Nueva York cierra la temporada. El Abierto de Estados Unidos, último Grand Slam del circuito, cumple este curso su celebración número 143, y lo hace sellando cifras para la historia, a ritmo de récords, tanto en el plano tenístico como a nivel financiero.
El torneo, que no ha dejado de evolucionar desde que iniciara su andadura en 1881, mantiene, eso sí, el nivel de competencia que dibujan las citas imperdibles entre los mejores jugadores del mundo. Novak Djokovic y Daniil Medvédev se postulaban en esta ocasión, dentro de las mejores casas de apuestas deportivas en Estados Unidos, como favoritos para conquistar el título, haciéndolo además en una edición salpicada de novedades y de mejoras.
Hazañas en el US Open
El rumbo de este US Open no solo ha cumplido con las expectativas de poner juntos al serbio y al ruso en otra final para el recuerdo (dejando un lado a Alcaraz), sino que ha renovado algunos registros que no serán fácilmente rebasados por otros tenistas.
Nolan sigue con el empeño de romper estadísticas, las propias y las ajenas, y eso es lo que consiguió hace unos días en la pista del Flushing Meadows con la obtención del título. Hasta tres récords esconde esa gesta: ha logrado igualar a Margaret Court con 24 Grand Slams, es el único jugador de la historia que tiene, como mínimo, 85 triunfos en cada uno de los cuatro grandes y que ha jugado 13 veces consecutivas unas semifinales en este abierto. Tras superar esa ronda en Norteamérica se coronó, asimismo, adelantando a Federer, como el tenista con más semifinales en los torneos de esta categoría: 47.
Medvedev, situado en la tercera plaza del ranking de la ATP, tampoco ha escondido su progresión en este US Open. El moscovita, tras vencer a Alcaraz en otro alarde de regularidad, se ha colocado como líder de victorias en pistas rápidas a lo largo del año. Hasta 38 veces ha salido airoso de sus duelos esta temporada, una cifra que todavía no ha alcanzado nadie en el circuito. De igual modo, Daniil acumuló con el acceso a la final otro registro en el que no tiene competidor: 21 victorias seguidas, de las cuales más de 10 han sido frente a jugadores del top ten mundial.
Al margen de hazañas deportivas, este US Open también está sobresaliendo en materia económica, fiel al estilo que ha ido apuntalando a lo largo del tiempo. Sólo por señalar antecedentes, cabe referir que este año se ha cumplido el 50° aniversario de una resolución que marcó un hito: la organización del torneo decidió en 1973 que entregaría en premios la misma cantidad de dinero para los ganadores de las categorías masculina y femenina, convirtiéndose con ello en el primer evento tenístico en hacer algo así.
En materia económica
La iniciativa se ha mantenido intacta en este medio siglo. Lo que sí han cambiado son las cifras, que este curso han batido récord. La Asociación de Tenis de Estados Unidos reparte en esta edición 65 millones de dólares, su máximo histórico, 8% más que en 2022.
Cada uno de los campeones individuales ingresa en su cuenta 3 millones de dólares, mientras que los subcampeones se llevan la mitad, los semifinalistas 775.000 y los que claudican en cuartos 455.000. Además, los tenistas que se quedan en la tercera ronda reciben 45.000 dólares, el doble de lo que se les concede a los de la tercera fase.
En cuanto a la modalidad de doble, los ganadores se embolsan 700.000 dólares y los otros finalistas 350.000. En la misma sintonía destacan los números que se manejan en 2023 en concepto de dietas. Todos los jugadores tienen derecho, entre otras cosas, a 1.000 dólares en vales de viaje, una habitación de hotel adicional y un aumento en la asignación para las comidas y el encordado de las raquetas.
Por último, para continuar con la masa de números que integra el abierto norteamericano, resulta inevitable mencionar otro de los factores que explica su éxito: el volumen de público que se congrega cada temporada en el estadio Arthur Ashe.
La venta de entradas dejó en la última campaña una cifra jamás alcanzada: 888.044 espectadores, cantidad de aficionados que tras la final de este año podría verse superada con creces. Los precios de las localidades varían en función del desarrollo del torneo, aunque según la información aportada por la plataforma Ticketmaster el pase más barato para los partidos de la primera semana en horario matinal ronda los 30 dólares.
Ahora bien, la cosa se dispara a medida que avanza la clasificación, llegando incluso a los 3.000 dólares por ver el desenlace del cuadro masculino el 10 de septiembre, que siempre es el momento más esperado del US Open.
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