La mayoría de las personas están familiarizadas con trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, pero algunas condiciones son tan raras que muchos psiquiatras no encontrarán un solo caso en su vida profesional.
Aquí les presento cinco de los síndromes más raros y extraños conocidos por la psiquiatría.
1. Síndrome de Fregoli
El síndrome de Fregoli es cuando alguien cree que diferentes personas son, de hecho, la misma persona que simplemente cambia su apariencia.
Quienes padecen este síndrome suelen a menudo sentirse perseguidos por aquellos que cree que están disfrazados.
El trastorno lleva el nombre de Leopoldo Fregoli, un actor de teatro italiano que era conocido por su notable habilidad para cambiar rápidamente de apariencia mientras estaba en el escenario.
El síndrome de Fregoli generalmente ocurre junto con otros trastornos mentales, como el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el trastorno obsesivo-compulsivo.
También puede ser causado por una lesión cerebral y el uso del fármaco levodopa en el tratamiento para la enfermedad de Parkinson.
Una revisión en 2018 encontró que hay menos de 50 casos reportados en todo el mundo desde que se describió por primera vez este síndrome.
Sin embargo, un estudio más reciente (2020) reportó una incidencia del 1,1% entre los pacientes después de sufrir un accidente cerebrovascular, por lo que ciertamente hay más de 50 casos, pero igual sigue siendo un fenómeno muy raro.
No existe una cura conocida para el síndrome de Fragoli, pero el tratamiento con medicamentos antipsicóticos puede disminuir los síntomas.
2. Síndrome de Cotard
El síndrome de Cotard, también conocido popularmente como «síndrome del cadáver andante», es cuando las personas tienen la creencia delirante de que están muertas y no existen. Otros creen que le faltan partes del cuerpo.
El síndrome toma su nombre del neurólogo francés del siglo XIX Jules Cotard, quien describió por primera vez la afección en 1882.
La esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar son factores de riesgo para el síndrome de Cotard. Sin embargo, también se ha reportado como un efecto secundario raro del medicamento antiviral aciclovir.
Se cree que el síndrome se origina por una desconexión entre las áreas del cerebro que reconocen rostros y las áreas que asocian el contenido emocional con dicho reconocimiento facial.
Esta rara condición se trata generalmente con antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo, así como con terapia electroconvulsiva.
3. Síndrome de la mano ajena
El síndrome de la mano ajena es uno de los trastornos neurológicos más extraños. Es cuando la mano de una persona parece tener una mente propia y actúa de manera autónoma, y la persona siente que su mano no le pertenece.
Este síndrome se identificó por primera vez en 1908, pero no se definió claramente hasta principios de la década de 1970.
El término «síndrome de la mano ajena» (también mano extraña o alienígena) fue acuñado por Joseph Bogen, un neurofisiólogo estadounidense, para describir un comportamiento caprichoso curioso que se observa ocasionalmente durante la recuperación de ciertos tipos de cirugía cerebral.
Las personas con el síndrome de la mano ajena suelen tener trastornos del procesamiento sensorial y se disocian de las acciones de su mano.
Investigaciones indican que las personas con el síndrome personifican con frecuencia la mano ajena y pueden creer que está poseída por algún otro espíritu o forma de vida alienígena.
Las causas del síndrome incluyen demencia, accidentes cerebrovasculares, enfermedad priónica (una enfermedad cerebral mortal), tumores y convulsiones.
También se han reportado casos de síndrome de la mano ajena entre pacientes que se han sometido a una cirugía para separar los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho para tratar la epilepsia grave.
El síndrome es muy raro. Una revisión en 2013 encontró solo 150 casos en revistas médicas.
Aunque no existe una cura, los síntomas se pueden minimizar y controlar hasta cierto punto manteniendo la mano afectada ocupada e involucrada en una tarea, por ejemplo, dándole un objeto para que lo sostenga.
Otros tratamientos incluyen la inyección de la toxina botulínica y terapia de caja de espejo (que involucra el uso de una caja con dos espejos en el centro, uno en cada sentido, para ayudar a aliviar el dolor en un miembro fantasma).
El tratamiento parace tener un mayor éxito en pacientes con accidente cerebrovascular.
4. Síndrome de Ekbom
El síndrome de Ekbom es una alucinación táctil en la que los pacientes creen que están infestados de parásitos, y sienten que le caminan insectos por debajo de la piel.
El síndrome lleva el nombre de Karl Ekbom, un neurólogo sueco que describió por primera vez la afección a fines de la década de 1930.
Se desconoce el número exacto de personas que padecen este síndrome, pero un estudio reportó alrededor de 20 casos nuevos al año en una gran clínica de Estados Unidos.
Según un metanálisis de 1.223 casos de Ekbom, el síndrome es más común entre las mujeres (dos tercios mujeres, un tercio hombres) y más común en personas mayores de 40 años. Los síntomas generalmente duraban de tres a cuatro años.
El síndrome de Ekbom está asociado con varias trastornos, que incluyen esquizofrenia paranoide, enfermedad cerebral orgánica, neurosis y trastorno de personalidad paranoide.
También se ha reportado en algunas personas que sufren abstinencia de alcohol, uso indebido de cocaína, accidentes cerebrovasculares, demencia y lesiones en una parte del cerebro llamada tálamo.
Los pacientes con síndrome de Ekbom suelen no querer un tratamientos psicológico, ya que están convencidos de que el problema necesita tratamiento médico.
5. Síndrome de Alicia en el país de las maravillas
El síndrome de Alicia en el país de las maravillas, también conocido como síndrome de Todd, se refiere a cuando el sentido de la imagen corporal, la visión, el oído, el tacto y el espacio/tiempo de una persona están distorsionados.
Las personas que sufren esta afección sienten generalmente que los objetos son más pequeños de lo que realmente son, mientras que las personas parecen más grandes de lo que son.
O al contrario: los objetos se perciben más grandes de lo que son y las personas parecen más pequeñas. Estas experiencias pueden ir acompañadas de sentimientos de paranoia.
Se sabe muy poco sobre qué tan común es este desorden. Es más frecuente en los niños y en las personas que sufren migrañas.
Las personas con este síndrome pueden asustarse y entrar en pánico, por lo que el tratamiento incluye a menudo descanso y relajación.
En la mayoría de los casos, es una condición relativamente de corta duración. La revisión más reciente sobre el síndrome de Alicia en el país de las maravillas reportó que casi la mitad de todos los pacientes son tratados con éxito.
*Mark Griffiths es director de la Unidad Internacional de Investigación sobre Juegos y Profesor de Adicciones Conductuales, Universidad de Nottingham Trent, Reino Unido.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer el artículo en su versión original.
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