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Hay la necesidad de volver al camino original en la resolución del Esequibo

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La historia de las relaciones entre Venezuela y Gran Bretaña por el territorio Esequibo se ha caracterizado por un lado de los abusos  imperiales, arbitrariedades y vicios en el proceso como: Defectos de competencia por la imposición de negociadores ante la negativa de Inglaterra de negociar con venezolanos, al calificarnos de “salvajes”; de Dolo, en el cual incurrió el dibujante Schomburgk con sus tres líneas limítrofes; el Vicio de consentimiento al haber sido Venezuela obligada a aceptar el tratado de Washington, y la Coacción sobre los representantes de un Estado, como fue la amenaza de Martens sobre los jueces americanos de llegar hasta las bocas del Orinoco, sino se aceptaba su propuesta. Los vicios señalados, posteriormente fueron tipificados como causales de nulidad por la Convención de Viena de los Tratados de 1969.

De este lado, la parte venezolana también han incurrido en “torpezas” inexplicables o inexcusable, como se quieran considerar o ver. El siempre bien recordado poeta Andrés Eloy Blanco en una oportunidad, denuncio ante el Congreso en 1941 que “Venezuela era el único país del mundo que había perdido la mitad de su territorio sin disparar un tiro”, por lo que el latinismo “Nadie puede ser escuchado, invocando su propia torpeza, resulta muy apropiado. Por lo tanto muchas de las argumentaciones, son excusas para evadir la responsabilidad, de quienes han tenido que tomar decisiones al defender nuestra soberanía.

Es el caso del Tratado de Amistad, Alianza, Comercio, Navegación y Límites, conocido como Pombo Michelena.Fue rechazado en su oportunidad por el Congreso. La torpeza de quienes se oponían, le dio la oportunidad a Colombia para la renegociación de un nuevo tratado

1941 Tratado de Fronteras y Navegación de los Ríos Comunes entre Venezuela y Colombia, a pesar de los cuestionamiento de notables personalidades con Lara Peña, Rafael Caldera, Andrés Eloy Blanco; de las inexactitudes y los errores cometidos por las comisiones demarcadoras,estas trasladaron al tratado y aprobado por la mayoría oficialista; sirviendo de base para las aspiraciones colombianas en el Golfo de Venezuela. La Historia siempre responsabilizara al gobierno

1966 El Acuerdo de Ginebra y el cambio de dirección estratégica. Al margen de los cuestionamientos formulados por los ex cancilleres Rene de Sola; SchatAristigueta e Isidro Morales Paul, por cuestiones constitucionales, finalmente salvadas. Muchos de los venezolanos que han trabajado en la estrategia venezolana, han tenido la solución judicial, como un elemento claro final y con un resultado definitivo En este sentido el Presidente Betancourt en un mensaje al al Congreso, plantea la nulidad del laudo por razones jurídicas, al señalar la necesidad de un tribunal que no fuera político, donde Venezuela pudiera defender sus argumentos.

El Dr Iribarren Borges consideraba la vía jurisdiccional para la recuperación del Esequibo. En las declaraciones del canciller Iribarren queda clara la intención de lograr una solución jurídica, que pusiera fin a la controversia, en especial cuando señala la negativa británica en aquel momento de llevar el caso ante “tribunal alguno”, a diferencia de la parte venezolana que mantenía la posición de lograr que el caso fuera conocido por un árbitro o incluso la solución judicial, ante la cual la Gran Bretaña mantenía su negativa. Explica el excanciller que “las delegaciones de Gran Bretaña y Guayana Británica objetaron la mención específica del recurso al Arbitraje y a la Corte Internacional de Justicia, lo cual fue soslayado con el artículo 33 de la Carta de la ONU contentivo de la herramienta jurisdiccional. Estaba claro que la negativa inglesa y de su colonia de aceptar la vía jurisdiccional era un indicativo de su falta de argumentos históricos y jurídicos ante una instancia jurídica internacional.

Parte II

¿La cuestión está dónde, en qué momento, quién o quiénes fueron los responsables y por qué del cambio de estrategia?, de dirimir la reclamación ante un tribunal arbitral o en la CIJ y desconocer su jurisdicción.

2022 Camino a La Haya. El gobierno informó a la CIJ que no reconocería su jurisdicción y no se presentaría al juicio, tomando de esta manera una arriesgada decisión de carácter procesal, que dejaría a Venezuela sin la posibilidad de demostrar sus argumentos sobre la falta de competencia. El no reconocer la jurisdicción esuna decisión de alto riesgo. Como profesor de geopolítica en dos doctorados (UCV), tengo dos hipótesis de orden procesal y político del por qué el gobierno rechaza reconocer a la Corte. En el orden procesal considera que:

  1. La presentación ante la CIJ en la fase de reconocimiento de la jurisdicción no significa su aceptación, sino se estaría aclarando aspectos preliminares.
  2. El no participar de las audiencias representa una pérdida de oportunidades procesales, como la designación de un juez ad hoc.
  3. Se pierde la oportunidad de alegar nuestros argumentos y rebatir los alegatos presentados por Guyana.
  4. La jurisprudencia de la Corte indica que la estrategia seguida por los países que no se han presentado a sus audiencias, no produce buenos resultados.

2024 Desde la perspectiva política, el que calla otorga y el silencio oficial no es una buena señal. Guyana entregó su Memorial el pasado 8 de marzo, el cual se desconoce, y el gobierno de Venezuela no ha reclamado su publicación (Art. 43 Estatuto CIJ). Nuestra hipótesis parte del hecho que si no se comparece por razones político-electorales, se decide no asistir y hay una decisión adversa, la historia siempre responsabilizará al presidente por no asistir, al igual que responsabiliza al Congreso por el tratado de 1941 y sus consecuencias negativas; en cambio, si se comparece se puede ganar o perder como en todo juicio,y así se le reconocerá al jefe del Estado que hizo todo lo posible en la defensa del Esequibo.

 

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