Además de playas, outlets y locales nocturnos, Miami esconde algunos sitios que muchos nunca llegan a conocer. Entre ellos se encuentra Española Way, una zona casi centenaria con una estética única y una propuesta gastronómica basada en locales familiares que se destaca del resto y recibió una reciente remodelación millonaria.
Se trata de una estrecha calle de adoquines de solo dos cuadras ubicada al norte de South Beach, entre las avenidas Collins y Jefferson. Con amplias veredas que suelen estar ocupadas con sillas y mesas, todas sus fachadas, luminaria y carteles parecen sacadas de una postal del Viejo Continente. Sus locales, en su mayoría restaurantes de cocina europea y clásicos cafés, no pertenecen a grandes cadenas ni a fondos de inversión, sino a familias que los administran desde hace años.
A diferencia de otras zonas de la ciudad, este pequeño pero pintoresco trayecto tiene una larga historia, que se remonta a inicios de la década del 20, cuando un pequeño grupo de comerciantes decidieron crear la primera zona turística de Miami. En un comienzo, fue imaginada como una zona para atraer a artistas y curiosos a los que sólo las playas no los satisfacían.
“Lo que hace a Española Way única es que captura un momento del pasado y lo mantiene. Mientras que la mayor parte de South Beach es conocida por su arquitectura Art Deco, esta zona es la única que presenta una arquitectura mediterránea y calles empedradas, que hacen sentir a los peatones como si estuviesen en una vieja ciudad ibérica”, explica el desarrollador inmobiliario Scott Robbins, responsable de una intensa renovación de la zona que se realizó este año.
El desafío para el empresario fue poder mejorar este enclave histórico sin hacer que pierda su esencia: “La ciudad de Miami invirtió un total de 2.500.000 de dólares en una renovación que incluyó un nuevo empedrado, mejores veredas y una actualización del sistema de iluminación pero no se trató, en ningún sentido, de un cambio. Nuestro objetivo fue restaurar el esplendor original de este destino turístico, que hace sentir a los turistas en la vieja Europa”.
Robbins cree que todos los turistas deberían darle una chance no sólo a Española Way, sino al amplio abanico de opciones que van más allá de las playa y los malls. “No solo la movida culinaria es increíble, con una oferta que excede lo latino o caribeño, pero también mucha vida silvestre y al natural, como buceo o mi actividad favorita, la pesca”, puntualizó.