabilidades y valores para resolverlo. Por razones legales no podemos comentar más», aseguró el Wimbledon.
En las grabaciones se podía escuchar a Macklin diciendo: «Quiero lanzarla por la ventana. Nunca he querido matar a nadie, pero a ella me gustaría matarla. Jodida puta. La odio».