Llegó la primavera. Y con esta estación, el rosa de los cerezos japoneses en flor que iluminan con su espectacular color los lugares donde han sido plantados, desde el país de donde es originaria esta variedad vegetal hasta Washington D. C. en Estados Unidos y Europa. La fascinación de los nipones por los cerezos es tal que existen aplicaciones para seguir su florecimiento: desde en qué momento y lugar han aparecido los primeros pétalos, hasta el efecto de la presión atmosférica en las delicadas flores, cuya vida es de apenas dos semanas. Uno de los lugares en Europa donde puede apreciarse este fenómeno primaveral es en el jardín del Palacio de Schwetzingen, en Alemania.
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