1. Machu Picchu. No tomarse un selfie en la ciudadela inca es imperdonable. Su majestuosidad y la naturaleza que la rodea impresiona.
2. Times Square. En pleno corazón de Nueva York, esta esquina llena de luces y movimiento es digna de retratar en una selfie. La mejor hora es por la noche, para reflejar los avisos, pero al igual que en el día encontrará mucha gente.
3. Torre Eiffel. Ninguna visita a París está completa si no se fotografía con el símbolo de Francia. La torre de hierro de 300 metros es un ícono de la ciudad.
4. Trolltunga. Al norte del lago Ringedalsvatnet en Noruega se encuentra esta piedra flotante a más de 700 metros de altura. Para llegar hay que hacer una caminata de entre 8 y 10 horas. La vista vale la pena el esfuerzo y, por supuesto, hay que hacerse un autorretrato como testimonio de la visita.
5. Taj Mahal. Sin duda es uno de los mausoleos más hermosos del mundo y un punto imperdible para fotografiar en India. La construcción de mármol blanco deja a todos los visitantes sin aliento.
6. Gran Muralla China. De sus más de 21.000 kilómetros de largo, hoy solo se conserva 30%. Su misión fue proteger el imperio chino de las invasiones constantes, por eso sus paredes miden 7 metros de alto y tiene 5 metros de ancho. Impenetrable.
7. Puente de la torre. Después del Big Ben y el Palacio de Buckingham, este puente sobre el río Támesis en Londres es un punto indispensable para visitar. Fue construido en 1894.
8. Disney World. Ya sea en familia, en pareja o con amigos, los seis parques Disney en Orlando, Florida, son un lugar ideal para una selfie.
9. Cristo Redentor. Desde cualquier parte de Río de Janeiro se puede apreciar la figura de la estatua de 28 metros de alto en lo alto del cerro Corcovado. Pararse a sus pies y apreciar la ciudad desde lo alto es una experiencia única.
10. Coliseo. Visitarlo es como regresar en el tiempo a la antigua Roma. Es ícono de la Ciudad Eterna y una de las construcciones del Imperio Romano mejor conservadas.