La temporada de fiestas de fin de año es una buena época para escapar del estrés y reponer energías disfrutando de unas vacaciones encantadoras. La diversidad natural de República Dominicana representa para las familias un destino ideal para combinar descanso, naturaleza y diversión. Numerosas propuestas, como parques temáticos, reservas naturales, áreas protegidas con pinturas rupestres y fabulosos saltos, son un plan para todas las edades.
“En los últimos años cada vez más personas se suman a la tendencia de aprovechar las fiestas de fin de año para viajar con sus seres queridos y disfrutar fuera de casa. Nuestro destino se posiciona como el ideal para esos fines, pues ofrece un sinnúmeros de encuentros únicos para celebrar y divertirse”, afirmó Magaly Toribio, asesora de Marketing del Ministerio de República Dominicana. “Hay opciones para todos los gustos e intereses, y la ventaja de la cercanía y accesibilidad entre los lugares, permite conocer mucho en poco tiempo”.
Las playas de aguas turquesas y arena blanca de Punta Cana invitan a hacer una caminata o contemplar una puesta del sol mientras se degusta un rico plato de comida dominicana. Si lo que se busca es un poco más de acción, se puede explorar el inmenso mundo marino haciendo snorkel y buceo en Bayahíbe o tomar clases de surf en Puerto Plata.
Los parques temáticos que se encuentran en diferentes puntos de la isla brindan a las familias una experiencia inolvidable. En Punta Cana y Puerto Plata, los amantes de los animales podrán entrar en contacto con loros, monos, leones marinos, cocodrilos americanos y todo tipo de animales autóctonos.
Para los que disfrutan de las sensaciones extremas y de sentir cómo fluye la adrenalina, en Punta Cana, Samaná y las cercanías de Santo Domingo hay parques de aventura que ofrecen la experiencia única de volar como Superman tirándose por un cable que conecta varias plataformas en medio de la maravillosa vegetación tropical, cruzar puentes colgantes, hacer barranquismo, escalar o saltar en caída libre.
Las fantásticas áreas protegidas de República Dominicana albergan una rica flora y fauna y son ideales para hacer actividades como senderismo, trekking y acampar. La Reserva Científica del Ébano Verde, en Constanza, es una joya escondida entre las montañas de la Cordillera Central con senderos que cruzan arroyos cristalinos y se internan en el bosque nublado tropical. En Punta Cana, la Reserva Ecológica Ojos Indígenas, ofrece 12 lagunas maravillosas, algunas aptas para nadar. Si existe interés cultural, un plan imperdible es visitar la Reserva Antropológica Cuevas de El Pomier, a 30 kilómetros de Santo Domingo. Son 54 cuevas con más de 4 mil pictografías y petroglifos de las culturas Igneri y Taína.
Para familias con hijos más grandes, uno de los tours más excitantes es ir a los 27 Charcos de Damajagua, en Puerto Plata. Se puede saltar de cascada en cascada, deslizarse por toboganes naturales y nadar. Visitar y darse un chapuzón bajo el Salto El Limón, una imponente cascada de 40 metros de altura localizada en la provincia de Samaná es otra opción fabulosa.
La época de Fiestas es el momento ideal para disfrutar de la cultura dominicana ya que las ofertas culturales que hay durante el año se multiplican. El Anfiteatro de Puerto Plata, sede de grandes conciertos, ofrece variados espectáculos. Lo mismo ocurre en Santo Domingo, donde la Ciudad Colonial se viste de fiesta con luces, pesebres y árboles navideños para celebrar múltiples actividades para toda la familia, como escuchar los conciertos navideños en el Convento Dominicano y Las Mercedes, visitar el bello pesebre de la Catedral y participar de los aguinaldos y el intercambio de platos navideños el 24 y 31 de diciembre, Además, se puede disfrutar de los espectáculos de música y baile tradicionales, como los domingos de son en las Ruinas de San Francisco de Asís.