Según el portal de internet Grunge, los aeropuertos tienen algunos secretos que pocos saben, aquí te decimos cuáles son para que los tomes en cuenta en tu siguiente viaje.
La hora dorada: es el tiempo muerto que pasas mientras sale tu vuelo: te cansas, aburres y estresas. Entonces, deambulas por los duty free, compras un tentempié, una revista, una bebida y otro gustito que se te antoje. Esos gastos, no muy pequeños, son ganancias para los aeropuertos y lo saben, entonces, para ellos tu aburrimiento es igual a dinero y mientras más esperes más gastas.
Fallas en el TSA: las siglas significan Transportation Security Administration. Este departamento del Gobierno de Estados Unidos fue creado, entre otros temas, para impedir que sustancias ilegales o armas suban a bordo. Según los datos obtenidos por Grunge, 95% de esas pruebas han fallado. De acuerdo con un registro de 2015 y en febrero de este año, 11 pasajeros pasaron sin ser revisados en la terminal de Nueva York. Por si fuera poco, el TSA cuenta con personal insuficiente para atender a todos las personas próximas a abordar; lo cual ha generado que muchos pierdan sus vuelos, en 2016 mil fueron víctimas de esta escasez. Por suerte, el TSA PreCheck (que tiene un costo de 85 dólares) es una forma de agilizar los procesos de seguridad y, afortunadamente, ha funcionado.
Reconocimiento facial: como consecuencia de lo anterior, esta nueva forma de seguridad es toda una innovación en los aeropuertos, es mucho más ágil y segura; incluso, hay un escáner molecular que pretende detectar residuos de comida y droga en el rostro de las personas.
Dentista en el aeropuerto: si no estás en enterado en dos aeropuertos de Estados Unidos hay servicio dental; el primero en el JFK y el segundo LaGuardia, en Nueva York; en ambos se ofrece este particular trabajo, pero tiene una función vital, digamos que el dentista es un agente secreto de seguridad y su labor es identificar por medio de los dientes a inmigrantes o cualquier persona que pueda ser sospechosa.
Equipaje: para que las maletas no se pierdan, les colocan un código de barras que, en ocasiones, puede tener un chip sensible que contiene información personal como dirección, números frecuentes, destino de viaje, entre otros. Esto es peligroso porque cualquiera podría tomarle una foto y averiguar muchas cosas, así que es recomendable que una vez concluido el viaje, guardar el código y tirarlo en un lugar seguro.
Hacerte amigo del policía: las charlas con los agentes de seguridad pueden ser una forma de pasar el rato, pero ¿sabías que sacan información de ti mientras hablas? Aprovechan cualquier oportunidad para averiguar si eres potencialmente peligroso o no y, depende de lo que digas o cómo lo digas, será que te dejen pasar fácilmente o no.