Trabajadores del sector agropecuario de Táchira, uno de los estados productores más importantes del país, luchan día a día contra los obstáculos generados por la situación que atraviesa Venezuela. La dificultad para adquirir insumos se sumó a un nuevo problema que los ha preocupado durante los últimos días: los rumores de invasiones a las fincas.
La reciente denuncia sobre la intervención de la finca La Unión alertó a los ganaderos que hacen vida en la entidad. Heriberto Labrador, productor agropecuario de Táchira, señala que luego de la situación el sector se ha mantenido unido para tratar de impedir que se repita un caso similar.
“Estamos muy pendientes. Porque si todo esto representa nuestro esfuerzo durante décadas, lo menos que podemos hacer es convertirnos en un solo bloque, para evitar que eso se convierta en una acción del Estado o de algunos que pretenden quedarse con esas tierras sin ningún esfuerzo”, señaló Labrador durante una entrevista para El Nacional Web.
Los trabajadores de la entidad consideran que el terreno fue tomado por razones ajenas a mejorar la producción. Además, el productor señaló que las expropiaciones solo empeoran la situación del sector.
“El Estado demostró con las expropiaciones pasadas que las fincas no volvieron a sus niveles de producción. Seguir en ese empeño de mantener sobre el abismo a los productores perjudica todo lo que queremos hacer, que es garantizar a los venezolanos un producto tan importante como la proteína”, comentó.
Grupos delictivos
Labrador aseguró que la ausencia de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana en puntos estratégicos del estado propició la aparición de grupos irregulares en la entidad. Señaló que los intentos de las autoridades por retomar los espacios han provocado enfrentamientos.
El productor agropecuario agregó que la constante tensión a la que está sometida la población ha provocado que algunos familiares de los trabajadores del campo se vayan del país.
“Vivimos siempre bajo presión, no trabajamos en condiciones normales. Muchos de nuestros familiares y nuestros hijos se han ido de Venezuela por seguridad. Tratamos de estar permanentemente en los campos, en unidades de producción”, comentó Labrador.
Baja producción
La falta de repuestos para maquinarias, la escasez de efectivo, las largas colas para poder comprar combustible y la inflación también forman parte del día a día de los tachirenses. Esta situación ha provocado la caída de la producción del sector agropecuario en la entidad.
Labrador explicó que las plantas frigoríficas del estado operan a 30% de su capacidad, debido a que los ganaderos no cuentan con las condiciones mínimas para trabajar. Además, estima que entre 50% y 60% de la actividad agroindustrial está paralizada por dicha situación.
Por otro lado, la regulación de los precios de la carne y el aumento del salario mínimo integral decretado por el gobierno venezolano aumentó las probabilidades de que el sector no pueda reponer las ventas de los productos. A pesar de ello, Labrador asegura que el productor tiene la disposición de seguir trabajando hasta que las condiciones se lo permita.
“Lo que permite que una sociedad se asiente es la propiedad privada y nosotros lucharemos y seguiremos defendiendo lo que nos dejaron nuestros padres y abuelos, porque ahí está el esfuerzo de muchas generaciones”, concluyó.
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