Los 28 países que integran la Unión Europea aprobaron la creación de una nueva tasa migratoria para los ciudadanos que no necesitan visa para entrar a los países del bloque. Esos viajeros deberán pagar un permiso de entrada de 7 euros. La decisión aún debe pasar por la revisión del Parlamento Europeo. El objetivo es mejorar la seguridad interior dentro del continente, prevenir la inmigración ilegal, proteger la salud pública y reducir los retrasos en las fronteras dentro del espacio Schengen