La Praline
Foto Cortesía

La chocolatería La Praline decidió innovar durante este mes de junio con el lanzamiento de una línea de gelatos inspirada en sus bombones más famosos. La marca belga-venezolana busca enamorar a fieles y nuevos clientes con doce sabores que van desde la parchita hasta el infaltable chocolate.

«Yo creo que a todo el mundo le gusta el gelato y la idea de tenerlos en La Praline es que no todo lo que vendemos tiene que ser para llevar o regalar. También permite compartir en nuestra tienda y pasar un rato distinto», explica Brian Van den broucke, chef chocolatier de la empresa.

En la sede principal de La Praline en Los Palos Grandes se podrán degustar la versión en gelato del bombón Venus, relleno con gianduja (pasta de chocolate con avellanas); o del famoso Tronco, un praliné con trocitos de almendras y avellanas caramelizadas. Adicionalmente hay opciones para los amantes de sabores tradicionales, como el pistacho o el chocolate intenso con un toque de sarrapia.

Nuevo producto de La Praline | Foto Cortesía

Entre los doce gelatos destacan una versión fría de sus galletas con especias, llamadas spéculoos; los de parchita, mora o tamarindo (que son súper refrescantes), así como una apuesta más arriesgada con té matcha y jengibre, para quienes deseen salir de lo convencional.

«Queremos demostrar que el chocolate y nuestros bombones dan para mucho más, y que cualquiera puede disfrutar de un gelato en la tarde. Pasar caminando por la zona y llevarse una barquilla o tener un descanso del calor en La Praline», agrega Van den broucke.

Foto cortesía

La historia de La Praline

Con 39 años en el mercado caraqueño, es la primera vez que La Praline decide ofrecer una parte de sus casi 60 tipos de bombones en una presentación distinta a la tradicional. Esto tiene una razón familiar.

Brian Van den broucke cuenta que los gelatos siempre han sido parte importante de su infancia y de los recuerdos junto a su papá, pero fue su hija Stella la que inspiró esta reciente idea. «Hace muchos años yo hice helados en la escuela donde estudié también chocolatería y se me había olvidado un poquito esa parte de mi, hasta que mi hija, que está viviendo en Bélgica, consiguió un trabajo en el verano pasado en una heladería a la que yo iba de niño. Me pareció curioso y quise replicar eso aquí en Venezuela”, señaló.

El chef chocolatier contó que todo empezó como una idea y un juego, pero terminó convirtiéndose en tardes de gelato gratis en la tienda por una semana, hasta que decidió introducirlo formalmente en su menú diario. Se venden en un carrito tradicional, que recibe a todo el que entra al lugar por un bombón, y ahora por una barquilla o una tinita de gelatos.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!