– Lleve crema hidratante y gafas en lugar de lentes de contacto para combatir la sequedad.
– Si sufre de mareos, reserve asientos en el sector medio del autobús o avión, donde los movimientos son más suaves.
– Use un cojín anatómico que ayude a mantener de forma correcta la posición del cuello.
– Evite la trombosis usando ropa suelta, manteniendo el asiento libre de equipaje y caminando 5 minutos cada hora.
– Bostezar o masticar chicles ayuda a que no se le tapen o le duelan los oídos a causa de la diferencia de presiones de aire que se generan en la cabina del avión.
– Antes de viajar, evite consumir alimentos que estimulen la producción de gases. Ingiera comidas livianas y evite tomar alcohol o cafeína, y las carnes rojas o grasas que dificulten la digestión.
– Si va en bus, viaje hidratado y lleve líquido para el trayecto.
– Para evitar el jet lag, descanse durante el viaje. Ya en el destino realice ejercicios diurnos, pues le ayudarán con el sueño nocturno. Las pastillas para dormir de acción corta también podrían serle de mucha ayuda; eso sí, deben ser autorizadas por un médico.