Por Pablo Kaplún Hirsz
Nunca ha estado muy claro por qué, pero el 26 de enero se asigna en el calendario ambientalista al Día Mundial de la Educación Ambiental. Se suele decir que se instituyó desde la realización del seminario que redactó la famosa Carta de Belgrado (1975) organizado por la ONU. Se tiene como metas de este día: “Formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y con los problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.
La Asamblea Nacional de Venezuela dio ese día una sonrisa a la fecha, al tiempo que le asignaba una buena patada. El diputado Luis Parra tuvo un derecho de palabra especial el día 26, aludiendo en forma emotiva y efusiva a la fecha, pero dos días antes otro conocido diputado había anunciado una ley que amenaza a todo el trabajo que realizan las ONG, las cuales en Venezuela desarrollan en la práctica la escasa educación ambiental sistemática que aún se realiza en el país. La amenaza proferida es muy grave. También se han realizado acciones de persecución contra este medio de prensa en el cual escribimos y se ha agredido a conocidos defensores de derechos humanos justo cuando el alto comisionado de la ONU Volker Türk visita Venezuela. Reciban el medio y las personas aludidas nuestra palabra de solidaridad.
Menudo problema enfrentan los defensores de los derechos ambientales cuando el reto que tienen en Venezuela es enormemente más grande que lo propuesto por la ONU como metas de ese día, en un país donde los problemas ambientales son extremadamente más completos que los enfrentados en otras latitudes, pues trascienden el campo de lo ecológico y lo político para adentrarse en asuntos netamente delincuenciales.
Pero en estos días que corren no solo se celebra el día de la Educación Ambiental, sino que también se conmemora el 28 de enero el Día Mundial frente al Calentamiento Global o de la reducción de las emisiones de dióxido de carbono CO2. Explica EFE verde que febrero viene cargada de fechas ambientalistas, tales como el Día Mundial del Galgo (1), coincidiendo con el fin del período de caza; el Día Mundial de los Humedales (2); el Día Sin Pajitas (3) para concienciar sobre el problema de la contaminación por plásticos; el Día del Hombre del Tiempo (5); el del pangolín (19) y el de la esterilización animal (22). Además, se celebra el Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11) y el Día Mundial de la Justicia Social (20).
Me importa en este momento destacar de ese vasto calendario, el 2 de febrero, cuando se celebra el Día Mundial de los Humedales (DMH) para conmemorar la fecha de la firma del Convenio de Ramsar, relativo a la conservación de estos ecosistemas, el 2 de febrero de 1971. Destaca el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) de España que “el objetivo de esta efeméride es visibilizar y crear conciencia acerca del valor de los humedales para la humanidad y el planeta. Con este fin, cada año se selecciona un lema que ayuda a centrar la atención en alguno de sus valores y funciones esenciales.
El lema escogido para el Día Mundial de los Humedales 2023, “Es hora de restaurar los humedales”, es un llamamiento directo a la urgencia de las acciones de restauración, puesto que los humedales están desapareciendo a un ritmo tres veces más rápido que los bosques, y más del 35 % de los humedales del mundo se han degradado o perdido desde 1970. Es fundamental invertir esta tendencia, por lo que el lema del DMH 2023 subraya la urgente necesidad de dar prioridad a la restauración de los humedales y hace un llamamiento a toda una generación para que adopte medidas para revitalizar y restaurar los humedales degradados.
En torno al eje de la restauración se identifican los beneficios clave de los humedales recuperados, y se proponen buenas prácticas y actores clave en la restauración de humedales. También se avanzan ideas sobre cómo participar en la campaña (decisiones conscientes, argumentos convincentes y acciones audaces), incluido el uso de redes sociales (hashtags específicos: #GeneraciónRestauración, #EnFavorDeLosHumedales, #DíaMundialDeLosHumedales).
Como es habitual, la Secretaría del Convenio de Ramsar ha diseñado una campaña divulgativa y recursos de comunicación específicos para publicitar y visibilizar esta efeméride (carteles, folletos divulgativos, diseños para camisetas, etc.), que se encuentran disponibles en el sitio Web específicamente creado al efecto https://www.worldwetlandsday.org/es/home; en este sitio también hay habilitados espacios para escribir notas breves en relación con acciones en los humedales (pestaña Promesas), para georreferenciar eventos y celebraciones del DMH (pestaña Eventos: mapa mundial de eventos) y para publicar fotografías (pestaña Fotos)”.
En España este evento tiene gran importancia, hay 74 humedales incluidos en la lista Ramsar, entre lo que destacan: los 74 humedales españoles inscritos en la Lista Ramsar Parque Nacional Doñana, Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Laguna de Fuentedepiedra. Lagunas de Cádiz: Laguna de Medina y Laguna Salada, Lagunas del Sur de Córdoba: Zóñar, Rincón y Amarga, Marismas de Odiel, Salinas del Cabo de Gata y S’Albufera de Mallorca. En Venezuela hay Actualmente Venezuela posee cinco sitios de categoría Ramsar de los cuales tres son parques nacionales: Laguna de Tacarigua, Archipiélago Los Roques y Laguna de La Restinga, y los otros dos son refugios de fauna silvestre: Cuare y las Ciénagas de los Olivitos. En España existe un apretado programa para conmemorar esta fecha, en Venezuela…se hace lo que se puede…Hay esfuerzos muy loables. Revisando la web, lo que aparece como especialmente destacable hasta ahora para la fecha, es lo citado por Provea. Este portal explica que “los humedales son vitales para los humanos, para otros ecosistemas y para nuestro clima, ya que proporcionan servicios esenciales en la regulación del ciclo del agua y sirven como grandes filtros que reducen la contaminación.
Además, absorben ingentes cantidades de dióxido de carbono, por lo que son esenciales para frenar el cambio climático.
Pero además de prestar estos importantes servicios, los humedales, que sólo cubren alrededor de 6% de la superficie terrestre, son el hábitat o el sitio de reproducción de 40% de todas las especies de plantas y animales.
Su diversidad biológica es crucial para la salud humana, el suministro de alimentos y actividades económicas como la pesca y el turismo, que generan empleo.
A pesar de estos grandes beneficios, estos ecosistemas están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques debido a las actividades humanas y el calentamiento global.
El día mundial conmemora la adopción de la Convención sobre los Humedales, el 2 de febrero de 1971, en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio.
Según la Convención de Ramsar, “son humedales las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”.
Entre los humedales continentales se incluyen acuíferos, lagos, ríos, arroyos, marismas, turberas, lagunas, llanuras de inundación y pantanos. Entre los humedales costeros se incluyen todo el litoral, manglares, marismas de agua salada, estuarios, albuferas o lagunas litorales, praderas de pastos marinos y arrecifes de coral. Los estanques de peces, arrozales, estanques de descontaminación y estabilización y salinas son humedales artificiales.
«Los humedales son hábitats multifuncionales increíblemente valiosos: nutren una gran diversidad de vida, proporcionan agua y otros recursos, nos protegen de las inundaciones y actúan como filtros gigantes que alivian la contaminación», dice CorliPretorius, director adjunto del Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial (UNEP-WCMC).
«La pérdida de humedales debido a la presión del desarrollo ha sido enorme, pero estos ecosistemas pueden restaurarse y generar beneficios para las personas y la naturaleza», añade.
En general, la diversidad biológica está disminuyendo a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad y la tasa de extinción de especies se está acelerando, lo que posiblemente tendrá impactos graves en la sociedad, según un informe histórico de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES)”. Provea cita como fuente de sus datos a la UNEP.
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