Si bien la alimentación es uno de los pilares más importantes para mantener un buen estado de salud, existen otros buenos hábitos que favorecen al bienestar y ayudan a tener una vida más saludable. A continuación, 12 buenos comportamientos y conductas que se pueden incluir en la rutina diaria para lograrlo:
Agradecer
Sentir y expresar gratitud favorece el bienestar emocional, disminuye el estrés, por tanto, llega a tener beneficios en nuestra salud física.
Perdonar
El perdón limpia asuntos inconclusos y cierra episodios dolorosos que roban energía, capacidad y afectan el rendimiento personal.
Realizar chequeos médicos constantes
Generalmente se acude al médico con el fin de obtener “la cura”, sin embargo, es importante fomentar la cultura de la prevención.
Dormir
Las investigaciones muestran que la falta de sueño aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas e infecciones. Se recomienda dormir de 7 a 8 horas diarias.
Intentar cosas nuevas
Además de evitar el aburrimiento, obliga a crecer y a tener retos constantes.
Reír
La risa genera endorfinas que producen un estado de bienestar que favorece no solo al estado de ánimo sino también al cardiovascular pues mejora la circulación de la sangre y disminuye la presión arterial.
Ser organizado
Tener una lista de tareas simplifica la vida, ayuda a priorizar, estar tranquilos y sin estrés.
Tener amigos
Las investigaciones muestran que las personas que tienen una vida social activa suelen ser más longevos y gozar de mejor salud que las personas con pocas conexiones.
Equilibrar las finanzas
Los problemas financieros provocan estrés y ansiedad. Estar endeudado puede iniciar un círculo vicioso que puede afectar la salud física y mental.
Ser positivo
Mantener una actitud positiva es otro de los buenos hábitos que no solo impacta en el bienestar sino también en el de la gente alrededor. Esto tiene beneficios para la salud tanto a nivel fisiológico como psicológico.
Realizar actividad física
Mantenerse en movimiento (que no necesariamente significa hacer ejercicio) favorece no solo la salud física sino también la emocional.
Beber agua simple
Los refrescos y las bebidas azucaradas en general aportan 70% de los azúcares libres en la dieta, reducir su consumo reduce el riesgo de caries, sobrepeso y obesidad.
Un estilo de vida saludable no solo refiere comer sano y hacer ejercicio, también, está conformado por tradiciones, buenos hábitos, conductas y comportamientos que llevan a satisfacer necesidades y así poder alcanzar la salud y promoverla.
Los hábitos saludables, como el ejercicio regular, una dieta equilibrada y un sueño adecuado, sientan las bases de los hábitos de las personas altamente efectivas. Estas rutinas centradas en la salud aumentan los niveles de energía y la claridad mental, lo que ayuda a gestionar eficazmente el tiempo, tomar decisiones y resolver problemas. Además, las técnicas de reducción del estrés habituales en estilos de vida saludables, como la meditación o la atención plena, son fundamentales para mantener la concentración y el equilibrio emocional, cualidades esenciales para la eficacia en el ámbito personal y profesional. Por lo tanto, adoptar hábitos saludables es un trampolín para desarrollar la disciplina y la resiliencia necesarias para la eficacia en diversos aspectos de la vida.
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