ue en 1810 cuando Alemania vivió la primera edición del Oktoberfest y se hizo en ocasión de las nupcias del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen. La celebración marcó tanto la historia de Múnich que se repitió cada año y ahora congrega a más de 7 millones de visitantes.

La fiesta dura un poco más de dos semanas. Este año empezó el 22 de septiembre al rigor de los golpes de martillo que dan apertura al barril de cerveza por parte del alcalde de la capital bávara. Y es que el apego a la puntualidad de los germanos y la estructura en su proceder es lo que ha dado una permanencia casi intacta de aquella fiesta de bodas de hace más de dos siglos.

Todo ocurre en Theresienwiese o Prado de Teresa en Múnich, donde se instalan enormes carpas que acogen a 8 casas cerveceras, que atienden, cada una, a un poco más de 12.000 personas en el Festival de la Cerveza (que es como se le conoce actualmente). En los preparativos, rigurosamente organizados, participan, desde hace más de un siglo, 600 fábricas de esta bebida espumosa y ellas generan cifras alucinantes como que, por ejemplo, entre las marcas más antiguas como Agustiner (1328), Hofbräu (1589), Paulaner (1634), Löwenbräu (1524), Hacker-Pschorr (1417) y Spaten (1397) sirven más de 7 millones de litros de cerveza durante esa quincena.

Sin parangón. La jornada comienza un poco antes del almuerzo, a las 11:00 am. Entre carpa y carpa se disponen juegos de todo tipo (de feria, mecánicos), al igual que espacios para concursos y competencias para todas las edades. Abunda la oferta gastronómica de especialidades bávaras y alemanas, así como de otras nacionalidades. Es un marco de diversión, música y tradición para esta fiesta de la cerveza.

Una vez dentro de la carpa, los turistas deben ubicarse en mesas comunes, en las que no es costumbre reservar (aunque siempre hay excepciones). Es un ambiente que invita los visitantes a mezclarse y celebrar, por casi 12 horas diarias, al ritmo de canciones típicas y modernas de agrupaciones germanas con coreografías.

Aquí el idioma no es barrera: la cerveza se convierte en el lenguaje oficial del Oktoberfest. Pasadas unas dos horas de escuchar reiteradamente bier mass o bier krug (jarra de cerveza), cantará con claridad las melodías típicas y exclamará con ímpetu el grito de guerra “¡Sí! Ein Prosit”, la canción emblemática del evento, que refiere al brindis y al sentimiento de hermandad y diversión que rodea el ambiente de este encuentro (como dato interesante en Venezuela, Eduardo Monroy es un ícono de esta fiesta por dar vida, en lengua castellana a estas tonadas).

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En ambiente

Acompañantes. Los bretzel, panes horneados, seguidos de un plato de salchichas mixtas son apropiados para compartir y entrar en ambiente. Si de platos fuertes se trata, el medio pollo horneado, combinado con ensalada de papas (halb hendl mit kartoffelsalat) es una alternativa para los más conservadores. Quienes opten por adentrarse en la cocina teutona se deleitarán con goulash spätzle, un estofado de cordero con fideos. Pero la especialidad de la celebración es la schweinhaxe o rodilla de cochino con repollo agrio y papas.

Atuendos. No es una regla ir ataviado con los trajes típicos, pero si quiere sentir el espíritu bávaro y disfrutar tal como lo habrían hecho los invitados al matrimonio de Luis I, las damas podrán alquilar en las tiendas el dirndl, y los hombres, los lederhose (pantalones cortos de cuero).

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En Venezuela

– Las comunidades alemanas en todo el mundo reviven el Oktoberfest cada año. Venezuela no es la excepción, de hecho la Colonia Tovar ha sido reconocida como el tercer lugar del planeta donde se reproduce más fidedignamente el festival.

– En la Colonia Tovar y El Jarillo se ha festejado por más de 30 años, pero, desde 2016, Empresas Polar trajo el evento a Caracas. Este año como es tradición, la fiesta continuará, clubes capitalinos en Valencia, Margarita y Sanare se incorporaron a la agenda. Empresas Polar e Invershow ya venden entradas on line, por lo que el mes de octubre y, en algunos casos hasta noviembre, se podrá disfrutar de la idiosincrasia alemana al ritmo de ein, zwei, drei… G’suffa! (Uno, dos, tres…. ¡a tomar!).

– Entradas en la Colonia Tovar y el Sambil Caracas en: www.MiTickera.com. Más datos de las actividades de Cervecería Polar en @Solerapremium @Polariceoficial @Polarpilsen y @PolarLightVe


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