El serbio Novak Djokovic se coronó este domingo, por sexta vez en su carrera, como campeón del Masters 1.000 de Roma al imponerse en la final al griego Stefanos Tsitsipas en dos sets, por 6-0 y 7-6 (5).
Djokovic volvió a conquistar Roma. Ya son seis veces las que el actual número uno del mundo gana este torneo de la capital italiana. Y lo hizo sin ceder un solo set.
Fue la victoria número 1.001 en la carrera del serbio, que ya entró en el selecto club de jugadores con más triunfos, junto a Jimmy Connors, Roger Federer, Ivan Lendl y Rafael Nadal, al superar en semifinales al noruego Casper Ruud.
Fue la semana perfecta para Nole, que además de su victoria 1.000 y la corona de Roma, consiguió mantener el puesto más alto de la clasificación hasta Roland Garros.
Djokovic jugó su segunda final del año, después de la perdida ante el ruso Andrey Rublev en Serbia, y esta vez no falló. Derrotó con claridad a un Tsitsipas que no compareció en la primera manga y que no supo aprovechar su ventaja en la segunda.
El serbio destrozó al heleno en el primer set. En media hora ya había rubricado un 6-0 perfecto, sin fallos, que desesperó a un Tsitsipas que lo pagó con su raqueta. Los fallos del griego, muy errático, y la solvencia que ha mostrado hasta la final bastaron a Djokovic para quebrar los tres saques de su rival y mantener el servicio propio.
La historia fue completamente diferente en el segundo envite. Pese a unos cuantos errores no forzados, Tsitsipas, animado por el público, ávido de espectáculo y reticente a que el partido fuera un mero trámite para el serbio, sacó fuerzas y buen tenis para rehacerse mentalmente del duro golpe encajado.
Quebró el saque del serbio y confirmó el break con el suyo para ponerse 4-1 arriba. Parecía que iba a redimirse rápido del set anterior, pero Nole no iba a permitirlo. Se recompuso el de Belgrado, devolvió el break al ateniense y puso la igualada, 5-5 en el marcador. Un grito de rabia salió potente de Djokovic, que con un puño cerrado liberó la tensión y se supo más cerca de la victoria.
La igualdad en la segunda manga llevó, inevitablemente, el set al tie-break. Era la última oportunidad del heleno para alargar el partido, pero con 2-2 estrelló su revés contra la red y cedió su saque. Se recuperó y puso el 5-5, pero Djokovic no falló en uno de sus torneos predilectos y le devolvió otro break, definitivo, para sentenciar el partido y el torneo.
Djokovic vuelve a coronarse en Roma, en una de las semanas más especiales de su carrera.
El jugador serbio, a punto de cumplir 35 años, es el que más Masters 1.000 acumula de la historia con un total de 37. Además, es el único que ha ganado los nueve torneos de esa categoría.
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