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Condenan al Estado colombiano por el emblemático caso de Rosa Elvira Cely, la mujer a la que se responsabilizó por su violación y asesinato

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Un juzgado de Bogotá condenó a tres entidades del Estado colombiano por su negligencia en el caso de feminicidio de Rosa Elvira Cely.

Rosa Elvira fue violada, torturada y brutalmente asesinada el 24 de mayo de 2012 por un excompañero de estudio en un importante parque de Bogotá.

La crueldad de su caso ha conmocionado al país durante más de una década y se volvió una bandera para los colectivos feministas que luchan por que haya justicia frente a la violencia de género en Colombia.

En 2015, se aprobó la Ley Rosa Elvira Cely, que tipificó el delito de feminicidio en el país latinoamericano.

La condena que se conoció este miércoles concluye que la muerte de Rosa Elvira pudo ser evitada.

El fallo ordena la reparación por 1.300 salarios mínimos a la familia de Cely (unos US$373.000).

La mayor parte la tendrá que pagar la Fiscalía, que, según el juzgado, actuó de manera negligente en las investigaciones penales contra el asesino, Javier Velasco Valenzuela, a pesar de que ya había sido condenado por matar a otra mujer y de que, en el momento que acabó con la vida de Rosa Elvira, tenía una orden de captura por abusar sexualmente de sus dos hijastras menores.

La Secretaría de Salud de Bogotá también fue encontrada responsable, según el fallo, porque la ambulancia que atendió a Rosa Elvira se demoró más de 2 horas en llegar desde que ella misma llamó al número de emergencias, aunque el parque está en pleno centro de Bogotá.

Además, la víctima fue llevada a un hospital ubicado a 24 minutos del lugar de la agresión y no a algún otro más cercano.

“Es una sentencia ejemplarizante. No es de celebración, ninguna acción nos va a devolver a mi hermana”, dijo Adriana Cely, hermana de Rosa Elvira, en entrevista con Radio Nacional, tras conocer el fallo.

El terrible caso

Advertencia: el relato de los sucesos puede herir la sensibilidad de las personas.

Rosa Elvira tenía 35 años cuando fue asesinada por su excompañero de clase Javier Velasco.

Trabajaba como vendedora ambulante y estudiaba en una escuela pública para terminar el bachillerato. Tenía una hija de 12 años.

La noche en que Velasco la atacó, ella consiguió llamar dos veces a una línea de emergencias para informar de su ubicación y lo que le había pasado.

Las autoridades llegaron demasiado tarde. Cely fue encontrada por los bomberos y la Policía a la orilla de un riachuelo que pasa por el parque con hipotermia, golpeada, ensangrentada y con señas de estrangulamiento.

Falleció cuatro días después en una Unidad de Cuidado Intensivo por una infección generalizada.

Un informe posterior dio a conocer que sus entrañas quedaron destrozadas tras ser penetrada con la rama de un árbol.

“El daño de todos sus órganos intestinales provocó una peritonitis al interior de la cavidad abdominal”, explicó el subdirector del hospital en el que fue atendida.

Al ser auxiliada, Cely mencionó los nombres de Javier Velasco y Mauricio Ariza.

El eco

En el Parque Nacional de Bogotá, hay un monumento en memoria de Rosa Elvira | GETTY IMAGES

Luego de que los medios dieran a conocer el brutal crimen, miles de mujeres marcharon en el Parque Nacional en rechazo a lo ocurrido. “Justicia” y “nunca más”, reclamaron.

Siete meses después, Velasco fue condenado a 48 años de cárcel, después de admitir que violó, torturó y asesinó a Rosa Elvira Cely.

«Le pido a Dios y a todos que me perdonen», dijo Velasco tras escuchar la pena que le fue impuesta por una jueza en Bogotá.

Mauricio Ariza, el otro hombre mencionado por Cely, siempre negó haber ido al parque. Aun así, se entregó voluntariamente para después quedar en libertad sin que se abriera un proceso en su contra.

Velasco paga su condena en la cárcel La Picota de Bogotá desde 2012. También fue condenado por acceso carnal violento contra sus dos hijastras y contra una trabajadora sexual a quien luego golpeó hasta dejar inconsciente.

En 2014, la familia de Rosa Elvira puso una demanda contra la Policía, la Fiscalía y las secretarías de Salud y de gobierno de Bogotá por lo que consideraron negligencias que habrían podido evitar el crimen y su trágico desenlace.

El periódico El Espectador dio a conocer en 2016 que, en respuesta a la demanda, la Secretaría de Gobierno emitió un concepto jurídico en el que argumentó que “si Rosa Elvira Cely no hubiera salido con dos compañeros de estudio después de terminar sus clases en horas de la noche, hoy no estuviéramos lamentando su muerte”.

“Todos sabían que (los perpetradores) tenían comportamientos raros. No obstante, Rosa Elvira salió a departir con ellos y se tomaron unos tragos”, continuaba.

Los entonces alcalde y secretario de gobierno salieron a rectificar el comunicado, pero el daño estaba hecho: se responsabilizó a Rosa Elvira de su propia violación y asesinato.

La ley Rosa Elvira Cely

La ola de indignación por el caso llegó al Congreso, donde movimientos de mujeres y congresistas promovieron una ley para tipificar el delito de feminicidio en el código penal colombiano.

La ley fue aprobada en 2015 y fue bautizada Rosa Elvira Cely.

“Para mi familia fue importante: la ley tiene un nombre, y la gente con ella puede hacer memoria de lo que ocurrió”, le dijo Adriana Cely al diario El País.

Según Yamile Roncancio, directora de la Fundación Feminicidios Colombia, «la introducción del delito de feminicidio en Colombia fue muy importante porque es el primer paso para la comprensión de por qué a las mujeres nos matan«.

Desde entonces, el artículo 104A del código penal colombiano establece que «quien cause la muerte a una mujer, por su condición de ser mujer o por motivos de su identidad de género, incurrirá en prisión de 20 a 42 años».

La ley también especifica ciertas circunstancias en las que se configura este delito, como cuando el perpetrador había tenido una relación familiar, íntima o de amistad con la víctima, o cuando ejerce “actos de instrumentalización de género” sobre el cuerpo de la mujer.

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